
Retrato de Evelyn Waugh por Lamb
Fue un escritor inglés canónico y por tanto esnob y elitista, lo que hizo de él un personaje soberbio y que hoy día definiríamos como políticamente incorrecto. Hablamos de Evelyn Waugh (1903-1996), del que han aparecido en las librerías inglesas los cuatro primeros volúmenes de sus obras completas, que incluyen los primeros años de su diario.
Editadas por la Oxford University Press, dentro de un proyecto que empezó a gestarse en el 2009 de la mano del sobrino del escritor inglés y varios estudiosos de su obra, la colección estará compuesta por 43 volúmenes, de los que se han publicado cuatro: La biografía que Waugh escribió en 1926 del pintor prerrafaelita Dante Gabriel Rossetti, Rossetti, His life and Works; su segunda novela Cuerpos viles (1930), editada por Martin Stannard y A Little Learning, su autobiografia hasta los 22 años.
Pero lo que más nos interesa de una personalidad como la suya son sus Personal Writings 1903-1921: Precocious Waugh, editados por Alexander Waugh y Alan Bell. Este libro es el primero de los doce volúmenes de sus escritos personales que serán publicados dentro de estas obras completas. En este volumen se nos enseña un retrato inédito del joven Waugh hasta el 1921, año que dejó el colegio para ir a Oxford a estudiar Historia moderna en la Universidad de Oxford.
Aquí ya intuimos el carácter incisivo e irónico de su personalidad y donde nos cuenta sus lecturas, la vida en el colegio, las diferentes vicisitudes, la importancia del deporte, y la vida y milagros de sus amigos.

Anthony Andrews, Diana Quick and Jeremy Irons en la serie de televisión Regreso a Brideshead
Vemos a un joven enérgico, curioso, vitalista, seguro de sí mismo y dispuesto a defender sus ideas, incluso a puñetazos. Un ambiente que le servirá para escribir sus posteriores y exitosas novelas, como Regreso a Brideshead aunque con ojos mucho más críticos.
El escritor consideró estos diarios ingenuos y pretenciosos. Al releerlos para escribir su autobiografía, afirmó que “era frío y sin corazón, arrogante, insensible, presuntuoso, un canalla”. Y añadió que le gustaría que en ese diario se ·disimulase una naturaleza mas generosa”. Desde luego Waugh no gozó de muchas simpatías debido a su carácter, aunque no le faltaron encendidos defensores y detractores.
Misógino, antisemita y reaccionario, fue siempre un hombre infeliz, una de las razones de su conversión al catolicismo según los estudiosos de su obra, y al que las preferencias de su padre, el editor y crítico literario Arthur Waugh, hacia su hermano mayor, el también novelista Alec Waugh, le amargó la infancia. Posteriormente su primera mujer le abandonó por otro, aunque Waugh se casó después con Laura Herbert con la que compartió su vida.
El diario fue siempre importante para Evelyn, que lo empezó a escribir con siete años, y con raras interrupciones lo seguirá haciendo hasta una año antes de su muerte.
Durante esta primera etapa, Waugh veía con simpatía al cinismo, que considereba como algo moderno y seductor. Incluso llegó a fundar con otros amigos del colegio una revista titulada “El cínico”. Todo ello se trasluce en su diario, pero aunque mordaz e irónico, también sabía leerse a si mismo, para lo que tomaba distancias, lo mismo que de su mundo y como si fuese un viejo sabio. Dos cosas no se pueden negar a Evelyn Waugh: la sinceridad y haber sido uno de los escritores mas precoces de la historia al escribir con siete años su primer texto, La maldición de la carrera de caballos, y empezar un diario.
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