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Desde finales del siglo pasado hemos visto como se han construido conjuntos arquitectónicos parecidos a piezas de una ciudad
dentro de la ciudad, en una especie de juego de mecano gigantesco. Pueden ser auditorios, museos, palacios de congresos, torres y
puentes que destacan en el horizonte urbano de una forma excéntrica o al menos
exagerada, y que buscan ante todo la visibilidad. Si preguntas quien es el
autor te dirán el nombre de un arquitecto estrella.
Uno de ellos es Santiago
Calatrava (Benimámet, 1951), un valenciano que logró escalar hasta la fórmula
uno de la arquitectura mundial en los tiempos de bonanza económica. Calatrava
ganó grandes concursos y ha firmado obras como el intercambiador de transportes
de Manhattan sur en Nueva York, el palacio de Congresos de Oviedo, la ciudad de
las Artes y las letras de Valencia, el Museo de Arte de Milwaukee o el puente
de la Constitución en Venecia, por poner algunos ejemplos. Y esto es lo que,
entre otras cosas, nos cuenta en Queríamos un Calatrava (Anagrama), el
periodista cultural, subdirector y crítico de arquitectura de La Vanguardia Llàtzer Moix.
Calatrava (Benimámet, 1951), un valenciano que logró escalar hasta la fórmula
uno de la arquitectura mundial en los tiempos de bonanza económica. Calatrava
ganó grandes concursos y ha firmado obras como el intercambiador de transportes
de Manhattan sur en Nueva York, el palacio de Congresos de Oviedo, la ciudad de
las Artes y las letras de Valencia, el Museo de Arte de Milwaukee o el puente
de la Constitución en Venecia, por poner algunos ejemplos. Y esto es lo que,
entre otras cosas, nos cuenta en Queríamos un Calatrava (Anagrama), el
periodista cultural, subdirector y crítico de arquitectura de La Vanguardia Llàtzer Moix.
Pero este libro, subtitulado Viajes
arquitéctonicos por la seducción y el repudio, no sólo es un recorrido alrededor
de la obra de Calatrava y sus peripecias, sino también una investigación minuciosa sobre el personaje Calatrava, pues un arquitecto estrella es ante todo un protagonista.
Y la vida de Calatrava, desde sus modestos orígenes, tiene tanto interés como el
puramente arquitectónico, porque refleja la historia de las corruptelas arquitectónicas y urbanísticas de estos últimos tiempos. Además, todo ascenso social es siempre algo complejo ya que exige
múltiples habilidades y resulta evidente que Calatrava las tiene, como le
cuenta a Llàtzer Moix la gente que colaboró con él, lo trató o le hizo algún
encargo. Todos estos múltiples testimonios construyen el personaje Calatrava y nos
permite conocer su medio ambiente.
arquitéctonicos por la seducción y el repudio, no sólo es un recorrido alrededor
de la obra de Calatrava y sus peripecias, sino también una investigación minuciosa sobre el personaje Calatrava, pues un arquitecto estrella es ante todo un protagonista.
Y la vida de Calatrava, desde sus modestos orígenes, tiene tanto interés como el
puramente arquitectónico, porque refleja la historia de las corruptelas arquitectónicas y urbanísticas de estos últimos tiempos. Además, todo ascenso social es siempre algo complejo ya que exige
múltiples habilidades y resulta evidente que Calatrava las tiene, como le
cuenta a Llàtzer Moix la gente que colaboró con él, lo trató o le hizo algún
encargo. Todos estos múltiples testimonios construyen el personaje Calatrava y nos
permite conocer su medio ambiente.
