Voy a recomendaros dos libros: uno, Los grandes placeres, lo firma Giusseppe Scaraffia (…)
y ha sido editado por Periférica; el otro es la historia del padre de Alejandro Dumas, un general negro en las Guerras Napoleónicas, El conde negro, de Tom Reiss, publicado por Anagrama.
Los grandes placeres, del italiano Scaraffia, me acompaña en un día de playa soportando el tintineo de las pelotas en las palas de un papá pesado con furor abdominal. Mi madre lee al insoportable que prefiere, cuyo apellido pluraliza el nombre de la virgen y que solo lo soportan las señoras ilustradas de buena posición.
El libro de Scaraffia, del que ya leímos su Diccionario del dandi, es de amena y facilísima lectura, en el que el autor nos va contando cientos de anécdotas de cientos de personajes, preferentemente artistas y escritores. Es un libro como para comérselo, como para estudiárselo, pues es un master para entretener en tertulias y reflexionar sobre asuntos divinos de todo tipo. Desde el chocolate al champán, de los quesos a los besos, de la bonhomía a la morfina. Repasa el autor con pensamientos y comentarios los distintos placeres que pueden, que deben, disfrutarse en una vida. Se lee maravillosamente, es un verdadero placer leerlo, valga la redundancia a su título, pero hay que calificar a este libro con verdadero gozo lector. 
El otro, El conde negro, de Tom Reiss, es la historia del negro padre del padre de la literatura romántica francesa. Fue Premio Pulitzer en 2013. Me lo ha enviado el gran librero José Luis Martín, de la Biblioteca de Babel, en Palma de Mallorca, una de esas librerías fantásticas.
El caso es que la historia que se cuenta en este libro son las vidas del padre de Alejandro Dumas, el de El Conde de Montecristo Los tres mosqueteros. Un mulatón de origen dominicano, haitiano, y nobleza relativa por parte de padre, pero tan francés como el resto de los franceses, y que tuvo una vida cuyas aventuras inspirarían a su hijo contándose en el libro de forma muy amena, de verdad, muy amena. El encanto personal del personaje y el tratamiento del mundo del dieciocho, revolucionario y napoleónico es muy muy bueno.
Avezado espadachín miembro de los dragones de su majestad la reina, cuerpo que cuidaba de la seguridad de la monarca, y que suponía una unidad especializada dentro de los distintos ejércitos franceses. Lo de dragones era por el arma corta que llevaban que escupía pólvora como lo hacen esos feísimos reptiles con sus venenos, porque por lo demás ellos iban muy bien vestidos con sus casacas azules y ese chic francés en la vestimenta con el que solo compiten los ejércitos austrohúngaros de blanco casi siempre. Nuestro protagonista que trató de tú a tú con Napoleón, formaría la Legión Negra en defensa de la Revolución, y a pesar de sus triunfantes maniobras bélicas se le llamaría Monsieur l´Humanité.
El autor hace un muy buen recordatorio de aquellos momentos tan momentazos de la Historia sin pedanterías intelectuales. Hay aventuras, lances, anecdotario entretenido de un hombre muy especial, fiel a todo y controvertido como ninguno. Novela esta publicada por Anagrama en su estupendo catálogo de Biblioteca de la memoria que, ya os digo, os servirá de repaso de aquel tiempo y que nos cuenta la historia de un hombre-hombre.