Edipo Rey. Producciones de Madrid, dirigido por Susana Verdú. Foto de  Luis Miguel Bugallo Sánchez

 

En la primera historia de detectives de la Historia hay un detective que debe investigar un crimen misterioso y, de vuelta en vuelta, finalmente descubre que él es el culpable. Esta es, de hecho, la trama de Edipo Rey de Sófocles (https://librosnocturnidadyalevosia.com/diez-libros-sobre-la-historia-de-las-nuevas-y-antiguas-epidemias/). Que se había convertido en rey gracias a su capacidad para resolver el enigma planteado por la Esfinge, pero que perderá el trono gracias a esa misma habilidad. Antepasado de los enigmistas y de los investigadores, por su sentimiento de culpabilidad al matar a su padre y aparearse con su madre, inspirará a Freud en su definición del “complejo de Edipo”, una de las teorías más conocidas del psicoanálisis. Historiador del teatro, profesor de la Academia de Bellas Artes de Perugia y autor de un reciente libro sobre la relación entre teatro y artes figurativas (https://librosnocturnidadyalevosia.com/la-candela-de-caravaggio-desde-paolo-uccello-a-burri-cuando-el-arte-da-espectaculo-nicola-fano/), Nicola Fano ahora ha escrito un libro sobre Edipo: Non è il caso. La vita secondo Edipo, “No es el caso. La vida según Edipo” (https://www.treccanilibri.it/catalogo/non-e-il-caso-la-vita-secondo-edipo/). Aquí observa además que es “verdaderamente singular que hace dos mil cuatrocientos años Sófocles imaginó una disputa sobre una cuestión de conducción, de precedencia”. Edipo, que pierde el control y reacciona con violencia contra quien no sabe que es su padre, “además huye sin ayudar a la víctima”, es en definitiva no sólo el primer investigador, sino también “un atropello y fuga” ante litteram.

 

 

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Héroe, por lo tanto, arquetípico, antiguo y moderno al mismo tiempo, Edipo siguió inspirando a autores a lo largo de los siglos: desde Séneca a Pasolini y Dürrenmatt hasta aquella Leyenda Dorada en la que su mito se transfigura en la historia de Judas. Pero es sobre todo Sófocles quien esboza su historia en las tres tragedias Edipo Rey, Edipo en Colono y Antígona, aunque a este “ciclo tebano” también pertenecen los Siete contra Tebas de Esquilo y las Mujeres feniciasde Eurípides. Si Edipo Rey es precisamente la primera novela policíaca, Antígona es también una obra clave en la historia del pensamiento occidental por haber abordado el tema de la contradicción entre la ley divina y la ley humana, prohibiendo la primera a la protagonista enterrar al hermano como traidor a su patria y, en cambio, la segunda se lo impone.

 

Nicola Fano

 

Fano observa que Sófocles no escribió las tres tragedias según el orden cronológico de los hechos. Antígona, la tercera de la triología, fue la primera representada, cuando el autor tenía unos cincuenta años. Después de los sesenta años escribió Edipo Rey, la primera de la secuencia. Y cuando aparece Edipo en Colono, la segunda de la serie, tiene noventa años. Tomando cada vez el punto de vista del protagonista basado también en su edad, Antígona es, por tanto, “la tragedia de la generación de los hijos abrumados por sus padres”, mientras que “Edipo Rey trata precisamente de la historia de un individuo obligado por la edad a hacer un balance de su existencia a través del que descubre que no todo cuadra”, mientras que “Edipo en Colono, finalmente, es el epílogo de la historia que sitúa la muerte en el centro, su búsqueda definitiva y tranquilizadora”.

 

 

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“Para todos, Edipo es el héroe trágico que desconoce su propia identidad, que sin saberlo mata a su padre, se casa con su madre y queda abrumado por el descubrimiento de la verdad”, recuerda Fano. “Pero su historia, un conflicto continuo entre voluntad y destino que pone en tela de juicio los temas de la culpa, la responsabilidad y la justicia, es mucho más rica y compleja de lo que recordamos: es la historia de una serie de coincidencias calculadas, tan pensadas que al final uno se siente tentado a decir que no puede ser sólo el azar lo que determinó la vida de este hombre. Que es, en última instancia -como nos sigue enseñando la tragedia griega después de 2.500 años- la de cada uno de nosotros».

 

Sófocles