Vamos a visitar Roma acompañados por uno de sus exalcaldes (https://tinyurl.com/wzm5ncf7/). Es lo que puedes hacer con Roma, camminando, “Roma, caminando”, libro de Francesco Rutelli (https://amzn.to/3eJO5q0). Nacido en Roma en 1954, Francesco Rutelli (https://www.francescorutelli.it/?id=2) ha sido durante mucho tiempo un destacado político italiano. Fue muy joven secretario del Partido Radical de Lazio en 1979 y del Partido Radical nacional en 1980. Encarcelado durante tres días en 1981 por una manifestación contra una central nuclear, diputado desde 1983, presidente del grupo parlamentario radical, reelegido en 1987, dimitió en 1990 para hacer de consejero regional y ceder el puesto a la futura comisaria europea y ministra de Exteriores Emma Bonino. En 1989, tras la decisión del Partido Radical de no participar más en ninguna competición electoral nacional promueve el nacimiento de los Verdi Arcobaleno, que en 1990 se fusionarón con los Verdes. Elegido con los Verdes diputado en 1992, líder del grupo, el 28 de abril de 1993 fue llamado a ocupar el cargo de Ministro de Medio Ambiente y Urbanismo en el gobierno de Ciampi, pero dimitió tras un día, contra la decisión de la Cámara de negar la autorización para proceder contra el ex Presidente del Consejo Bettino Craxi.
En diciembre fue elegido alcalde de Roma, y confirmado en 1997, año en que también fue nombrado por el gobierno Comisario extraordinario para el Jubileo del 2000. En 1998 estuvo entre los impulsores del nuevo partido I Democratici, con el que fue elegido en 1999 al Parlamento Europeo, donde entra en el grupo de liberales, demócratas y reformadores (ALDE). En 2000 fue elegido candidato a la Presidencia del Consejo de Ministros de la coalición de centroizquierda de L’Ulivo para el año siguiente, por lo que el 8 de enero dimitió como alcalde. Pierde contra la coalición de centro-derecha Casa delle Libertà de Silvio Berlusconi, pero es reelegido diputado. En 2002 llevó a los Democratici a fusionarse con otros grupos en el nuevo partido de centroizquierda Democrazia e Libertà – La Margherita, del cual fue elegido presidente federal, elección que luego confirmó en 2004 y 2007.
También en 2004 fundó con el francés François Bayrou el Partido Demócrata Europeo (https://www.democrats.eu/it), grupo de centro que en España incluye a Coalición Canaria, Compromiso por Galicia y Partido Nacionalista Vasco y que está al Parlamento Europeo en el grupo parlamentario ALDE. El PDE dará vida entonces, con el Partido Demócrata de EE.UU. y el Consejo de Liberales y Demócratas Asiáticos a la Alianza de los Demócratas, una red de fuerzas políticas de centroizquierda y moderadas, de la que Rutelli pasa a ser copresidente junto a Bayrou y Ellen Tauscher.
En 2006 fue reelegido a la Cámara, y tras la victoria de la coalición de centro-izquierda fue nombrado Viceprimer Ministro y Ministro de Patrimonio y Actividades Culturales. Con las elecciones anticipadas, ya que su sucesor en la alcaldía de Roma Walter Veltroni es candidato a la Presidencia del Consejo de Ministros como líder del nuevo Partido Democrático, en el que se ha fusionado la Margherita y de centro izquierda, se vuelve a postular para la alcaldía de Roma, pero este vez es derrotado. Es elegido Senador.

Francesco Rutelli. Foto de Gabriel Stabinger
Como Senador es elegido por unanimidad Presidente de la Comisión Parlamentaria para la Seguridad de la República, que está a cargo de los servicios secretos. Pero a finales de 2009 abandonó el Partido Demócrata, publicando también un panfleto en el que lo definía como un “partido nunca nacido” https://amzn.to/3xgBUay. En diciembre de 2010 contribuyó pues a lanzar un nuevo polo centrista, en el que se encontró junto a ese Gianfranco Fini al que había derrotado en la carrera por la alcaldía de 2013, y que a su vez rompió sensacionalmente con el centroderecha de Berlusconi. En 2011 se convirtió en presidente del grupo parlamentario de centro, pero en 2012 volvió a conectar con el centroizquierda y en 2013 abandonó la política activa.
