Las chicas de la familia Manson: Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten se dirigen al tribunal en 1970. |
Cuando una novela cuenta ese largo proceso en que los adolescentes chocan una y otra vez entre sus deseos y aspiraciones con la realidad hasta hacerse un hueco en el mundo de los adultos, se la conoce como novela de formación. Un género que nació en Alemania con el Aprendizaje de Wilhelm Meister de Goethe pero que en Estados Unidos tiene una gran
aceptación y que ha dado lugar a novelas muy buenas y conocidas como El guardián entre el centeno de Salinger.
aceptación y que ha dado lugar a novelas muy buenas y conocidas como El guardián entre el centeno de Salinger.
Primera novela de Emma Cline escrita con un estilo brillante repleto de descripciones dinámicas, donde los colores y las formas prevalecen sobre los gestos, y muy bien traducida por Inga Pellisa, Las chicas nos cuenta la historia de Evie. Alternando el pasado y el presente,
Evie recuerda cuando era una jovencita y formó parte de la secta que capitaneaba Charles Manson, autores de varios asesinatos, entre ellos los que ocurrieron en las colinas de Hollywood la noche entre el 8 y el 9 de agosto de 1969 y en la que murió la entonces mujer
de Charles Polanki, la actriz Sharon Tate.
Evie recuerda cuando era una jovencita y formó parte de la secta que capitaneaba Charles Manson, autores de varios asesinatos, entre ellos los que ocurrieron en las colinas de Hollywood la noche entre el 8 y el 9 de agosto de 1969 y en la que murió la entonces mujer
de Charles Polanki, la actriz Sharon Tate.
Pero la novela no se centra en Manson, aquí denominado Russell, si no en ese grupo de chicas hippies que le secundaron hasta el punto de ser la mano asesina de sus deseos de venganza. Evie, una adolescente californiana de padres separados, hija única y cuya solitaria vida le conduce a encontrarse con las chicas de la familia Manson en un parque, entabla
relación con Suzanne, un poco mayor que ella.
relación con Suzanne, un poco mayor que ella.
Evie queda fascinada con la lugarteniente y amante de Russell y en sus vagabundeos sin amigas ni metas claras, decide seguir a estas chicas que parecen vivir felices y despreocupadas hasta el rancho donde acampan.
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Emma Cline (Sonoma, 1989) |
En su alejamiento respecto a su familia y clase social, Evie intenta hacerse un hueco en el nuevo orden de Russell adaptándose a lo que le rodea. Ella desea ser una más y por eso supera las pruebas que la ponen de una forma casual o intencionada, desde acostarse con un cantante amigo de Russell y en el que este confía para que le ayude a grabar un disco, hasta robar dinero para el grupo. Para Evie son también pequeños actos de rebeldía, muy acordes con la época del movimiento hippie y la contestación universitaria.
La novela describe con habilidad la necesidad de integrarse en un nuevo mundo frente al de sus padres, ausentes y vacíos, lo que le hace más vulnerable por el miedo a dejar el lugar seguro del que procede, máxime cuando la promesa de ese nuevo mundo ofrece abundantes sombras negras.
Por suerte para Evie, Susanne la apartará justo en el momento irremediable en el que la iniciada tiene que dar el paso definitivo que le permitirá ser un igual a los otros, aunque a Evie siempre le quedará la duda de si hubiera seguido hasta el final.
Pese a todo lo vivido, Evie no acabará integrándose del todo en el mundo de los adultos porque tampoco la prueba de iniciación garantiza abrir del todo la puerta a la vida adulta. A menudo es una puerta giratoria que nos devuelve a la calle en busca de un sentido a nuestras vidas que no sea el del vivir el momento y la búsqueda de un poco de atención ajena sin tener que pagar demasiado a cambio.
Traducción de Inga Pellisa
Páginas 344
19,90 euros