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Llàtzer Moix. Foto de La Vanguardia de Pedro Madueño |
Leemos así el despegue de Calatrava, sus años de formación, influencias
y primeros pasos desde Zurich (Suiza), país en el que estudió y conoció a su
mujer, una persona decisiva en su vida personal y profesional. No se le puede
negar a Calatrava tesón y empeño, lo que junto a sus artes de seducción, le
abrieron el camino hacia la cumbre.
y primeros pasos desde Zurich (Suiza), país en el que estudió y conoció a su
mujer, una persona decisiva en su vida personal y profesional. No se le puede
negar a Calatrava tesón y empeño, lo que junto a sus artes de seducción, le
abrieron el camino hacia la cumbre.
Pero con los años Calatrava pasó de ser un arquitecto codiciado
y objeto de prestigio a tener que declarar en los tribunales por los retrasos, defectos y
costes de sus obras, que siempre han excedido lo presupuestado con creces.
y objeto de prestigio a tener que declarar en los tribunales por los retrasos, defectos y
costes de sus obras, que siempre han excedido lo presupuestado con creces.
Llàtzer Moix ha sumado durante cinco años viajes, visitas y entrevistas por todo el mundo para ofrecernos
una entretenida crítica en donde tampoco falta el humor, de la obra y vida de un arquitecto que representa lo que denomina la arquitectura icónica. Aunque Calatrava no quiso responder a las preguntas del autor de esta buena investigación, los lectores también podemos buscar respuestas a la pregunta de cual debería ser la función del arquitecto hoy día.
una entretenida crítica en donde tampoco falta el humor, de la obra y vida de un arquitecto que representa lo que denomina la arquitectura icónica. Aunque Calatrava no quiso responder a las preguntas del autor de esta buena investigación, los lectores también podemos buscar respuestas a la pregunta de cual debería ser la función del arquitecto hoy día.
Pero dejemos que Llàtzer Moix nos responda sobre todo ello:
¿Cómo surgió
tu interés por la arquitectura y Calatrava en particular?
tu interés por la arquitectura y Calatrava en particular?
Hace ya unos treinta años, cuando en Barcelona empezó
a gestarse el proyecto olímpico, que tenía un importante correlato
arquitectónico y urbanístico. Pocos periodistas culturales se dedicaban
entonces a este ámbito, y me pareció que daba mucho de sí. Creo que no me
equivoqué. Calatrava, en concreto, es uno de los arquitectos proveedores de
arquitectura icónica, una de las variantes de esta disciplina que ha logrado
más presencia mediática en los últimos lustros. Me sorprendió que alguien tan
bien valorado, años atrás, se convirtiera en alguien tan criticado. Y quise
saber a qué se debía ese cambio de percepción.
a gestarse el proyecto olímpico, que tenía un importante correlato
arquitectónico y urbanístico. Pocos periodistas culturales se dedicaban
entonces a este ámbito, y me pareció que daba mucho de sí. Creo que no me
equivoqué. Calatrava, en concreto, es uno de los arquitectos proveedores de
arquitectura icónica, una de las variantes de esta disciplina que ha logrado
más presencia mediática en los últimos lustros. Me sorprendió que alguien tan
bien valorado, años atrás, se convirtiera en alguien tan criticado. Y quise
saber a qué se debía ese cambio de percepción.
En tu libro
se cuentan muchas cosas del carácter de Calatrava, un elemento esencial en su
ascenso social y laboral, ¿lo definirías como un voluntarista simpático o un
seductor con suerte?
se cuentan muchas cosas del carácter de Calatrava, un elemento esencial en su
ascenso social y laboral, ¿lo definirías como un voluntarista simpático o un
seductor con suerte?
Es un hombre muy trabajador, con vocación de
singularidad, con ambición y con un alto concepto de sí mismo. En su carácter
conviven diversos rasgos. Puede ser un seductor imbatible en las fases
iniciales de sus tratos con el cliente. Y puede, en fases posteriores, a base
de retrasos, modificaciones de proyecto y sobrecostes, generar en dicho cliente
decepción y repudio.
singularidad, con ambición y con un alto concepto de sí mismo. En su carácter
conviven diversos rasgos. Puede ser un seductor imbatible en las fases
iniciales de sus tratos con el cliente. Y puede, en fases posteriores, a base
de retrasos, modificaciones de proyecto y sobrecostes, generar en dicho cliente
decepción y repudio.
