Augusto Ferrer-Dalmau

Lorenzo Castro Moral, sociólogo y profesor del Máster de Análisis y Prevención dl Terrorismo , Universidad Rey Juan Carlos de Madrid

 

No sabemos si algunos de estos polvos actuales que aquejan a este país vienen en parte de esos lodos, porque vivimos en un largo presente donde el pasado siempre es próximo y, como mucho, nos asomamos a la Segunda Guerra Mundial o los acontecimientos que los centenarios nos recuerdan, la revolución rusa sin ir más lejos que se conmemora estos días. (¡Y nosotros sin conmemorarlo!) Por eso todo lo que sea bucear en el pasado es una especie de arqueología para especialistas en la materia o malas crónicas de un pasado que poco nos dice salvo para adaptarlo al juego de tronos del presente.

Por eso traemos a nuestra página esta novela histórica, (¡ojo!, de las buenas) de Fernando Martínez Laínez, un escritor polifacético y autor, entre otros muchos libros, de uno de historia militar sobre los Tercios españoles, la infantería española que combatió durante los ochenta años que duró la guerra de Flandes (1565-1625), un lejano preámbulo de lo que luego fue la Primera Guerra Mundial limitada al frente occidental y que enfrentó al imperio español con varios países de forma directa o indirecta.

Martínez Laínez construye una novela, la primera de una trilogía, que nos devuelve con brío y buena técnica narrativa, a un mundo olvidado y trepidante, y que encierra grandes personajes y se lee como un libro de historia(s) de las buenas, de esas que no te permiten despegarte de sus páginas. Pero mejor que sea el autor que responda a nuestras preguntas.

 

El asedio de Breda de un grabado de la época

 

En la novela histórica, ¿la ficción debe prevalecer sobre los hechos históricos o al revés?

R: En mi opinión, los hechos históricos son la base imprescindible de cualquier novela histórica. Me interesa una novela que aporte reflexión y profundice en los hechos históricos, dejando margen a la imaginación sin excesiva fantasía novelesca, sobre todo en el tratamiento de los personajes y el entorno.

 

¿ Has tenido que documentarte mucho para escribirla?

Sí. La documentación- de acuerdo con lo que he señalado antes- es esencial en el tratamiento de la novela histórica.

 

El cuadro de Velázquez sobre la rendición de Breda, ¿ refleja en realidad lo que ocurrió o fue una forma de propaganda en un momento en que no existían las redes sociales?

Ni lo uno ni lo otro. El cuadro, en realidad, trasciende tanto el realismo bélico como la propaganda. El genio de Velázquez lo transforma en un símbolo de concordia y de generosidad con el vencido. Viene a decirnos que el fin último de la guerra es siempre la paz.

La rendición de Breda de Velázquez

 

¿De dónde parte tu interés por los tercios?

De las lecturas de la historia de los siglos XVI y XVII y el recorrido que hice por el Camino Español, una epopeya que en España era escasamente conocida hasta fecha reciente.

 

¿ Cuál fue su principal mérito desde el punto de vista militar?

Los tercios eran la “última ratio” de la política de Estado de la corona hispana. Eran la herramienta necesaria para la proyección mundial de la hegemonía española.

 

¿La Guerra de Flandes marca el predominio de la pólvora sobre la espada?

Así es al final, pero en el caso de los tercios las armas de fuego individuales y los aceros se equilibraron eficazmente durante mucho tiempo.

 

¿La Guerra de Flandes fue el comienzo de la decadencia española?

En términos generales, creo que sí. Pero más que hablar de la Guerra de Flandes deberíamos considerar que se trataba de una auténtica guerra europea disputada en el territorio de los Países Bajos. Era una pequeña guerra mundial que España perdió finalmente.

Rubens. Ambrosio Spínola

Uno de los protagonistas de tu novela es Alonso de Montenegro, un soldado de los tercios ficticio que se alista para huir de la justicia, y que luego demuestra su valía militar, ¿podría ser un modelo lejano de un soldado de los tercios? Me refiero al motivo para enrolarse de la mayoría de los soldados de los tercios.

Montenegro se siente ante todo un soldado de los tercios, y en ese sentido es un personaje representativo. Sus motivaciones podrían coincidir perfectamente con las del protagonista de la novela, pero en realidad, al tratarse de soldados que se alistaban de forma voluntaria, los motivos que les empujaban a enrolarse variaban mucho.

En el otro gran protagonista, el general Ambrosio de Spínola, que sí es real, ¿crees que fue un buen militar para los medios de que dispuso en la campaña de Flandes?

Sin duda fue uno de los mejores generales que tuvo España en Flandes y en otros sitios de Alemania como el Palatinado o Juliers. En Italia sus hechos no fueron tan brillantes, a causa de la escasez de recursos y el desaliento personal al sentirse postergado por el gobierno del conde –duque de Olivares.

El destino final de estos dos protagonistas, ¿ refleja de algún modo el de los héroes españoles?

Desde luego que sí. Los héroes son casi siempre figuras trágicas, y más en el caso de España.

Augusto Ferrer Dalmau

 

¿ Es verdad que el pintor Rubens hizo trabajos de espionaje?

Sí. Rubens fue un agente secreto del gobierno español. Se sentía muy vinculado a España y trabajó sobre todo en el campo diplomático, en misiones encaminadas a negociar acuerdos con países enemigos.

¿Y Calderón de la Barca, participó en el sitio de Breda?

No es seguro, pero es bastante probable.

Lo que también me ha llamado la atención al leer tu novela es que, al igual que hoy, también se recurría a los atentados como el que cuentas contra Guillermo de Orange. ¿Eran acciones habituales o extraordinarias?

En todo caso eran frecuentes, y en muchos casos no dejaban rastro. El veneno y las “enfermedades” repentinas de origen desconocido estaban a la orden del día.

¿El saqueo era un elemento clave para animar a las tropas a conquistar ciudades?

En el caso español el saqueo solía ser una prerrogativa del maestre de campo o general que mandaba las tropas. Él decidía. Con frecuencia se utilizaba como una medida para atemorizar a la población y forzar a la rendición, evitando así las bajas de un sitio prolongado.

Como autor de esta novela histórica y especialista en distintos aspectos de nuestro pasado, ¿en qué medida el pasado español marca el presente?

Es una constante general. El pasado marca el presente y el presente condiciona el futuro.

 

 

LA SENDA DE LOS TERCIOS. LAS LANZAS

 Nº de páginas: 600 págs.

Encuadernación: Tapa dura

Editorial: S.A. EDICIONES B

 

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