
Corpus Barga. Damián Flores
Hacer setenta años emprendía viaje a Lima el escritor y periodista Corpus Barga, exiliado en Francia desde el final dela Guerra Civil española. El motivo de su viaje fue que había sido contratado por el Instituto de Periodismo de la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, en Lima, para dar unos cursos de periodismo.
Andrés García de la Barga y Gómez de la Serna, que utilizó el seudónimo de Cospus Barga, había nacido en Madrid el 9 de junio de 1887. Su familia esta vinculada a la localidad de Belalcázar, en Córdoba. De ella tuvo que sacar a sus hijos, Andrés y Rafaela (conocida como Ninouche) en agosto de 1936, al inicio de la Guerra Civil española, para trasladarlos a Madrid. Posteriormente salieron hacia Francia (la tierra de su mujer, Marcelle Trannoy, con la que se había casado en París en 1918). Los años en Francia van a estar marcados por la Segunda Guerra Mundial, la derrota de la República y la división política interna que se había creado.
En los nueve años que duró su exilio en Francia (1939-1948), su hija Rafaela Ninouche García de la Barga y Trannoy se casó y se fue a vivir a Estados Unidos, mientras que su otro hijo, Andrés García de la Barga y Trannoy se hizo corresponsal de guerra y fotógrafo, y terminó casándose (al igual que hiciera su padre) con una francesa, Simone. Pero los años en Francia se vieron alterados por la derrota francesa ante los nazis, el armisticio y la creación del régimen de Vichy (1940-1944). El final de la Segunda Guerra Mundial, la devastación y el sufrimiento de que había sido testigo, junto a sus propias necesidades económicas, impulsaron a Corpus a mirar al otro lado del océano, a Sudamérica, buscando un cambio de vida en otra tierra, pero cuya estancia no podía siquiera ni imaginar, y menos para morir allí.
La relación de Corpus Barga con Hispanoamérica, sobre todo en los años 30, antes de la Guerra Civil, fue siempre intensa, tal y como puede rastrearse en la prensa de la época. En 1933, por ejemplo, Corpus, como redactor del periódico La Nación, de Buenos Aires, formó parte de la Comisión organizadora de la creación de la Casa Hispanoargentina en Madrid, así como había colaborado en el periódico peruano El Comercio de Lima.

Corpus Barga
Cuando a sus 61 años Corpus Barga viaja a la ciudad de Lima (que entonces tenía unos 800.000 habitantes), lo hace solo y con un cierto halo de incertidumbre por viajar a un continente distinto, de vida y costumbres diferentes. Hizo el viaje desde Francia a bordo del buque Margarita, hasta el puerto de El Callao, a donde llega el 10 de mayo de 1948. Una vez allí, el 12 de mayo Corpus escribe a su esposa: «La Universidad me ha recibido con mucha cordialidad; el Decano (se refiere al Dr. José Jiménez Borja) vino al puesto a recibirme. El martes próximo daré una conferencia radiodifundida. Ayer me presentaron a los alumnos de una clase. Esta mañana conoceré a los de otra …«. Al año siguiente llegarán a Perú su esposa Marcelle y sus hijos, con la intención de vivir allí sin saber por cuánto tiempo.
El Perú al que llega Corpus en mayo de 1948 está presidido por Jose Luis Bustamante y Rivero, que lleva como presidente de la nación desde el 28 de julio de 1945, tras ganar las elecciones a su principal rival, Manuel Prado. Abogado, jurista, diplomático y escritor, el gobierno de Bustamante y Rivero, de amplias libertades públicas, fue un gobierno con un apego a las leyes de la nación inusual en la historia peruana. Pero no duró mucho. El 29 de octubre de 1948 (a los casi seis meses de llegar Corpus a Lima) fue derrocado por un golpe de estado dirigido por el general Manuel Arturo Odría. El ya ex-presidente Bustamante y Rivero se exilia del país.
El gobierno de ochos años del general Manuel Arturo Odría, Ministro de Gobierno y Policía con Jose Luis Bustamante, duró desde octubre de 1948 hasta el 28 de junio de 1956. Se conoce históricamente como el Ochenio de Odría. La administración del General Odría se caracterizó por ser progresista y de arraigo nacional, basado en el pragmatismo y el nacionalismo. Merecen destacarse su gran obra educacional y de seguridad social, así como la relativa recuperación económica y financiera del país. La crisis económica empezó a arreciar a finales de su gobierno y fue su sucesor a quien le cupo enfrentar su solución. Impulsó un ambicioso programa de construcciones, lo que trajo como consecuencia un pleno empleo y consecuentemente una momentánea paz social. Asimismo, esta abundancia de obras públicas y la falta de una fiscalización adecuada originaron inevitablemente una gigantesca corrupción pública. La revolución de Arequipa, a finales de diciembre de 1955, fue el principio del fin, que culminó con las elecciones del 28 de junio de 1956, resultando ganador Manuel Prado y Ugarteche, del Movimiento Democrático Pradista (MDP) que gobierna el país en un nuevo mandato (ya fue presidente entre 1939 y 1945). Este segundo mandato, de 1956 a 1962, se desarrolla en un clima de agitación motivada por la crisis económica que se presentaba con caracteres cada vez más alarmantes. El liderazgo de la oposición lo asumió Fernando Belaúnde, líder de un nuevo partido: Acción Popular.
