Estudiantes universitarios en Madrid, 1969
El escritor Andrés Berlanga, autor de la novela Pólvora Mojada (publicada en edición íntegra por Drácena, en 2024) publicó en 1984 La Gaznápira, de la que se editaron once ediciones y en 1994 fue incorporada a la colección de clásicos de Austral. La Gaznápira fue la primera novela en la que se trató la extinción de la cultura rural en la España de los años sesenta por la despoblación, así como la pérdida de su léxico, que va en paralelo al ascenso de la protagonista femenina. La primera novela de Berlanga, Pólvora Mojada, se centra en las protestas universitarias de 1969.
Andrés Berlanga (Labros, Guadalajara, 1941- Madrid, 2018) fue periodista, profesor de la Escuela de Periodismo de Madrid, y trabajó la mayor parte de su vida en el área de comunicación de la Fundación Juan March. También fue editor de la revista “Saber leer”. Novelista más bien ocasional, su primer libro fue de relatos, Barrunto, publicado en 1967. Le siguió Del más acá , una colección de cuentos en 1988 y Sucesos (2013), con cincuenta relatos inspirados en las páginas de sucesos donde trataba de construir un mosaico de la España contemporánea y “desvelar la corrupción y mentira y la prepotencia de los tiempos actuales”, según escribe en el prólogo de Pólvora Mojada, Soledad Alcaide.
La primera edición ¨Polvora mojada” fue publicada en 1972 por la editorial Destino. La edición de Drácena incluye en las notas a pie de página las diferentes supresiones que se hicieron al texto original por parte de la censura, e incorporan un interesante apéndice documental recopilado en su momento por Andrés Berlanga con documentos y octavillas generados en torno a las movilizaciones estudiantiles tanto desde la oposición militante como de las instituciones o el aparato de represión.

La novela hace un retrato del movimiento estudiantil, más escéptico que desencantado, ironiza sobre las protestas estudiantiles y no cae en la hagiografía del militantismo. Todo ello le proporciona un aire actual donde la perspectiva histórica ayuda a una mayor objetividad de lo que se cuenta.
La trama es el relato de cuatro días durante las revueltas estudiantiles de 1969 a través de las vivencias de un grupo de jóvenes, cada uno con voz propia, de diversos orígenes geográficos y sociales. Tenemos a Pedro Luis, “el batallitas”, Loren, un aspirante a periodista, Paco un becario de origen modesto, Güili de clase alta, exalumno del Colegio del Pilar que se ha “concienciado” ayudando a los desfavorecidos en un suburbio, además de Laura y Chon. El grupo, autodenominado FAT, pretende el cierre de la Universidad mediante la voladura del Pabellón de Gobierno de la Universidad Complutense coincidiendo con la reunión de la Junta de gobierno.
En aquellos años la universidad española era un espacio de efervescencia, lo que no ocurría en el resto de la sociedad salvo en ciertos ámbitos industriales, y donde proliferaban las manifestaciones y diferentes grupos de activistas, además de la policía política infiltrada entre los estudiantes, grupúsculos de extrema derecha y extrema izquierda.

La facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid durante el concierto de Raimon el 18 de mayo de 1968.
En el plano general, desde mediados de los años sesenta el régimen dictatorial de Franco empezó a encontrarse con una oposición real en los medios estudiantiles, donde fue ganando peso el ilegal Sindicato Democrático de Estudiantes, así como otros diversos grupos más politizados, y en algunos casos radicalizados tanto en la inspiración ideológica como en la elección de los medios de acción.
La presencia permanente de la policía en la Universidad, las algaradas casi cotidianas, sucesos como la muerte del estudiante Enrique Ruano cuando se encontraba bajo custodia policial, el asalto al rectorado de la Universidad de Barcelona por enfervorecidos izquierdistas con quema de la bandera y defenestración del busto de Franco, o el intento de incendio de la universidad vieja de San Bernardo por un grupo de inspiración “guevarista” hicieron que el régimen franquista, inquieto por las noticias que llegaban de Francia con su mayo de 1968, diese un paso más en la política represiva que ya venía aplicando y proclame el Estado de Excepción en enero de 1969.
El Estado de Excepción será un decreto prorrogable al gusto del Gobierno prohibiendo o limitando la circulación de personas y vehículo en horas y lugares determinados, ampliando los plazos de detención de los sospechosos, ampliando la capacidad de la policía para realizar registros domiciliarios, posibilitando la censura previa incluso de los espectáculos …en definitiva daba una vuelta de tuerca más a la previa condición de dictadura del régimen por si a algún despistado se le había olvidado quien mandaba en España.

Los estudiantes universitarios Lola González, Enrique Ruano (muerto a manos de la polícia en 1969) y Francisco Javier Sahuquillo, en una foto de finales de los años 60
La novela, bien construida, se lee con interés y recrea también un cierto retrato costumbrista del Madrid de finales de los años sesenta donde en las escaleras huelen a repollo y los universitarios, entre ocupaciones de facultades, carreras y algún encontronazo con la policía, toman unas cervezas en el bar “El quinto toro” o acuden a los comedores universitarios del SEU, último vestigio del sindicato oficial, mal llamado “el palacio del hambre”, puesto que del primer plato, un potaje por lo común, se podía repetir cuantas veces se quisiera.
Otros hábitos eran los de estudiar y leer en la Biblioteca del Instituto Nacional de Previsión, comprar libros usados en la Cuesta de Moyano o ir al cine. Madrid entonces era una ciudad plagada de cines de sesión continua desde las diez de la mañana, como el Alba, el Alexandra, el Rex, el Benavente, el Sol, el Postas…cines donde además del programa doble podían encontrarse otras cosas, como “los que se sentaban al lado y decían “chato metiendo el codo”, en el cine Carretas. O las prostitutas que ofrecían un “servicio” en el Pleyel. Pólvora mojada es una interesante recuperación de una novela olvidada, pero no menor

MADRID, 10/02/1969. – Vehículos aparcados frente a la Facultad de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. EFE