Casado con la popular periodista televisiva Barbara Palombelli (https://tinyurl.com/3esvt57v), Rutelli, sin embargo, incluso después de dejar la política, continuó lidiando masivamente con temas culturales, como cuando era alcalde y ministro. De hecho, fundó o presidió varias asociaciones e iniciativas culturales y ambientales, como la Associazione Incontro di Civiltà (https://www.incontrodicivilta.it/), la Associazione Priorità Cultura (https://tinyurl.com/aj5p6yax) con su Cultural Heritage Rescue Prize, la Fondazione Centro per un futuro sostenibile (http://www.futurosostenibile.org/), el Forum culturale Italia-Cina (https://tinyurl.com/ajcwtsa4), la Scuola di servizio civico (https://www.scuolaserviziocivico.org/it/home-page/). Coordinador del Grupo de Itinerarios Culturales y Religiosos Antiguos del Consejo Pontificio para la Cultura, el 19 de octubre de 2016 fue elegido presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Cine Audiovisual y Multimedia (ANICA) (http://www.anica.it/), obteniendo la renovación por otro trienio en Julio de 2019. El 29 de noviembre de 2019 fue elegido presidente del Instituto de Demócratas Europeos (https://www.iedonline.eu/), una fundación sin fines de lucro afiliada al Partido Demócrata Europeo. También es el promotor de un Soft Power Club (https://www.softpowerclub.org/) que celebra una conferencia en Venecia todos los años (https://tinyurl.com/ycyvmuuj/).
Pero, hablando de patrimonio cultural, Rutelli tuvo un bisabuelo ilustre. Nacido en Palermo (Sicilia) en 1859 y muerto en Roma en 1918, hijo de un arquitecto y constructor perteneciente a una familia de origen bretón que había realizado importantes contribuciones a la arquitectura desde el siglo XVIII, Mario Rutelli fue un célebre escultor, autor de muchas obras. La más famosa es la fuente de las Náyades en la Piazza dell’Esedra en Roma (https://www.youtube.com/watch?v=3fRF__VsJ1s).
Abuelo ingeniero y padre arquitecto, Francesco Rutelli estudió arquitectura a su vez, pero se detuvo después de 22 exámenes debido a la política. Tras dejar la política, en 2014 se matriculó nuevamente en la Facultad de Arquitectura de la Universidad La Sapienza de Roma, donde en enero de 2017 obtuvo la licenciatura en Planificación y Diseño del Paisaje y Medio Ambiente con una calificación de 110 cum laude. También ha recibido títulos honoríficos da la John Cabot University, dalla American University of Rome e dalla Temple University.
Sobre todo, por el discurso que estamos dando, se ha puesto a escribir libros para explicar Roma. En 2020, en particular, , escribió Tutte le strade partono da Roma (https://amzn.to/3d31t8t): “Todos los caminos parten de Roma”. “Tutte le strade portano a Roma” se dice en italiano, “Todos los caminos conducen a Roma” en español, “Tutte ‘e strade pòrteno a Roma” en dialecto romanesco, “Omnes viae Romam ducunt” en latín. Es un proverbio antiguo que incluso ahora tiene un significado metafórico, pero que originalmente tenía sentido literal: para el eficiente sistema de carreteras de la antigua Roma, en el que todavía se basa en gran medida el actual sistema de carreteras italiano. Muchos caminos consulares partían de Roma y, por lo tanto, si se tomaban en la dirección opuesta, realmente “conducían a Roma”. De hecho, las actuales carreteras estatales marcadas con números del 1 al 8 son todas antiguas vías consulares romanas: Aurelia, Cassia, Flaminia, Salaria, Tiburtina, Casilina, Appia, Ostiense. La espléndida obra de Marco Besso, que a partir de 1899 recopiló proverbios y lemas relativos a Roma (Roma y el Papa en proverbios y modismos), dedica 23 páginas a ilustrar las versiones de la expresión ‘Todos los caminos conducen a Roma’”, recuerda Rutelli.