Si el exceso
de encargos es lo que traza una línea divisoria a menos entre el Calatrava del
comienzo y el de hoy, ¿le falló tener un buen equipo junto a él o el saber
delegar?
de encargos es lo que traza una línea divisoria a menos entre el Calatrava del
comienzo y el de hoy, ¿le falló tener un buen equipo junto a él o el saber
delegar?
Creo que se ha rodeado siempre de profesionales muy
competentes. Pero no está claro que lo hiciera en el número adecuado como para
responder a los muchos encargos que asumía a plena satisfacción del cliente. No
es hombre que guste de compartir la autoría de sus proyectos. Gusta, por el contrario,
de supervisarlos muy de cerca, lo cual está bien, siempre y que no demore mucho
los procesos.
competentes. Pero no está claro que lo hiciera en el número adecuado como para
responder a los muchos encargos que asumía a plena satisfacción del cliente. No
es hombre que guste de compartir la autoría de sus proyectos. Gusta, por el contrario,
de supervisarlos muy de cerca, lo cual está bien, siempre y que no demore mucho
los procesos.
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Calatrava explicando uno de sus proyectos |
En sus
últimas obras, ¿crees que Calatrava se repliega sobre sí mismo desde un punto
de vista formal y se repite, o mantiene algún tipo de innovación?
últimas obras, ¿crees que Calatrava se repliega sobre sí mismo desde un punto
de vista formal y se repite, o mantiene algún tipo de innovación?
Toda capacidad creativa, incluso las muy
desarrolladas, tiene un límite. Algunos creadores plásticos muy destacados han
sido capaces de reinventarse varias veces, de romper con su propia tradición,
de dinamitarla y alumbrar una nueva. Son los que realmente han hecho
evolucionar el arte. Calatrava posee unos conocimientos y un lenguaje
particulares. Los primeros, los meramente ingenieriles, no son visibles para el
profano. Pero su lenguaje se va reiterando, incluso a ojos de los no expertos.
Esto tiene una ventaja: él ha creado una marca arquitectónica reconocible, que
es la que le compran. Y una desventaja: pasan los años y la sorpresa que causó
al principio su obra se difumina.
desarrolladas, tiene un límite. Algunos creadores plásticos muy destacados han
sido capaces de reinventarse varias veces, de romper con su propia tradición,
de dinamitarla y alumbrar una nueva. Son los que realmente han hecho
evolucionar el arte. Calatrava posee unos conocimientos y un lenguaje
particulares. Los primeros, los meramente ingenieriles, no son visibles para el
profano. Pero su lenguaje se va reiterando, incluso a ojos de los no expertos.
Esto tiene una ventaja: él ha creado una marca arquitectónica reconocible, que
es la que le compran. Y una desventaja: pasan los años y la sorpresa que causó
al principio su obra se difumina.
Cuál ha sido
el elemento más importante en la vida de Calatrava y que le ha facilitado
llegar hasta la cumbre de la arquitectura mundial: el empeño de lograrlo, su
estilo arquitectónico o su mujer?
el elemento más importante en la vida de Calatrava y que le ha facilitado
llegar hasta la cumbre de la arquitectura mundial: el empeño de lograrlo, su
estilo arquitectónico o su mujer?
Todos esos elementos han sido capitales. En sus
inicios, que no fueron fáciles, se comportaba ya como un director de orquesta,
guardaba sus bocetos como si supiera que un día se convertiría en una estrella.
El lenguaje propio le ha sido muy útil para competir en la Champions de la arquitectura estelar. En ella, si no dispones de un
estilo propio, pierdes pie. Con su esposa ha formado un tándem muy efectivo,
con los roles repartidos, él al frente de la creación arquitectónica, ella al
frente de su rentabilización.
inicios, que no fueron fáciles, se comportaba ya como un director de orquesta,
guardaba sus bocetos como si supiera que un día se convertiría en una estrella.
