Los sueldos en el 2009 de los responsables de las grandes compañías estadounidenses duplicaron el promedio de la década de los años noventa, y más de cuatro veces la media de la década de los ochenta. El mayor incremento lo tuvieron quien despidieron más trabajadores, según un estudio publicado este mes por el Institute for Policy Studies, con sede en Nueva York, y disponible en la página web del Instituto.
Según el informe, las remuneraciones de los directivos de las empresas que mas gente han despedido desde el comienzo de la crisis económica aumentaron el año pasado un 42% sobre la media del resto de sus colegas de todas las compañías. Las compensaciones que recibieron los responsables de las 50 empresas que más empleados despidieron, que sumaron 598 millones de dólares, podrían cubrir el subsidio medio de paro de 37.759 trabajadores durante un año, o casi el de un mes para los 531.363 empleados que sus empresas han despedido.
El estudio señala que con estos datos se desmiente que el sueldo de los directivos de las grandes empresas haya sufrido recortes con la crisis económica, ya que por término medio se han mantenido igual que el año anterior cuando no se ha incrementado. Por el contrario, el sueldo real de los trabajadores estadounidenses es inferior a lo que ganaban en la década de los años setenta. En aquellos años, pocos ejecutivos ganaban 30 veces más que sus trabajadores, mientras que el año pasado, los presidentes ejecutivos de las principales corporaciones de EEUU ganan un promedio de 263 veces la remuneración media de los trabajadores estadounidenses.
El informe, elaborado por Sarah Anderson, Chuck Collins, Sam Pizzigati y Kevin Shih, pone de manifiesto que muchos consejeros delegados suprimen empleos para impulsar los beneficios de su empresa a corto plazo y aumentar sus propios sueldos. Además, cinco del medio centenar de empresas que más empleo recortaron, recibieron fondos públicos para superar la crisis financiera.
El consejero delegado de American Express, Kenneth Chenault, tuvo el pasado año ingresos por valor de 16,8 millones de dólares, en los que se incluye una bonificación de 5 millones, mientras se reducían unos 4.000 empleos. El que más ganó fue Fred Hassan, de la farmacéutica Schering-Plough, al que se pagaron 33 millones de dólares tras la fusión con Merck a finales de 2009, y que trajo consigo una reducción de 16.000 empleos. Con los 50 millones de dólares que consiguió Hassan en 2009 se podría pagar el subsidio medio por desempleo de los despedidos durante casi tres meses.
El consejero delegado de Johnson & Johnson, William Weldon, logró 25,6 millones de dólares, mientras se recortaban 9.000 empleos, y el ex consejero delegado de Hewlett-Packard, Mark Hurd, implicado en un escándalo sexual con una ex contratista de esa empresa, recibió más de 28 millones de dólares al abandonar el cargo el pasado mes, que se suman a los 24,2 millones que logró el pasado año, cuando esa empresa recortó 6.400 empleos.
Foto de W.Eugene Smith