Foto de Patrizia Burra
La escritora surcoreana Han Kang captó la atención del mundo literario anglosajón en 2016 cuando su novela La vegetariana ganó el prestigioso Premio Internacional Man Booker. Este premio contribuyó de una manera decisiva a su posterior éxito literario internacional. Aunque el Premio Nobel de Literatura casi siempre consigue sorprender con el galardonado y no olvida la corrección política, es interesante analizar la obra de esta autora para ver hasta qué punto el premio es merecido.
Nacida en Gwangju (Corea del Sur) en 1970, Han Kang creció en una familia de entusiastas de la literatura; su padre era un conocido novelista. Estudió literatura coreana en la Universidad Yonsei de Seúl. Como escritora, ha publicado varias novelas y relatos cortos desde su debut a mediados de los noventa. Sin embargo, fue La vegetariana, publicada por primera vez en Corea del Sur en 2007 y traducida posteriormente al inglés (que abre la puerta a todos los idiomas) la que la catapultó.
En español fue publicada en 2017 por la editorial Rata, traducida por Sunme Yoon, de origen coreano pero criada en Argentina. Su editora Iolanda Batallé dijo que la conocía antes del premio y que siempre había deseado publicarla. La novela se presentó en Madrid en marzo de ese año con la presencia de la autora que comentó que el galardón británico y las ventas que la novela estaba obteniendo era una especie de “revancha» después de que la novela tuviera poco éxito en Corea.
La vegetariana está protagonizada por Yeonghye, una mujer a la que su marido eligió para que fuese una esposa corriente. Un día decide dejar de comer carne como rechazo a una humanidad que le resulta extraña. Yeonghye intenta llevar su decisión hasta el final y trata de transformarse en una planta. La silenciosa rebelión de Yeong-hye contra las normas sociales perturba sus relaciones y provoca su colapso psicológico. A través de una prosa onírica, la novela indaga asuntos como el patriarcado, la autonomía corporal, la salud mental y las intersecciones entre violencia y deseo.
La trama está narrada a través de su marido, su cuñado y su hermana que no entienden lo que hace Yeonghye. Ella carece de voz en la novela salvo a través de sus pesadillas o acciones por lo que son los familiares quienes, en las tres partes del libro, cuentan sobre el cambio que se produce en su vida.
Las obras posteriores de Han Kang también han abordado temas difíciles y complejos, como una novela no traducida al castellano, Actos humanos (2017) que narra un sangriento capítulo de la historia de Corea del Sur en el que las fuerzas militares mataron en 1980 a civiles que protestaban contra el régimen autoritario. Los libros de Han Kang se caracterizan por la violencia, los traumas, la alienación y la fragilidad humana, y el sufrimiento de las personas atrapadas en sistemas opresivos.

Han Kang
El Premio Nobel
En cuanto a la concesión del Premio Nobel de Literatura 2024, el comité que lo concede siempre juega a la contra. El hecho de ser mujer no es significativo porque desde la creación del premio en 1901, sólo 18 de los 121 galardonados con el Nobel de Literatura han sido mujeres. Esta estadística pone de manifiesto un desequilibrio de género que viene de lejos, aunque en los últimos años se ha producido un aumento del número de mujeres galardonadas, como Olga Tokarczuk en 2018 y Annie Ernaux en 2022.
En el caso de Han Kang, aunque La vegetariana contiene críticas implícitas a las normas patriarcales, no es un texto feminista didáctico, sino más bien una exploración existencial de la identidad y la resistencia.
Tampoco era una autora perfectamente desconocida, como se comprueba de que tuviera casi toda su obra traducida al inglés. En castellano tenía dos novelas y otra en catalán. Pero desde luego es la primera autora asiática y la más joven de todos los premios Nobel (53 años). Dicho esto, podríamos concluir que la autora reunía más o menos los mismos méritos que el resto de favoritos para que se le concediese el premio.
Corrección política y premios literarios
La cuestión de si los planteamientos políticamente correctos podrían haber influido en el posible reconocimiento de Han Kang para el Premio Nobel es más compleja. En primer lugar, debemos aclarar qué se entiende por «políticamente correcto». El término se ha utilizado de diversas maneras, a veces para describir los esfuerzos por ser inclusivos y sensibles a las voces marginadas, pero también se emplea con frecuencia para sugerir la complacencia con ideologías políticas liberales o progresistas, según el lado de quien critique lo políticamente correcto del otro campo y que gozan del favor de una u otra tendencia en el discurso cultural.
Es innegable que las novelas de Han Kang abordan importantes cuestiones políticas y sociales, como los efectos persistentes de la dictadura, la censura y la violencia. Aunque estos asuntos tienen cada vez más eco entre unos lectores muy sensibles a las cuestiones de los derechos humanos, la obra de Kang explora la vulnerabilidad humana en situaciones extremas.
Es cierto que el Premio Nobel ha concedido a menudo el premio a escritores cuyas obras tratan cuestiones políticas o sociales. Por ejemplo, la galardonada de 2015, Svetlana Alexievich, fue reconocida por sus relatos orales que documentan la vida en la Unión Soviética y en los estados postsoviéticos, y el galardonado de 2021, Abdulrazak Gurnah, fue celebrado por sus escritos sobre el colonialismo y la migración. El Premio Nobel de Han Kang puede verse en parte a través de una lente similar. Sin embargo, atribuirlo sólo a estas cuestiones socavaría el mérito literario y la profundidad filosófica de la obra de Han Kang.

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