Había pequeños pasos marcados con tierra, la puerta estaba
entreabierta y aproximadamente a la altura de 80 cm había una marca, también
con tierra, de cuatro dedos.
En cuanto pudo salir de su shock Emma comenzó a revisar la casa
para ver si había alguien allí, aunque los pasos iban hacia afuera. Estaba todo
en orden y April dormía plácidamente en su carrito.
¿Cuándo había entrado esa cosa? Porque un niño no era.
Además la huella tenía cuatro dedos… Esto no se podía poner
peor.
(María Isabel Ríos, Secretos)

Por el traslado de su familia desde
Argentina a Francia cuando ella apenas tenía dos años, María Isabel Ríos
(Buenos Aires, 1985) aprendió a hablar francés antes que español. Cuando a
los seis años regresó a su país natal, despertó su rebeldía por el cambio de
residencia y de idioma. Así, empezó a escribir sus primeras rimas como protesta
y después nació su pasión por la literatura. Poseedora de un punto de vista
diferente, necesita siempre expresar su creatividad sea cual sea la modalidad
artística (dibujo, canto, etc.). Ahora nos explica cuál fue el proceso de
creación de su primer libro, Secretos, en el que su protagonista,
Emma, descubre un buen día que es una “media sangre”, mitad humana,
mitad mágica…
¿Cómo surgió la idea para este libro?
La historia se me ocurrió una noche
mientras intentaba hacer dormir a mi hija. Durante las noches siguientes seguí
imaginando y al cabo de un tiempo decidí que quería escribir un libro sobre eso.
¿Cuánto tiempo te llevó escribirlo?
La idea se generó hace tres años; ahí
empecé a investigar, ya que transcurre en Tallahassee (Estados Unidos),
pero este año me decidí y tardé dos meses y medio en escribir el libro.
¿Por qué elegiste este título?
En la vida de la protagonista es como
si se abriera una grieta, a través de la cual se empieza a filtrar mucha
información sobre su verdadera identidad, pero también sobre la verdadera
identidad de los que la rodean. Así que, básicamente, ella empieza a develar
los secretos que la rodean, que son muchos. Me resultó bastante fácil llegar a
ese título; solo tuve que conectarme con la esencia de la trama.
¿En qué te inspiraste?
Como te contaba, la historia surgió
en el cuarto de mi hija. Mi técnica para dormirla era quedarme en silencio un
rato largo y, la verdad, me aburría mucho. Así que empecé a fantasear y una
cosa llevó a la otra. Hay muchos hechos autobiográficos que me inspiraron y que
fueron un ancla en la trama, por ejemplo, la muerte de mi padre, que está
relatada tal cual sucedió. Las personas que me conocen quedan impactadas al
leer esa parte. A mí me gustó porque a partir de un hecho traumático pude crear
algo distinto y eso me deja una enseñanza muy grande sobre la vida: siempre
pasan cosas malas pero cada uno tiene el poder de transformarlo para bien o
para mal.
¿A qué tipo de público te diriges?
Depende cómo lo interpretes. Como
trama, es para adolescentes en adelante, pero hay un mensaje entre líneas que
apunta más a un público adulto.
¿Cuáles son tus autores preferidos?

 

Mis autoras preferidas dentro del
género fantástico son J.K. Rowling, porque me resulta magnética la
manera que tiene de relatar y sorprender al lector; y Amanda Hocking,
porque tiene una manera muy fresca de narrar y mantener la tensión y la
expectativa a lo largo de la trama. Fuera del género me encanta Agatha
Christie
, especialmente el personaje de Miss Marple, me gusta mucho cómo se
mantiene el misterio hasta que ella ata todos los cabos sueltos. Otro autor que
me fascina es Paulo Coelho, que te atrapa tanto con las historias como
con los mensajes profundos de sus libros.