En la década de los 50, Corpus Barga, respetado en el mundo periodístico de Lima, realizó en 1954 un viaje a la isla de Pascua en un barco de transporte chileno, y en 1957 a Francia. Comienza a redactar sus Memorias, que titulará Los pasos contados.
El 10 junio de 1962 se convocan nuevas elecciones, con Víctor Raúl Haya de la Torre, por el Partido Aprista Peruano, PAP (que proviene del APRA, Alianza Popular Revolucionaria Americana); Fernando Belaunde Terry, por Acción Popular, y Manuel Odría por Unión Nacional Odriísta. El estamento militar los acusó de fraude electoral y exigió la anulación de dichas elecciones. Finalmente, el 18 de julio de 1962, dieron un golpe de estado.
La etapa de la Junta Militar, presidida por Ricardo Pérez Godoy, duró pocos meses, del 18 de julio de 1962 al 3 de marzo de 1963, ya que a comienzos de marzo de 1963, Pérez Godoy fue desalojado por su segundo, Nicolás Lindley, quien convoca elecciones para el 9 de junio de 1963, que dieron el triunfo a Fernando Belaúnde, líder de Acción Popular.
Belaúnde gobernó hasta 1968 y emprendió algunas reformas económicas y sociales, que no contentaron ni a las clases populares ni a las clases altas. Su trabajo fue obstaculizado en el parlamento por la oposición de los partidarios del general Manuel Odría; se produjeron levantamientos de campesinos en zonas andinas afectadas por la pobreza y la opresión de los terratenientes. Se acrecentaron las migraciones internas, del campo a la ciudad, especialmente en Lima, donde surgieron numerosos barrios marginales, que agudizaron el problema de la vivienda.
En esta etapa, en lo que a vida profesional se refiere, Corpus Barga funda en 1964 la Gaceta Sanmarquiana, que dirigirá hasta su jubilación, en 1967. En su vida personal y familiar sufre un durísimo golpe con la pérdida de su hijo Andrés y su nuera Simone, por accidente de tráfico, en Colombo, Ceilán, el 30 de agosto de 1966. Los 3 hijos de la pareja, que también iban en el coche sobrevivieron, y Corpus y su esposa se hicieron cargo de ellos.
El 3 de octubre de 1968, Belaúnde fue derrocado por un grupo de militares liderados por el general Juan Velasco Alvarado, presidente de las Fuerzas Armadas de Perú. Velasco Alvarado fue presidente de Perú desde octubre de 1968 hasta agosto de 1975, en la llamada Revolución de las Fuerzas Armadas. Los comandantes generales del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea se constituyeron en Junta Revolucionaria y designaron al general Juan Velasco Alvarado como Presidente de la República. La Constitución y las leyes quedaban subordinadas a los objetivos del gobierno.
Velasco aplicó políticas económicas demagógicas, como los subsidios a la gasolina. Se empeñó también en no devaluar la moneda, en momentos en que esta medida era necesaria. Cuando finalizó su gobierno en 1975, ya no existían reservas en el Banco Central. En 1973, cuando la crisis económica mundial era evidente, Velasco sufrió un grave colapso de salud, y fue hospitalizado de urgencia. Influenciado por los sectores extremistas, el gobierno decidió confiscar los medios de comunicación. En julio de 1974, fueron ocupadas las sedes de los últimos diarios limeños que aún mantenían su autonomía: La Prensa (propiedad de Pedro Beltrán), Última Hora (vespertino que se imprimía en los mismos talleres de La Prensa), El Comercio (propiedad de la familia Miró Quesada), Correo y Ojo (propiedad del empresario pesquero Luis Banchero Rossi).
Surgieron en las calles de Lima manifestaciones populares contra la dictadura. En febrero de 1975 se inició en Lima una huelga de policías, quienes se quejaban de maltratos y exigían aumento de sus sueldos. El 29 de agosto de 1975 el General Francisco Morales Bermúdez lideró un golpe de estado desde la ciudad de Tacna y derrocó a Velasco Alvarado, en una acción conocida como el Tacnazo. Morales Bermúdez gobernó Perú hasta julio de 1980, dando de nuevo paso a la democracia con otro gobierno de Fernando Belaúnde, que volvía así de nuevo al poder desde 1968.
Para entonces Corpus Barga ya había muerto en Lima el 8 de agosto de 1975, a los 88 años. En ese mismo año se habían iniciado gestiones en España para su vuelta del exilio, pues su país siguió en su mente y su horizonte, pero se impuso de nuevo en contra la distancia y el tiempo, y no pudo regresar. Marcelle Trannoy, su esposa, había muerto en 1974, el mismo año que Corpus ganó el premio de la Crítica por el cuarto tomo de Los Pasos Contados, titulado Los Galgos verdugos, publicado en 1973; su hijo Andrés y su esposa murieron en accidente de tráfico en Ceilán en 1966 y solo quedaban con vida Ninouche (ya casada con Edmond Gabai), que moriría en Lima en julio de 1992, y los tres supervivientes del accidente, los cuales han echado poderosas raíces allí.