Detalle de Pierre Commoy y Gilles Blanchard

Jorge
Sagrera nació en  San Pedro (Buenos
Aires), en 1953 y  se licenció en
Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario. Autor de El ojo del ciclón cuentos (Grupo Editor Latinoamericano, 1995). El Fondo Nacional de las Artes le
concedió el primer premio a su novela El
talón de Esaú
(Grupo Editor Latinoamericano, 1996). Escribió el guión del
Documental Malvinas 1982-1998 que
consiguió el primer puesto en la categoría 3 de los Premios ATVC (Asociación
Argentina de televisión por cable). Entre otros libros es autor de los libros de cuentos, Idos; Niños y Descoloridos (La máquina del tiempo, 2006); Los corderos imperfectos (editorial La
máquina del tiempo, 2010) y Los últimos polvos de la
estrella
(editorial La máquina del tiempo, 2011). En 2012 la Editorial
Académica Española (EAE) publicó su ensayo de Hermann Hesse a Paulo Coelho, o Siddharta en los tiempos de El
Alquimista. 
En abril de 2012 publicó en la web  La
vida de Gloria Dixit
 Esta novela guionada salía  dos veces por semana, en principio  este personaje de Gloria fue creado para
interactuar en Facebook. Enseguida llamó la atención de sus seguidores y  así fue como Jorge Sagrera decidió
escribir esta novela. 


¿Cómo
surgió la idea de la novela Gloria Dixit? 
Gloria Dixit es un personaje que diseñé para
interactuar en Facebook. Los datos de su perfil indican que nació en 1940 en
Balcarce, Argentina, y que actualmente vive en San Pedro.
A través de las publicaciones, los visitantes se
fueron enterando de que Gloria transitó y vivió algunos hitos de la década de los sesenta.
Hemos leído que estuvo, entre otros sitios, en los EE.UU. con los beatniks; en
París en plena efervescencia del Mayo francés y en Checoslovaquia en la
Primavera de Praga.
En un determinado momento algunos de los amigos de
Facebook de Gloria Dixit comenzaron a escribir mensajes de este tipo: “¿Para
cuándo la novela de la vida de Gloria?” o “¿Para cuándo su vida?”.
Transcurrido un tiempo, decidí darle paso a este
pedido y fue así como imaginé esta forma de escribir “la vida de Gloria Dixit”.
El guión es un fragmento de la vida de ella. No es
estrictamente un guión, es un híbrido con novela. Porque los que lo leen son
primeramente ‘lectores’ y no ‘espectadores’ y la idea es que pasen un buen
rato. Es decir, que la lectura sea entretenida.
La ‘película’, que podía leerse en el Facebook de
Gloria Dixit y en el blog: http://www.gloriadixit.blogspot.com/
, está ambientada, fundamentalmente, en 1968 y las locaciones son San Pedro,
Argentina, París y Mallorca.
¿Cuánto
tiempo te llevo escribirla? ¿Cuántos capítulos eran?
Comencé a escribir este guión, que tuvo las
características de los antiguos folletines, en diciembre de 2011 y lo terminé
en abril de 2012.
Las entregas (tres escenas
cada vez) fueron semanales: se publicaban los miércoles y los domingos. Los
capítulos, en realidad escenas, las iba escribiendo casi en vivo. No había
mucho tiempo para corregir.
¿Cómo
será la publicación de  tu novela Gloria Dixit en versión papel es lo
mismo que salió en la web o esta es una versión más completa?
Es la misma versión. Aunque me tomé todo este
tiempo, porque en esos cinco meses que duró la “película”, no había tenido la
oportunidad para releerla detenidamente.