Quizá por eso, sin embargo, a menudo quienes han recorrido estos caminos y, aun en los modernos modos de tren y avión, una vez llegados a la Ciudad Eterna piensan que ya está hecho lo máximo, y se enfocan sólo en unos pocos destinos. En primer lugar el Coliseo y San Pietro. Luego hay un giro de plazas: Piazza Navona, con la Fuente de los Cuatro Ríos en la que, según la leyenda, Bernini se burló de la iglesia frente a Sant’Agnese in Agone, con el Río de la Plata haciendo el gesto asustado de «Oh ¡Dios, ahora se cae!» y el Nilo tapándose los ojos «¡oh mi qué mierda!»; y Santa Inés «Sora Agnesina» que en el techo se lleva las manos al pecho, «no te preocupes que yo me ocupo de la iglesia», Leyenda, porque cuando el edificio estuvo terminado, las estatuas ya estaban allí.
Luego Piazza della Rotonda. Rutelli recomienda tratar de escribir “copias del Panteón de todo el mundo” en un motor de búsqueda. “De los casos más famosos (la Rotonda del Palladio en Vicenza, o la de Possagno, como la Rotonda de Monticello y la Universidad de Virginia encargada por Thomas Jefferson) nos remontamos a los versos de Belli sobre el nombre del Panteón, ‘ma doppo s’è chiamata la Ritonna’ (= pero después se llamó la Ritonna’. ‘Piazza della Rotonda’ es lo que todavía vemos en la placa de la calle. El ‘gozoso sentido de la reverencia’ que despertó en Goethe su visita al Panteón es parte de un entusiasmo que ha fluido ininterrumpidamente a lo largo de la historia, como descubrirá en su visita virtual. Que no puede dar cuenta de todo; añado, pues, a la lista la fiel reproducción del siglo XVIII, en formato reducido, en el parque privado creado por los Hoare en Stourhead, Inglaterra. Y el Panteón reconstruido por los nazis, imaginarios vencedores de la Segunda Guerra Mundial en la serie producida por Amazon The Man in the High Castle (El hombre en el castillo alto): con la bóveda artesonada fiel”.
Plaza de España, después, con los paseos de Trinità dei Monti. Piazza Venezia, con el Altare della Patria y el cercano Campidoglio. Y la Piazza di Trevi, con la fuente donde Anita Ekberg se baña durante la la Dolce Vita (https://www.youtube.com/watch?v=iGmjp8Hlvp8), y que Totò y Nino Taranto venden a un ingenuo italoamericano en Totò truffa (https://www.youtube.com/watch?v=Z5b3-dCErAQ), y sobre la que también informa Arrivederci Roma (https://www.youtube.com/watch?v=egJmnlsDJaM). “La canción de Rascel”, recuerda Rutelli, “termina con una ‘inglesina’, consciente de que ‘hay una leyenda romana ligada a esta antigua fuente, así que si tiras un centavo en ella obligarás al destino a volver’. La niña ‘arrojó la moneda y suspiró: Hasta la vista Roma, goodbye, au revoir”. Pero “tendemos a olvidar el último verso: ‘Mientras la inglesita se va, se acerca un niño pequeño, se mete en la fuente, pesca el dinero y se va’. ¿Quién puede negar a los romanos el desencanto arrogante, a veces autocrítico, sulfuroso?”.

Veduta di Piazza di Spagna) 1750. Giovanni Battista Piranesi Giovanni Battista Piranesi
Y en el “recorrido imprescindible” recomendado para los que tienen que ver Roma en tres días, por fin está, pero ya un poco después, Castel Sant’Angelo. Que en otros contextos merecería solo el viaje, pero en la Ciudad Eterna queda en un segundo plano. Ya es necesario que la estancia se alargue a cinco o seis días para sugerir la incorporación de los Museos Vaticanos, los Foros Imperiales y el Circo Máximo. Y aun así la mayoría de los turistas que van de prisa, por ejemplo, acaban perdiéndose una obra universalmente conocida como el Moisés de Miguel Ángel, con esos cuernos en la frente que en realidad son el resultado de una mala traducción latina del término hebreo para “vigas de luz”. Pero hay que hacer un desvío especial a San Pietro in Vincoli: que no es la “cúpula” de San Pietro donde se puede ver la Piedad de Miguel Ángel y la Capilla Sixtina, esta última pasando por los Museos.
