Muchas veces una buena película comienza con una imagen conceptual de la trama. Una imagen es un cordón que lo ata todo y desanda un camino hasta el presente actual del espectador. Este reportaje es sobre cine y sobre el sueño (unido a otros sueños) de la argentina Gisella Lucero. Desde muy temprana edad, escribe, filma y hace poco, con otro grupo de compañeras de estudio fundaron juntas la Productora Audiovisual Clicka, en la ciudad de Mendoza.
“Clicka Producciones entonces está integrada por cuatro realizadoras audiovisuales: Luciana Bertiz, Kim Burgos, Sofía Rozza y yo. Nació en mayo del 2019, aunque es un proyecto que se venía gestando desde hacía cuatro años cuando nos conocimos en la carrera de Realización Audiovisual, acá en Mendoza” explica Gisella Lucero.
Siempre, y a lo largo de la entrevista, vamos a encontrar, que detrás de las palabras expresadas, existe una convicción propia nacida del talento. “Nuestro objetivo es ser críticas con nuestro contenido, que aborde temáticas que contribuyan a generar cuestionamientos sobre lo que tenemos socialmente normalizado. Innovar en el manejo del lenguaje cinematográfico, experimentar sin miedo y poder desarrollarnos en ámbitos y roles en los cuales predomina la presencia masculina”.
A los 12 años recibió de regalo una filmadora. “Me volvió loca la posibilidad de grabar, ver, borrar y editar dentro de un mismo equipo. Hacía actuar a mis primas y primos en cortos de terror y me descargué un programa de edición para jugar un poco”. Y al mismo tiempo, que el recuerdo se vuelve más cinematrográfico, surge la otra pasión, la de la escritura: “escribo cuentos desde los 8 años y, la posibilidad de verlos materializados con personas reales atrajo ampliamente mi atención”.
En esta idea de materializar los personajes de los libros y volverlos actores y actrices en un set de filmación, le preguntamos acerca de los libros que han ocupado largas horas de su adolescencia y cuáles les gustaría filmarlos. Enumera, “Duerme” de Annelies Verbeke, “El Mundo” según Larry de Janet Tashjian, varios cuentos de Poldy Bird y Julio Cortazar, “Tu y Yo: Una Historía Catastrófica” de Jess Rothenberg y me encantaría hacer un remake de “Operación Masacre” de Rodolfo Walsh.
Clicka está sostenida en un concepto muy importante: la sororidad. “Desde mi lugar me cuestiono el machismo interno, soy consciente de que lo tengo y estoy en proceso de desconstrucción, también busco no minorizar mis capacidades u objetivos por el hecho de ser mujer, lucho contra la idea preimplantada que divide los roles sociales por mi identidad de género”.
Ratifica su postura.“Elijo visibilizar la violencia que sufrimos, ponerla en discusión, no para que la miremos más, sino para que la miremos distinto y nos movilice a querer actuar en consecuencia. Considero que el cine es una herramienta de comunicación masiva que se termina de construir con los espectadores, nosotros podemos comunicar algo pero va a depender de cómo lo interprete quien lo reciba”.
En cuanto a sus gustos en el séptimo arte, “me atrae mucho el cine de François Ozon en cuanto a lo que comunica y como elije contar sus historias ¡Sus personajes son increíbles! Admiro a Greta Gerwig como dialoguista, Lars Von Trier y Lech Majewski en cuanto a lo que logran generarme en el cuerpo, Lucrecia Martel en cuanto a sus historias y trabajo del fuera de campo, Jean-Pierre Jeunet por su personajes, trabajo del color y arte y Laura Bari, de quien solo vi un documental pero me fascino su forma de contar”.
La producción audiovisual en Argentina, no es ajena al vaivén pendular de la política por consecuencia las financiaciones no siempre tienen un desarrollo a largo plazo. “Nosotras como productora audiovisual soñamos con crear y poder producir contenido, que sea reflejo de quiénes somos y cómo sentimos. Darnos a conocer en el ambiente del cine a nivel nacional y lograr generar coproducciones internacionales. En argentina hay incentivos como los laboratorios en festivales, planes de fomento del INCAA y proyectos gubernamentales. Sin embargo, hay mucha competencia y no es tan fácil acceder a ellos”.
Uno de los últimos trabajos dirigidos por Lucero, fue un cortometraje titulado “Como lo vivo” realizado para el Concurso de Cortos del Festival de Cine de la Universidad de Cuyo en mayo pasado, donde son descriptos los estados de ánimo que se viven durante el aislamiento decretado por la Pandemia del Covid 19. “Fue una experiencia completamente diferente a lo que estoy acostumbrada, una producción audiovisual suele constar de tres etapas: preproducción, rodaje y posproducción. Además lleva tiempo y organización. Acá la propuesta, fue la de hacer todo eso en 48 horas con modificadores y un disparador propuesto por los organizadores”.
“Experimentamos con lo que teníamos a mano, iluminamos con un velador, buscamos elementos guardados en cajas y musicalizamos con el único instrumento que teníamos en la casa” derribando así la imposibilidad de que la imaginación no pueda primar sobre los recursos técnicos cuando se trata de echar a rodar la pasión y la creatividad.