Ariel Aloi (Lanús, Buenos Aires, 1984) es un escritor y autor teatral que trabaja en un hospital de Quilmes. Es autor de Las edades de la lluvia y Aviones de papel. Hoy nos habla sobre su reciente trabajo que está en proceso de publicación, la nouvelle El teorema de los pájaros. Aloi nos cuenta que trabajar en un hospital es estresante y nada sencillo. A menudo ve muchas situaciones extremas de personas que llegan al hospital. Sin duda estas historias le han servido de inspiración a la hora de escribir.
El teorema de los pájaros, ¿cómo fue la elección de dicho título y a qué hace referencia?
La elección del título de la nouvelle es una referencia metafórica de la física del vuelo y, específicamente, del vuelo de las aves. La historia transcurre en un bar de Plaza Constitución (Buenos Aires), de nombre Les Oiseaux, que está inspirado en el viejo “Tren Mixto”, lugar donde decenas de veces he parado a escribir y a tomar un café. Frente al bar ficticio, una de las protagonistas, Smyrna, se suicida, y antes de arrojarse de un primer piso, dice algo así:
“—Sería terrible que dijeran de mí: «Intentó autoeliminarse, pobre enferma». Que digan, sorprendidos, los que todavía se animan a vivir: «Intentó volar, Buenos Aires huele a mierda, a tristeza y a final».
Lo cierto es que, en realidad, no se sabe a ciencia cierta si se suicida, a pesar de que empiezo relatando su muerte. Luego, a Aldar, el protagonista, le sale una pluma en un brazo, por lo que sospecha que comienza a convertirse en pájaro. La relación entre el posible suicidio y la transformación de Aldar se explica en el desarrollo del libro. Puedo decir, para no adelantar mucho, que el deseo de volar recorre cada página.
Este es tu cuarto libro, ¿Qué relación tiene El teorema de los pájaros con Aviones de papel o Vidas y peatones?
Creo que todos están relacionados, principalmente en lo que respecta a la crítica social. Sin embargo, El teorema de los pájaros es casi un experimento, porque sin abandonar la crítica social, lo he llevado a límites insospechados en el uso de la metáfora. Es decir, no hay una crítica directa, una denuncia, sino una historia bastante surrealista que da lugar a diferentes interpretaciones. Algo que también los relaciona es que en todos mis libros aparece la temática del vuelo. En Vidas y peatones hay un cuento de título Un avión de madera, dedicado a mi abuelo Miguel Angel Bidegain, que es un poco el comienzo de la historia de la nouvelle Aviones de papel. Y El teorema de los pájaros cuenta la historia de un hombre que empieza a convertirse en pájaro.

Ariel Aloi
¿Crees que entre tu primer libro y este ha habido un cambio de estilo y/o género?
No sé si un cambio radical de estilo, que puede variar por decisión propia, pero sí una maduración. O, al menos, esa es la sensación que tengo. Una vez un escritor me dijo que siempre se escribe igual, pero no creo que sea cierto. El tiempo va agregando cosas, la imaginación va explotando de diferentes maneras y las emociones –más allá de la técnica- tienen un rol que no siempre es el mismo. Creo que el complemento de estos aspectos hace que el estilo o los estilos se vayan profundizando para bien o destruyendo para mal.
¿Cómo surgió este libro, hubo una temática la iniciativa de un cuento principal u otra obra? ¿El proceso de escritura fue durante la cuarentena?
Hace aproximadamente cuatro años que no publico ningún libro, ya que, luego de la edición de Aviones de papel en México, me volqué de lleno a la dramaturgia y a la dirección teatral.
El teorema de los pájaros lo empecé a escribir hace años, lentamente, a pesar de ser un libro corto. Creo que el principal motivo, para ser franco, fue la tristeza, y en él fui volcando gran parte de esas emociones. En la cuarentena lo terminé, algunas partes las reescribí y otras directamente las metí en el cesto de basura. El proceso final fue bastante intenso ya que, desde el comienzo de la pandemia, debí combinar mi oficio de escritor con mi trabajo de auxiliar en el Hospital Iriarte de Quilmes. A decir verdad, la literatura me aportó el oxígeno que me sacaba la guardia de emergencias. Esta connotación negativa de mi trabajo no puede ni debe tapar a las excelentes personas que he conocido en el hospital y que, de alguna manera, también han aportado a mis historias.
¿Porque escribe Ariel Aloi?
Escribo porque es una de las pocas cosas que me hace feliz.
¿En qué momento, dónde o cómo se da el proceso de creación literaria?
El proceso de creación literaria se da en cualquier lugar. El problema es que uno no siempre tiene dónde escribirlo. A fin de cuentas, todo lo que voy creando en el día y en la noche llega del modo que sea a mi escritorio, frente a mi computadora, donde todo se ordena. La música me ayuda muchísimo a concentrarme y a desconectarme del mundo exterior.
¿Cómo ves la literatura contemporánea en Zona sur y alrededores y resto del país?
Mi particularidad es que no he logrado una relación estrecha con otros escritores y escritoras. Es posible que esta situación tenga relación con un proceso general caracterizado por lo gris en la creación y la explosión artística. Deseo que esto cambie, porque estoy convencido que la literatura, si conmueve, si nos hace volar, puede ayudar a cambiar el mundo y el mundo necesita cambiar urgentemente.