El lenguaje propio le ha sido muy útil para competir en la Champions de la arquitectura estelar. En ella, si no dispones de un
estilo propio, pierdes pie. Con su esposa ha formado un tándem muy efectivo,
con los roles repartidos, él al frente de la creación arquitectónica, ella al
frente de su rentabilización.
¿Piensas que
las obras de Calatrava permanecerán a lo largo del tiempo o sus costes de
mantenimiento y fallos acabarán en algunos casos siendo remodeladas sin su
concurso?
las obras de Calatrava permanecerán a lo largo del tiempo o sus costes de
mantenimiento y fallos acabarán en algunos casos siendo remodeladas sin su
concurso?
Los costes extraordinarios de sus obras,
doblando o triplicando a menudo los presupuestos iniciales, han minado el
atractivo de Calatrava, al menos entre los clientes públicos, que nunca
debieron haber tolerado, una vez tras otra, desvíos presupuestarios tan
cuantiosos, aún cuando la coyuntura económica fuera otra. Ahora, sencillamente,
no están en condiciones ni de planteárselos. Se ha producido a menudo un gran
desfase entre la inversión de fondos públicos y su rentabilidad social. Los
costes de mantenimiento ya han hecho que algunas de sus obras se vieran
privadas, por ejemplo, de sus movimientos característicos. Algunos proyectos
–los tres rascacielos de Valencia, por ejemplo- naufragaron porque no hubo promotores
privados que quisieran aventurarse a sufragarlos. Ya conocían el paño. No me
extrañaría que, en algunos casos, y ante la necesidad de proceder a reformas de
sus obras, su exclusión fuera una condición sine qua non para inicial tales
reformas.
doblando o triplicando a menudo los presupuestos iniciales, han minado el
atractivo de Calatrava, al menos entre los clientes públicos, que nunca
debieron haber tolerado, una vez tras otra, desvíos presupuestarios tan
cuantiosos, aún cuando la coyuntura económica fuera otra. Ahora, sencillamente,
no están en condiciones ni de planteárselos. Se ha producido a menudo un gran
desfase entre la inversión de fondos públicos y su rentabilidad social. Los
costes de mantenimiento ya han hecho que algunas de sus obras se vieran
privadas, por ejemplo, de sus movimientos característicos. Algunos proyectos
–los tres rascacielos de Valencia, por ejemplo- naufragaron porque no hubo promotores
privados que quisieran aventurarse a sufragarlos. Ya conocían el paño. No me
extrañaría que, en algunos casos, y ante la necesidad de proceder a reformas de
sus obras, su exclusión fuera una condición sine qua non para inicial tales
reformas.
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Palacio de Congresos de Oviedo |
En qué
momento se encuentra ahora Calatrava, ¿es un ídolo caído o mantiene su
prestigio internacional?
momento se encuentra ahora Calatrava, ¿es un ídolo caído o mantiene su
prestigio internacional?
Ha dejado un rastro de descontento en muchas
obras, de Venecia a Nueva York, de Oviedo a Valencia. No calificaría como ídolo
caído a alguien que aparece en la lista de millonarios residentes en Suiza de
la revista Bilanz. Pero esos
descontentos no han mejorado su percepción en Europa ni en Estados Unidos.
Ahora desplaza su cartera de pedidos hacia Oriente, hacia los Emiratos, China o
Taiwán. Es algo que suele suceder con los proveedores de servicios de elevado
coste que empiezan en el primer mundo y luego son reclamados en otras partes
del planeta. Los proyectos que tiene ahora en Dubai o Qatar, por ejemplo, son
de unas dimensiones enormes. Su carrera no ha terminado.
obras, de Venecia a Nueva York, de Oviedo a Valencia. No calificaría como ídolo
caído a alguien que aparece en la lista de millonarios residentes en Suiza de
la revista Bilanz. Pero esos
descontentos no han mejorado su percepción en Europa ni en Estados Unidos.
