En el corredor de la muerte de la cárcel parisina de La Santé, un joven acusado de intento de homicidio es encerrado junto a otros cuatro presos que le cuentan que excavan un túnel que les devolverá la libertad una vez que den con la red de alcantarillas. Es la suya una carrera contra reloj en la que el éxito es la vida y el fracaso la guillotina. Esta historia dará lugar a una de las mejores películas sobre evasiones carcelarias, Le Trou (“El Trullo”) y el autor del guión será el de la novela del mismo título, José Giovanni, nacido en París en 1923 y muerto en Lausana en el 2004.
Le Trou, titulada La Evasión en español, fue la última película que rodó Jacques Becker, y en la que afloran todos los grandes obsesiones de Giovanni, desde la libertad hasta la camaradería, en un estilo hiperrealista en el que también hay sitio para la poesía. Interpretada por actores desconocidos entonces para darle más autenticidad, como Michel Constantin y Philippe Leroy, intervino también Jean Keraudy, un ex presidiario que participó en el intento de fuga real al que se refiere la película y ocurrido en una cárcel francesa en 1947.
La evasión será el origen del cine carcelario, sección grandes fugas, entre las que se encuentran La gran evasión dirigida por John Sturges, en 1963 o Fuga de Alcatraz de Don Siegel, 1979, y que estaban muy influenciadas por el estilo de Becker, empezando porque la cámara nunca sale de la cárcel lo que incrementa la sensación de claustrofobia del espectador.
Autor de veinte novelas y dirigir quince películas, además de numerosos guiones, Giovanni sabía de lo que hablaba pues participó en la época más turbulenta del milieu parisino. Es la suya una escritura que relata siempre un pulso entre las fuerzas y las debilidades humanas cuando nos enfrentamos a un ambiente hostil, sin olvidarse de los grandes sentimientos como el amor y la amistad. Con un estilo descarnado y sobrio que va a lo esencial, es uno de los mejores representantes de la novela negra francesa, el polar.

José Giovanni
Cuando era veinteañero deambuló por el ambiente de Pigalle durante la Ocupación de la mano de su hermano mayor Paul, un colaboracionista como él, y con la complicidad de Abel Danos, también conocido como el Gordo. Danos controlaba Pigalle para la Gestapo francesa de la calle Lauriston en la Francia equívoca y confusa del final de la Ocupación, bien con uniforme alemán o de las fuerzas de la Resistencia.
Giovanni, de origen corso, participó en varios secuestros y dos asesinatos organizados por su tío materno, Pablo Santos, junto a su hermano mayor después de la Segunda Guerra Mundial. En mayo de 1945 secuestraron a Haim Cohen, que tenía un negocio clandestino de ventas de licores. Cohen les firmó un talón de 105.000 francos que no le sirvió para salvar la vida. Uno de los componentes de la banda le asesinó de varios disparos y el cadáver fue arrojado al Sena. Los siguientes de la lista fueron dos empresarios, los hermanos Jules y Roger Peugeot, cuyos cadáveres fueron enterrados en un bosque. José Giovanni, que entonces tenía veintidós años, se disparó accidentalmente en una pierna y fue detenido en su domicilio.
José Giovanni será condenado a muerte el 10 de julio de 1948 junto a otro miembro de la banda y entre grandes titulares de la prensa parisina. El presidente de la República, Vincent Auriol, conmutó la pena a veinte años de trabajos forzados. Cuando en 1993 la prensa suiza sacó a colación su pasado colaboracionista, Giovanni dirá que había pagado sus deudas y tenía derecho al perdón y el olvido.
Entre sus películas mas conocidas están La loi du survivant (1966), Le rapace (1968), Dernier domicile connu (1969), Deux hommes dans la ville(1973), Le gitan (1975), Le Ruffian (1983), Les loups entre eux (1985) y Mon père (2001), historias directas, de diálogo y acción, lo mismo que sus novelas negras van a lo esencial, sin mayores florituras para contarnos lo que Giovanni conocía de primera mano.