Siempre me admiré por ese fanatismo que tienen las personas a ciertos objetos o sucesos como por ejemplo: el fútbol. Inmediatamente me acordé de un video que subieron a YouTube y la web explotó de visitas, el tano Passman, un tipo fanático hasta los huesos. Como lo fue también la Raulito fanática de Boca que se vestía como varoncito para pasar desapercibida y usaba el cabello bien corto, pintado de amarillo. Ella fue tan famosa que su vida fue interpretada en la pantalla grande por la actriz Marilina Ross. La gorda Matosa fue hincha de River, Tita Maitusi también fue un ícono de Racing. Es una pasión, un sentimiento que va creciendo a medida que crece un niño, sus padres un día lo vistieron con la camiseta, aprendió a decir gol casi al mismo tiempo que papá y mamá. Todavía no sabía caminar y mantenerse erguido pero sus padres, tíos, abuelos le enseñaron como patear una pelota. ¿Por qué tanto fanatismo me pregunto y repregunto? Tanta devoción, locos por el fútbol. Hombres y mujeres, más hombres que mujeres.
Pienso que son fieles a su club porque hay herencias de las que no se reniega. Me detengo y reflexiono, las nenas de tres y cuatro años quieren ser Barbis o princesas y lucir vestidos llenos de brillos, firuletes, piedritas de fantasías y zapatos altos. Todos los varones quieren ser Messi y jugar en un club importante, ser como él. ¿Han heredado el fanatismo de sus progenitores? Es muy común hojear el álbum familiar y hallar fotografías de uno cuando era chiquito con una camiseta de esos colores solemnes, un chupete o un babero de un club. ¿De dónde sale tanto fanatismo?…muchos explican que es un sentimiento que les nace del corazón. Los hombres tienen tanta admiración por el fútbol, cualquiera fuese el club, que cuando se sientan a ver fútbol con amigos se olvidan del mundo. Y muchos de los amigos que encuesté al azar coincidieron prácticamente en lo mismo. Pasemos al otro extremo, los que no comparten el mismo sentimiento ¿por qué les disgusta el fútbol?
En el caso uno, llamémoslos así «se odia cierto fanatismo, veintidós tipos corriendo detrás de una pelota no tiene ningún sentido. -el fanatismo ese de estar mirando programas de ex futbolistas y afines hablando de fútbol como si fuese una ciencia, es horrendo, de yapa mi viejo se mira todo eso. Cuando era chico siempre me dijeron puto porque no me gustaba el fútbol. El único deporte que me puedo quedar mirando es el Rally Mundial, pero le he perdido el hilo».
-Más o menos soy de River pero no sé si fanático.
-¿Cómo explicarías ese amor al fútbol, o a tu club?
-Algunos ven todos los partidos y no sólo de su club. Es un deporte muy lindo estéticamente, y el fanatismo por los equipos tiene que ver con la tradición, con la familia, lo heredado de los padres, el barrio, etc. Claro, todo eso fundamentalmente.
Seguí escribiendo sobre el tema, estaba preguntando sobre ese fanatismo.
¿Y qué cosas se olvida un tipo cuando está frente a una pantalla de TV?
-De todo lo demás, me contestó el individuo del caso dos. Yo escribí que se olvida del mundo, que ni siquiera le importa su bebé si está llorando por algo, claro. Se olvida de todo, afirmó.
¿Sabes para qué está bueno? le pregunté a mi entrevistado del chat «cuando tu viejo está tan entretenido mirando Boca-River te acercas y le pedís plata, entonces ellos con tal que no los molestes sacan plata del bolsillo y te dan.
Estaría muy bueno eso, ¿no? en casa resultaba. Le dije: Ah ¿sí?, genial.
Sí, no todas las veces, pero cada tanto resultaba podríamos suponer que la suerte estuvo de mi parte o sólo fue una maravillosa coincidencia.
que se mueran los cuervos y la guardia imperial.