Egon Eschiele. Friederike Beer, 1914

¿Cómo es la nueva novela en la que estás trabajando ahora?
Esta nueva novela o guión, está relacionado con el
viaje, de Gloria Dixit a Nueva York Soho, en el año 1966.
¿En qué
te inspiras?
La vida está en una permanente dinámica, es una
obviedad decirlo. Cada día, aunque se esté anudado a una rutina severa,  es diferente al anterior y al que
vendrá. Esta dinámica nos va modificando. Personalmente espero, sinceramente,
cambiar para bien. Digo esto de los cambios, porque sucede con mi literatura.
En El ojo del ciclón (cuentos
gestados entre el 90 y el 93) instituyo que subyace la siguiente  temática: el hombre no puede ser lo que
está llamado a ser por cuestiones ajenas a su existencia. Se trata de un hombre
sin control de la situación, sujeto al arbitrio de los vientos. En algunos de
estos cuentos puede percibirse que, personas o la vida misma (tal vez Dios),
conspiran contra la felicidad de los personajes.
Sin embargo, en El
talón de Esaú
(1995) sobrevuela otra temática: aquí puede leerse que,
intentar «saltar o saltear» la cruz, no es negocio. Entonces nos encontramos con otra actitud hacia lo Divino
y hacia los hombres. La cruz se acepta y se carga, como se disfruta y se goza
la Resurrección. El personaje de la novela, para poder ser lo que está llamado
a ser, tiene que aceptar ese cara y cruz que propone la natural  y necesaria dinámica de la vida.
Finalmente, en Los
corderos imperfectos
, se plantea otra cuestión. ¿Qué sucede con ese hombre
que con su no respuesta, con su no compromiso deja un blanco en la
historia? ¿Qué pasa con ese hombre que no consigue acertar el camino?… ¿Le
dará Dios da una segunda oportunidad? ¿Está comprometido Dios con la felicidad
del hombre?
Entonces, ésta es la evolución de mi literatura,
ésta es mi evolución interior.
En relación a los temas
que me habitan transcribo algo que escribí para referirme a mi libro de cuentos
Idos; Niños y Descoloridos:
Idos:
Son personajes que están al borde, cabalgando entre la normalidad y la locura,
si es que estos dos conceptos tuvieran fronteras o límites exactos. Tienen
relativa conciencia de estar en el momento justo equivocado, y no pueden hacer
mucho para remediarlo.
Niños:
Es propio de la vida los dolores en los niños. Son naturales. La cuestión está
en cómo cada uno de ellos se asoma otra vez a la vida luego de ese embate. Hay
que considerar, también, que esos dolores no sean antinaturales; o por decirlo
de alguna manera, que esos dolores sean evitables.

Cito, al respecto, unos párrafos de Camus y de
Dostoievski.
Hubiera
podido decir (sermón del padre Paneloux) que la eternidad de delicias que
esperaba al niño le compensaría el sufrimiento… ¿quién podría afirmar que una
eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano?
 La virtud de aceptación (del dolor) no
debía ser comprendido… como resignación, o como humildad. Se trataba de
humillación, pero que el sufrimiento de un niño es humillante para la mente y
el corazón, pero precisamente hay que pasar por ello.
… El
sufrimiento de los niños es nuestro pan amargo, pero sin ese pan nuestras almas
perecerían de alma espiritual.
Albert Camús. La peste.
Sin
embargo, ahí están los niños, ¿qué voy a hacer con ellos, entonces?
Escucha:
si todos hemos de sufrir para comprar con nuestro sufrimiento la eterna
armonía, ¿qué tienen que ver con ello los niños?
… se
daba golpes en el pecho con sus manitas, y en su maloliente encierro rogaba al
«Dios de los niños» con sus lágrimas imperdonables.
 F. M. Dostoievski.
Los Hermanos Karamázov.  
                   
Jorge Sagrera


Descoloridos: Son esos personajes que no terminan de definirse. Viven en una
habitual y cómoda tibieza. Tal vez, debida a una cierta pereza ante la dinámica
natural de la vida.
¿Cuántas
horas al día le dedicas a la escritura?
Mis horarios fijos son de 6.30 a 8.30, de lunes a
sábados; y luego por la tarde dos o tres horas, según me lo permitan el resto
de mis actividades.
¿Cuáles
son los escritores con los que vos te sentiste influenciado? ¿Por qué?
De adolescente leía los libros que había en la
biblioteca familiar: la colección Iridium: Verónica
al timón; Verónica estrella de cine
; también de la colección Robin Hood.
Además y sobre todo la literatura llamada paulina: la vida de San Francisco;
casi todo lo de Carlos Carretto; las Cartas de Nicodemo.
Así mismo recuerdo que leíamos revistas de Vida de
Santos, que podían retirarse gratuitamente del Colegio Parroquial. Otra
actividad era ir al Cine Club: mi hermana mayor nos llevaba a los más chicos a
ver películas del cine de Europa del este. No entendía mucho aquellas historias
sombrías en blanco y negro, pero sin duda han contribuido bombeando sangre a
mis venas literarias.
A leer algunos libros de espiritualidad sentía que
me relacionaba con el mundo, con Dios. Dicho de otro modo: sentía que rezaba.
Me preguntaba si este tipo de lectura no podía darse a partir de un texto de
ficción. Para mi alegría encontré, más adelante, la literatura de Dostoievski (Los hermanos Karamazov, por ejemplo)
Tolstoi (Los tres staretzi, entre
otros). O Salinger con  El cazador oculto o sus Nueve cuentos que, como salida, proponen
la sencillez de los niños o de los que son como niños.
También, y desde otra postura existencial, la
lectura de La Peste de Albert Camus,
me produjo una fuerte conmoción: era el gemido del hombre ante el silencio de
Dios. A pesar de su condición de ateo o de agnóstico sentí que, con la lectura
de esa novela, yo estaba rezando («Bien sé que el hombre es capaz de
acciones grandes, pero si no es capaz de un gran sentimiento no me interesa»).
Creo que ahí comprendí que, en sus vidas de escritores, se libraban grandes
batallas como la que protagonizó Jacob aquella noche, para conseguir (arrancar)
de Dios una bendición. También comprendí que yo me asemejaba a ellos y que
quería escribir historias que tuviesen que ver con esta necesidad del hombre de
ser lo que está llamado a ser.