Ahora desplaza su cartera de pedidos hacia Oriente, hacia los Emiratos, China o
Taiwán. Es algo que suele suceder con los proveedores de servicios de elevado
coste que empiezan en el primer mundo y luego son reclamados en otras partes
del planeta. Los proyectos que tiene ahora en Dubai o Qatar, por ejemplo, son
de unas dimensiones enormes. Su carrera no ha terminado.
A qué crees
que se ha debido el auge de los arquitectos estrella en estas últimas décadas,
como Calatrava, Foster, Nouvel, Hadid…
que se ha debido el auge de los arquitectos estrella en estas últimas décadas,
como Calatrava, Foster, Nouvel, Hadid…
Al deseo, por parte de los clientes públicos, de
reproducir el éxito de la Ópera de Sydney, proyectada por Jorn Utzon, o,
después, del Guggenheim de Bilbao, obra de Frank Gehry. Ambas ciudades hallaron
en tales edificios un talismán, un agente regenerador extraordinario. Pero la
mayoría de las que las imitaron no obtuvieron el mismo resultado. Es comprensible:
cuando uno trata de distinguirse con algo que es inusual, tiene posibilidades
de triunfo. Cuando, por el contrario, se acomete esta operación después de que
la hayan acometido muchos, ya no se sorprende a nadie. Lo que fue único se ha
convertido en corriente. La excepcionalidad desaparece y, con ella, sus
presuntos beneficios.
reproducir el éxito de la Ópera de Sydney, proyectada por Jorn Utzon, o,
después, del Guggenheim de Bilbao, obra de Frank Gehry. Ambas ciudades hallaron
en tales edificios un talismán, un agente regenerador extraordinario. Pero la
mayoría de las que las imitaron no obtuvieron el mismo resultado. Es comprensible:
cuando uno trata de distinguirse con algo que es inusual, tiene posibilidades
de triunfo. Cuando, por el contrario, se acomete esta operación después de que
la hayan acometido muchos, ya no se sorprende a nadie. Lo que fue único se ha
convertido en corriente. La excepcionalidad desaparece y, con ella, sus
presuntos beneficios.
En este tipo
de arquitecturas y arquitectos, ¿es mas importante la ingeniería que la
arquitectura?
de arquitecturas y arquitectos, ¿es mas importante la ingeniería que la
arquitectura?
Algunos colaboradores de Calatrava dirían que ni una
cosa ni otra. Que Calatrava es, ante todo, un proveedor de formas escultóricas,
a las que hay que se da un uso arquitectónico. Calatrava es ciertamente un
profesional único, en el sentido de que se reclama, a un tiempo, arquitecto,
ingeniero y creador plástico. Y quizás sea las tres cosas. Pero parece olvidar
que estas tres profesiones se rigen por protocolos distintos. Un artista
plástico es libre de hacer lo que quiera. Un arquitecto debe atender los
requerimientos del cliente y del entorno. Un ingeniero se vanagloria de hallar
la línea recta entre el encargo y el producto, al precio más ajustado posible.
¿Qué ocurre cuando Calatrava hace arquitectura basándose en sus inquietudes
plásticas y olvidándose del procedimiento canónico ingenieril? Pues que el
artefacto construido, primando la estética, y fuera de cualquier standart
constructivo, acaba respondiendo con alguna deficiencia a su compromiso
arquitectónico, y hace saltar por los aires ese afán ingenieril por realizar
obras muy razonables en términos de coste y rendimiento.
cosa ni otra. Que Calatrava es, ante todo, un proveedor de formas escultóricas,
a las que hay que se da un uso arquitectónico. Calatrava es ciertamente un
profesional único, en el sentido de que se reclama, a un tiempo, arquitecto,
ingeniero y creador plástico. Y quizás sea las tres cosas. Pero parece olvidar
que estas tres profesiones se rigen por protocolos distintos. Un artista
plástico es libre de hacer lo que quiera. Un arquitecto debe atender los
requerimientos del cliente y del entorno. Un ingeniero se vanagloria de hallar
la línea recta entre el encargo y el producto, al precio más ajustado posible.
