Dibujo de Virgil Finlay
Uno
de mis primeros acercamientos con revistas de historietas-cómics
sexuales -diría que de una manera accidental- fue a la edad de doce años.
No
recuerdo el nombre de la revista y sé que no era cualquier revistita, sino que
me refiero a aquella revista. Parece que lo que menos me importó fue la
tapa. Pero sí recuerdo a la perfección que eran historietas con trazos en
blanco y negro, escenas consecutivas, arriba un globo donde aparecía un diálogo
muy corto. Siempre aparecía al final de una viñeta “continuará”.
Eran
personajes grotescos y exagerados, parecidos a Inodoro Pereyra, pero sin
perro y más joviales. Recuerdo así vagamente a 
otro  personaje femenino de
flequillo y cabello lacio y dientes grandes, páginas de hojas amarillentas,
arqueadas y medio húmedas porque solían estar tiradas en el piso, los chistes
no los entendía por ese entonces… Y sí, hay tantas cosas que a esa edad no
comprendemos del todo… Así que solo observaba a escondidas por unos minutos
algunas hojas a las apuradas mientras orinaba y salía enseguida del baño por
miedo a que alguien entrara y me descubriera hojeando “esas revistas”. Si mi
vieja se enteraba me desnucaba. Un cuarto de baño de hombres solteros, amigos de
mis padres, despelotados, poco organizados que guardaban y amontonaban cosas
donde encontraban lugar…
Te
cuento más de los dibujos, que de eso se trata esta nota: sus caras
dramatizadas y algo de sus características que hoy me resultan cómicas más que porno,
diseños con mujeres de cabelleras rulientas 
y de tetas bien duras y grandes, al igual que el culo. Pensándolo ahora,
insinuaban bastante; eran cuerpos exuberantes a pesar de que eran dibujos. Como
resultado de todo eso, inconscientemente por las noches tenía sueños húmedos
donde creo que yo era la protagonista, las imágenes eran oscuras, turbias e
indefinidas. Despertaba con cierta turbulencia y exaltación, nada placentero
les aseguro, supongo que aquello era el
castigo de Dios
por mirar lo que no debía: revistas prohibidas. Y muchas
veces soñaba con libertinajes sin saber de qué se trataba el sexo. Mamá siempre
decía “Dios te va a castigar. Él lo ve
todo”
.
Y
tratando de recordar imágenes más precisas las caricaturas de Grondona White me resultan bastante
familiares, no quise quedarme con la duda, estuve indagando en internet
estoy segura de que sus dibujos integraban algunas páginas con su humor tan
particular en la misma revista.
Dibujo de Frank Frazetta

Ahora
si tu hija te pregunta: “Mamá, ¿qué es el sexo?”. Yo le digo sexo femenino,
sexo masculino, la conformo con la respuesta y se va. Cuando era chica y tenia
doce años más o menos yo pensaba que la mecha para farol a gas era un
preservativo, porque los 12 o 14 años de ahora no son los mismos de veinte años
atrás.
¿Alguna
vez pasaste por el puesto de diarios y revistas y te quedaste a mirar las
chicas en bolas? La Coca Sarli: un clásico del cine argentino; Liliana
Caldini
, Graciela Alfano… eran cuerpos naturales con pechos
exuberantes. Con esas mujeres fantaseaban mis amigos más grandes que yo. Eran
muñecas inalcanzables de una época dorada. ¿Ahora con qué fantasean? Se
enloquecerán con las cámaras web.

Mi abuela diría: “¿Qué
hacés mirando chanchadas? ¡Qué escándalo!”. Ella que ni siquiera soportaba ver
a las vedettes en tanga cuando actuaban con Olmedo y Porcel…



Dibujo de Shary Flenniken