Egon Schile. Autoretrato, 1910


¿Por
qué elegiste esta profesión y no otra? que es lo bueno y lo malo de ser escritor?
Suelo decir que escribir es como respirar. Me
gustaría poder respirar más horas por día. Es decir, el lugar del escritor, de
cualquier actividad artística en general está anudada a la utilidad. ¿Sirve?
(por otra parte podemos preguntarnos qué queremos decir cuando decimos que algo
sirve o no sirve). En la Revista Ñ del 11 de noviembre de 2006, Wolfgang
Schluchter advierte que, en Alemania, carreras como sociología van a tener que
luchar por la supervivencia. Habla de nuevas concepciones: las universidades
deben adaptarse a los requerimientos de las empresas. Se trata de la
comercialización del ámbito académico.
 Yo, a escribir, lo considero un oficio. El escultor trabaja con el
mármol, esculpiendo, dándole al martillo y al cincel hasta conseguir la forma
que imaginó. El escritor trabaja con las palabras.
¿Cómo
comenzó tu experiencia narrativa? ¿Podés señalar hechos, personas,  lecturas que hayan influido en tal
camino?
Mi experiencia narrativa, directamente relacionada
con la idea de publicar, tiene su origen en el año 1991. Sin embargo, antes, ya
venía escribiendo, registrando algunos sucesos simples, pero inabarcables e
inconversables en la diaria cotidianeidad, como por ejemplo: un amanecer camino
a la fábrica donde trabajé hasta el año 1999. Tengo una carpeta «El cajón
de las ideas», en la que conservo anotaciones de aquella época. De manera
que, entre los veinte y treinta años, dejaba asentado en hojas  sueltas la forma en que la vida me
llegaba.
De adolescente o de joven no tengo nada registrado:
ni en la mente ni en el papel. Sin embargo, ya habiendo publicado, compañeros
del colegio secundario, me recordaban que, por aquellos días, alguna redacción
mía se había abierto paso para ser considerada por la profesora de Castellano.
El hecho que posibilitó que me decidiera por la
escritura con la intención de compartirla con los demás, fue el siguiente: como
dije antes, trabajaba en una fábrica, en la sección contaduría. Había ingresado
en el 79.  Se trabajaba mucho. En
ocasión de los cierres mensuales estábamos adentro de la fábrica casi  catorce horas. Cuando me casé y tuvimos
hijos, se hacía duro el ritmo de trabajo. Luego de diez años, y gracias a un
negocio familiar, decidimos dejar la fábrica. Corría el año 1989. Comencé a
encontrarme con tiempo libre: estar al mediodía en casa significaba un
momento  invalorable.
Por aquellos días mi hermano me alcanzó un libro, La elección, de  Og Mandino. La historia trataba de un
hombre que trabajaba en una oficina y dejaba su trabajo para dedicarse a
escribir. Remontando las opiniones contrarias el hombre se compraba un faro y
se instalaba ahí para encarar su nueva actividad. Obviamente le fue muy bien.
Esta novela me produjo gran impacto. Corría el año 1991. Luego supe que, a este
tipo de literatura, algunos la consideraban menor. Es más, si ahora tuviera que
leerla, me costaría. Posiblemente esté mal escrita, a lo que hay que agregarle
las traducciones que suelen ser inadecuadas para este lado del planeta. Sí es
justo señalar que, a partir de este libro, yo decidí comenzar a escribir para
compartir con los demás. Dicho de otro modo: comencé a pensar en publicar.
Cuando tomé esta decisión, tuve la gracia de que
alguien me recomendara asistir a un taller literario: y lo hice. Viajaba a la
Capital cada quince días. Los frutos de esta siembra se vieron a los tres años.
A partir de ahí obtuve algunos reconocimientos, luego participé en concursos de
libros de cuentos y me fue bien y así pude publicar mi primer libro, El ojo del ciclón (1994). Para llegar
hasta aquí tuve que remontar serias dificultades con mi ortografía y mi
sintaxis (todavía arrastro algunos errores). También, entre otras cuestiones,
tuve que aprender a no imponer un clima, sino a sugerirlo. De manera que tuve
que trabajar para conseguir mi estilo
y mi voz narrativa.

Jorge Sagrera presentará «Gloria Dixit, su película», en la Feria del Libro de Buenos Aires 2013. La
presentación se llevará a cabo el martes 30 de abril y el miércoles 1 de mayo,
a las 20.00 y a las 14.00 respectivamente, en los stands 116 y 118 del Pabellón
Azul de La Rural.