“Si no, te lleva un año ver lo que merece ser visto”, es el último consejo que se le da al visitante veloz. Pero luego hay gente que se queda en Roma durante años, y muchas veces toda la vida, y sin agotar nunca todo ese otro inmenso repertorio. De hecho, este es el desafío de Rutelli en este nuevo libro: “Roma, caminando”. “Así que empecemos donde empezó todo”, explica. “Del Tíber. Y empecemos a caminar». A los que dicen que no tienen tiempo ni ganas, esta la dedicatoria para Alessandro Crescenzi, “uno de los últimos italianos afectados por la terrible enfermedad de la poliomielitis, derrotados para el resto de nosotros por una vacuna. Sometiéndome a terapias constantes (y dolorosas), y utilizando tecnologías avanzadas de manera pionera y obstinada, Sandro me enseñó que parar está mal, y no explorar constantemente es idiota”. “Incluso con una silla de ruedas electrónica”.
Para turistas con poco tiempo, pero sobre todo para los que viven en Roma, y apenas notan estas riquezas. “Aquí están esos mismos lugares que recorremos distraídos que nos mostrarán una cara diferente y nueva. Notaremos las infinitas estratificaciones de esta ciudad; de los milenios de cultura, poder y belleza que se han sucedido superponiéndose y nunca elidiéndose”. De ahí la polémica contra Mussolini, aunque según Rutelli el dictador en realidad hizo al menos una cosa buena: Cinecittà, de donde parte el segundo itinerario recomendado, después del primero alrededor del Tíber. Pero, más en general, sus derribos son la máxima demostración del “empobrecimiento irreversible que se deriva de despojar lo antiguo, eliminando estratificaciones históricas inofensivas”.
Pero los itinerarios temáticos propuestos por el alcalde-Cicerone que de vez en cuando también se pone a recordar las cosas que ha hecho como alcalde y a citar a Cicerón son 18: “que nos permitirán descubrir cada vez un aspecto diferente, quizás justo donde nunca hubiera ido”. Así recorreremos la vía Tuscolana para conocer los acueductos que la atraviesan y las escenografías romanas en los Estudios Cinecittà, o remontaremos los últimos kilómetros de la Vía Francigena para encontrar las vistas que los peregrinos admiraron durante siglos al final de su viaje o, de nuevo, visitaremos los Foros para descubrir los lugares de la política de la antigua Roma. ¡Incluso podremos llegar al mar con nuestras propias piernas!”. El itinerario “mar de Roma” es el penúltimo, y se recomienda en circunstancias muy especiales. “Estamos en el aeropuerto. Tenemos tres horas antes de la coincidencia; o cancelaron un vuelo que se aproximaba. Mejor: llegado, no podemos precipitarnos al primer compromiso romano; es decir, antes de salir del centro de la ciudad queremos echar un vistazo a algo para descubrir por aquí”. De hecho, parece ser el más largo. “Longitud variable, tiempo de viaje variable” es la indicación dada, como diciendo: cada uno hace lo que puede.
“Cruzar Roma va ser una experiencia magnífica, porque nadie acoge como ella a quien realmente quiere conocerla”, promete Rutelli. Pero se da cuenta de que precisamente un turista es algo diferente de un corredor de maratones. Aparte del mencionado itinerario número diecisiete «El Mar de Roma», que en un suntuoso paseo entre la antigüedad, la Edad Media, 900 y hoy reúne Aeropuerto de Fiumicino, Museo de barcos romanos, Lungomare di Fregene, Tor San Michele, edificios de estilo racionalista en el paseo marítimo de Ostia, Villa di Plinio, Pineta di Castel Fusano, Borgo y castillo de Ostia Antica, Parque Arqueológico de Ostia Antica, Necrópolis de Porto all’Isola Sacra, Portus y la cuenca hexagonal de Trajano, indicación de distancia y tiempo variables también los tiene el Itinerario 14 “Pasando de la tumba de Nerón” Insugherata – Veio.
