Issey Miyake, bustier (1983)

 

La primera exposición que analiza la historia cultural de la moda y el psicoanálisis, «Vestidos, sueños y deseos: moda y psicoanálisis», se celebra en el Museum at FIT de Nueva York hasta el próximo 4 enero 2026. Se basa  en conceptos psicoanalíticos clave del cuerpo, la sexualidad y el inconsciente para interpretar casi 100 vestidos de distintos diseñadores, como Azzedine Alaïa, Gabrielle «Coco» Chanel, Willy Chavarria, Bella Freud, John Galliano para Christian Dior, Jean Paul Gaultier, Rei Kawakubo de Comme des Garçons, Alexander McQueen, Thierry Mugler, Rick Owens, Olivier Rousteing para Balmain, Sonia Rykiel, Elsa Schiaparelli, Jeremy Scott para Moschino, Jun Takahashi de Undercover, Gianni y Donatella Versace, Viktor & Rolf, Grace Wales Bonner, Vivienne Westwood y Yohji Yamamoto.

Comisariada por la directora y conservadora jefe del MFIT, la Dra. Valerie Steele, apodada «la Freud de la moda» por la crítica Suzy Menkes, la exposición es el resultado de cinco años de investigación y refleja el compromiso del museo con la investigación original y el pensamiento creativo sobre la importancia cultural de la vestimenta. Dress, Dreams, and Desire: Fashion and Psychoanalysis coincide con el lanzamiento del libro complementario de la exposición de Steele en noviembre.

 

Chaqueta de traje negra con bordados dorados en la parte delantera en forma de dos motivos simétricos similares a pájaros, rellenos con una rejilla de discos reflectantes plateados. Elsa Schiaparelli, chaqueta de noche, primavera de 1939. Francesca Galloway, Londres. Imagen © Francesca Galloway (Fotografía Katrina Lawson Johnston).

 

«El Museo del FIT se dedica a promover el conocimiento de la moda, y el psicoanálisis proporciona pistas importantes sobre el poder y el encanto de la moda, así como sobre la ambivalencia y la hostilidad que también atrae», afirma la Dra. Valerie Steele.

Organizada tanto cronológica como temáticamente, la exposición comienza trazando la relación histórica entre la moda y el psicoanálisis. La galería introductoria se abre con el estilo personal de Freud alrededor de 1900, así como sus ideas radicales sobre la sexualidad y el inconsciente, y sus problemáticas teorías sobre la relación «exhibicionista» y «narcisista» de las mujeres con la moda. A continuación, la exposición lleva a los visitantes a través de las décadas de 1920 y 1930, cuando el psicoanálisis se asociaba popularmente con la libertad sexual y personal, especialmente para las mujeres y las minorías sexuales. A diferencia de Freud, el psicoanalista británico J. C. Flügel envidiaba la libertad de las mujeres para adornarse y exponerse, mientras que Joan Riviere, una de las integrantes de una creciente cohorte de psicoanalistas femeninas, teorizó que la feminidad era una «mascarada» necesaria debido a los prejuicios masculinos… A partir de la segunda mitad del siglo XX, algunas feministas y activistas LGBTQ+ dejaron de rechazar a Freud como «el enemigo» y, en su lugar, abogaron por un psicoanálisis inclusivo y liberador.

 

Vestido de noche de Jeremy Scott para Moschino, mezcla de lana/seda y poliamida/nailon, otoño de 2014, Italia.

 

Tras esta visión histórica, la exposición continúa temáticamente con diversas interpretaciones de la moda a través del prisma de las ideas psicoanalíticas sobre los sueños, el deseo, la diferencia sexual y la muerte. Freud interpretaba la mayoría de los sueños como deseos sexuales disfrazados, visualizados por el vestido de barra de chocolate de Moschino, que evoca el principio del placer, el impulso de buscar el placer y evitar el dolor. Por el contrario, Carl Jung interpretaba los sueños en términos de arquetipos eternos del inconsciente colectivo. Mientras que muchos diseñadores representan el prototipo femenino de la reina o la amante, Rick Owens creó una colección más esotérica dedicada a las «sacerdotisas del anhelo». Más tarde, Freud iría «más allá del principio del placer» para incluir la pulsión de muerte, caracterizada por la agresión, la destrucción y el odio. Josephus Thimister hizo referencia a la matanza de la Primera Guerra Mundial en su colección «1915 Opulence and Bloodshed», mientras que Jun Takahashi, de Undercover, creó una colección con rosas y cuchillas de afeitar que podría interpretarse como una evocación de Eros (vida y amor) frente a Thanatos (muerte y destrucción).

 

Conjunto de Rick Owens, crepé de seda, cuero, organza y tul, primavera de 2009.

 

La exposición también explora el desarrollo de la imagen corporal y la identidad personal, a través del prisma de la teoría del estadio del espejo de Jacques Lacan —el proceso a lo largo de toda la vida mediante el cual un individuo desarrolla una imagen de sí mismo— y el concepto de Didier Anzieu del ego cutáneo, o el sentido del yo formado inicialmente a través de las sensaciones en la piel. La famosa chaqueta espejo de Elsa Schiaparelli, por ejemplo, podría interpretarse en parte en términos de su actitud ambivalente hacia su propia imagen en el espejo, o la imagen corporal creada a través de la internalización de la mirada del otro. Los estudiosos de la moda también han recurrido recientemente al ego cutáneo de Anzieu para interpretar la ropa como una segunda piel cambiante y renovable que proporciona protección tanto física como psicológica. La exposición investiga además las ideas psicoanalíticas sobre el objeto del deseo y el fetichismo sexual, así como la tendencia hacia la vestimenta no binaria y de género fluido, relacionada con la apertura contemporánea de la sociedad hacia la sexualidad y el género.

(Texto de los organizadores de la exposición)

https://www.fitnyc.edu/museum/exhibitions/dress-dreams-desire/index.php

 

Conjunto de Jun Takahashi, seda, poliéster, lana, algodón y nailon, otoño de 2020, Japón.