El encuentro de una noche entre una veinteañera y un treintañero titulado Cat person ha obtenido un éxito inesperado en Twitter, donde se ha viralizado, tras ser publicado por el New Yorker https://t.co/Xmt3nPSgkj
Escrito por Kristen Roupenian (36 años) cuanta en tercera persona una cita que termina en la cama. Este cuento de una veintena de páginas ha sido el más leído en internet de la revista y se ha creado en Twitter una cuenta https://twitter.com/mencatperson, por parte de una lectora, que recoge las opiniones de los lectores del mismo.
La historia es simple. Chico y chica se conocen e intercambian teléfonos. Ella, Margot, veintipocos años, y él, Robert (34), empiezan a tuitearse. A ella le parece un hombre interesante y se esfuerza en gustarle con nuevos enlaces, fotos y frases.
Finalmente quedan y él la llama chica y la besa en la mejilla sin dar un paso más. Ella reanuda sus esfuerzos por gustarle. En la siguiente cita, él la besa y ella queda espantada de lo mal que lo hace. Y eso que es un hombre mayor que ella y se supone con cierta experiencia. Pero sin saber bien como Margot acaba en la cama de él, algo que ella no desea cuando se encuentra allí pero no sabe como retroceder.
El sexo es pésimo y después ven una película y él la lleva a casa. Lo peor es que al despedirse él la vuelve a besar con la misma falta de pericia que al principio. Él intenta quedar de nuevo y la bombardea con tuits pero ella ha decidido pasar página y no vuelve a verlo.
Un cuento sencillo, sin mayores complicaciones estilísticas ni formales, pero que pone el dedo en la llaga en las relaciones esporádicas surgidas al calor de las redes sociales. Tal vez el éxito de este cuento es el de hablar de algo que sucede a menudo y cuyos resultados, tanto para las mujeres como los hombres, no son muy satisfactorios. Porque mientras la cama va por un lado, la necesidad de sentirse querido, la importancia del juicio ajeno, la incomprensión que acompaña las relaciones entre mujeres y hombres y cien cosas mas van por otro, sin formar líneas paralelas ni perpendiculares.