Una ruta que el gran circuito turístico ignora por completo, pero que presenta la gran sorpresa de un paraíso naturalista en el territorio de una gran metrópoli. “Se han identificado más de 630 especies de plantas y numerosos endemismos (es decir, especies propias de este territorio). Sauces y robles pubescentes en las laderas más cálidas; carpe, fresno, roble, arce en maderas mixtas; encinas en zonas con afloramientos rocosos; castañas y avellanas en las zonas bajas de las distintas vertientes; plantas higrófilas a lo largo de los cursos de agua: sauces, álamos; y numerosos helechos. Si le preguntas a un conocido si imaginas que la salamandra de anteojos puede vivir en Roma, te mirará mal (quizás pensando en la mala gestión de los grupos de jabalíes que aparecen en las zonas habitadas). Pero la respuesta es afirmativa: esta especie exclusivamente italiana, en la Insugherata, está en compañía del erizo, el topo, el puercoespín, el lirón; de serpientes como el gusanito y la culebra; de aves nidificantes como el cernícalo, el faisán, la lechuza, la paloma, el cuco”.
Los itinerarios “variables” y “de medio día” son indicados para recorrer los ocho kilómetros del itinerario número 7 “La Strada Regina, exitu”, desde Porta San Sebastiano hasta el Parque Appia Antica; y el 6 del “itinerario verde” número 11 desde Celio hasta el Jardín Botánico. Este último es también una oportunidad para volver sobre la leyenda de la papisa Juana. También se necesita medio día en el itinerario 13: «Por Colle Oppio, hacia los coliseos”. Sólo dos kilómetros, pero es obvio que hay que aprovechar para visitar la Domus Aurea y el Coliseo. Otras visitas recomendadas: a los estudios de Cinecittà del citado itinerario dos “La grandeza de los acueductos (y Cinecittà)”, a seis kilómetros de Cinecittà a Porta Furba. En las Termas de Caracalla, del citado itinerario siete. En los Museos Capitolinos en el itinerario número ocho: “El kilómetro cero» como nombre y un kilómetro como distancia, pero muy denso. Palazzo dei Conservatori-Terrazza Caffarelli-Palazzo Senatorio-Tabularium-Palazzo Nuovo-Estatua ecuestre de Marcus Aurelius- Cordonata Capitolina -Ara coeli. Al igual que el Panteón, el Capitolio también es muy copiado en el mundo, comenzando por ese Capitolio en Washington donde los trumpianos intentaron el golpe. También sería la distancia más corta, pero no la más rápida. De hecho, se indican dos horas y media para los dos kilómetros del itinerario número uno “Sobre el Tíber, en los orígenes del viaje a Roma”: Casa dei Crescenzi – Isola Tiberina.
Pero las posibilidades son obviamente infinitas. “Solo puedo recomendar, no solo por devoción familiar, una visita a la Fuente de los Najadi en Piazza Esedra-della Repubblica, obra de mi bisabuelo Mario Rutelli (inaugurada en 1901, completada con el grupo central en 1911), recuerda por ejemplo al ex alcalde en el itinerario dos, aunque en realidad no estaría en la zona. El bisabuelo también regresa en el itinerario 12 “Las calles con números”, dos kilómetros desde Via XX Settembre hasta la Fontana di Trevi con un tiempo de viaje de tres horas incluyendo una visita al Quirinale.Antes de llegar al Palacio Barberini, con su Museo Nacional de Arte Antiguo, “contando con la cortesía de los custodios, también sería posible ver dos estatuas de Mario Rutelli – desconocido para mí hasta hace unos años- en los espacios de las ciudades de dos palacios en Via delle Quattro Fontane”.
No un pariente biológico sino un padre ideológico fue para Rutelli el líder radical Marco Pannella, aunque a partir de cierto punto sus caminos divergieron. Sin embargo, en el itinerario 5 “Entre las plazas”, tres kilómetros durante tres horas entre Piazza Navona y San Pietro, recuerda “la reciente biografía política y popular de Piazza Navona. Sin las cuales las campañas por los derechos civiles y los derechos humanos en el mundo no hubieran tenido su impacto transformador”. «Las campañas de derechos civiles en Italia, comenzando con la campaña del divorcio, también necesitaban un ‘teatro’. Y solo pudo ser Piazza Navona, gracias a la determinación de Marco Pannella” (https://www.youtube.com/watch?v=8TSkKIKQcNI