¿Qué ocurre cuando Calatrava hace arquitectura basándose en sus inquietudes
plásticas y olvidándose del procedimiento canónico ingenieril? Pues que el
artefacto construido, primando la estética, y fuera de cualquier standart
constructivo, acaba respondiendo con alguna deficiencia a su compromiso
arquitectónico, y hace saltar por los aires ese afán ingenieril por realizar
obras muy razonables en términos de coste y rendimiento.
¿Por qué ese
interés de las instituciones por «decorar» las ciudades con una obra
arquitectónica que, en ocasiones, desentona con el contorno por su
extravagancia?
interés de las instituciones por «decorar» las ciudades con una obra
arquitectónica que, en ocasiones, desentona con el contorno por su
extravagancia?
Probablemente, porque no saben cohesionar a una
sociedad alrededor de un proyecto común, de tal modo que puedan extraer lo
mejor de cada uno de sus miembros. Y, en ausencia de eso, creen que con una
obra llamativa, que va a cambiar algún aspecto de su fisonomía, se va a
producir una transformación mágica. Algo de eso puede lograrse. Pero hay que
ver a qué coste. En la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia se han
invertido alrededor de 1.300 millones de euros. Y es verdad que va más turismo
a Valencia del que iba a antes. Pero el déficit de explotación de esa obra
ronda los 700 millones. No es una inversión que se caracterice por su
rentabilidad. Los poderes públicos han administrado mal, con Calatrava de por
medio, los recursos públicos. Si hubieran sido suyos no lo hubiera hecho. Un
promotor catalán, que estaba a punto de firmar un contrato de 15 millones con
Calatrava por seis edificios, quiso introducir una cláusula por la que el
arquitecto se comprometiera a no pasar de una cantidad por metro cuadrado
construido. Calatrava se negó, diciendo que él no firmaba cláusulas que
comprometieran su libertad creativa. El promotor replicó: yo no firmo contratos
que comprometan la viabilidad económica de mi proyecto. Eso, que entiende
cualquier persona que vaya a hacerse una casa, no lo han entendido, en
demasiados casos, quienes administraban el dinero de todos.
sociedad alrededor de un proyecto común, de tal modo que puedan extraer lo
mejor de cada uno de sus miembros. Y, en ausencia de eso, creen que con una
obra llamativa, que va a cambiar algún aspecto de su fisonomía, se va a
producir una transformación mágica. Algo de eso puede lograrse. Pero hay que
ver a qué coste. En la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia se han
invertido alrededor de 1.300 millones de euros. Y es verdad que va más turismo
a Valencia del que iba a antes. Pero el déficit de explotación de esa obra
ronda los 700 millones. No es una inversión que se caracterice por su
rentabilidad. Los poderes públicos han administrado mal, con Calatrava de por
medio, los recursos públicos. Si hubieran sido suyos no lo hubiera hecho. Un
promotor catalán, que estaba a punto de firmar un contrato de 15 millones con
Calatrava por seis edificios, quiso introducir una cláusula por la que el
arquitecto se comprometiera a no pasar de una cantidad por metro cuadrado
construido. Calatrava se negó, diciendo que él no firmaba cláusulas que
comprometieran su libertad creativa. El promotor replicó: yo no firmo contratos
que comprometan la viabilidad económica de mi proyecto. Eso, que entiende
cualquier persona que vaya a hacerse una casa, no lo han entendido, en
demasiados casos, quienes administraban el dinero de todos.
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Santiago Calatrava |