Veintisiete años después de la muerte de Cioran (1911-1995) se siguen editando obras suyas, así como estudios y biografías, en una demostración viva de un interés creciente por su vida y obra. Las ediciones del Subsuelo acaban de publicar Abandonar Costa Boacii, subtitulado: “Cioran, una época en fragmentos”, de Oriol González Fàbregas. En Francia, han aparecido dos textos inéditos de Cioran, Fenêtre sur le rien y Divagations por Gallimard. Por último, en Italia, Adelphi ha publicado la correspondencia entre Cioran y su amigo Mircea Eliade.

Oriol González Fàbregas, a través de párrafos breves y autónomos entre si, e intercalando citas de Cioran y otros autores, nos ofrece una interesante aproximación a la vida del pensador rumano que es visto por muchos de sus contemporáneos que le trataron, pero también mediante sus textos.

De la vida de Cioran se sabe poco. El pensador francorumano nunca escribió memorias o recuerdos de su juventud en Rumanía, donde simpatizó con la Legión de Codreanu. Pero de aquellos ardores momentáneos, muy acordes a la situación del país durante la época de entreguerras se deslizó hacia un nihilismo de corte moralista.

 

 

https://amzn.to/3z6IMrZ

 

González Fàbregas mastica la oscuridad de Cioran y la convierte en un itinerario intelectual único y de indudable valor. Entra y sale en su vida y obra sin seguir una línea cronológica, pero consigue que tanto el lector avezado como el que no sabe nada del pensador rumano se haga una idea de su vida y obra, lo que es bastante para un escritor con tanta distancia entre su vida y sus escritos, el tono desesperado de sus libros y una vida parisina frugal, ascética y tranquila, y que nada tuvo que ver con el Cioran rumano.

Gallimard ha publicado los dos últimos escritos de Cioran en lengua rumana. Nunca fueron publicados, aunque algunos de estos fragmentos se encuentran en su primera obra en francés, Le précis de décomposition.

Son textos reveladores, porque marcan una ruptura con el anterior panfleto fascista Transfiguración de Rumanía, tras el cual Cioran abandonó la política y abrazó el nihilismo tras los cataclismos que se produjeron en su vida y país. En cierto sentido, el francés le permitió cambiar su melancolía por una cierta sabiduría depresiva que se adaptaba bien a un país que se veía obligado a renunciar a su grandeur. Cioran se afrancesó y rejuveneció literariamente hasta convertirse en casi un moralista francés.  

Por último tenemos la correspondencia entre Cioran y Eliade, el historiador de las religiones con el que mantuvo una relación de amistad que duró cincuenta años, aunque son sus altibajos y desavenencias.

 

 

https://amzn.to/3f4QsVa

 

Una complicidad secreta. Cartas 1933-1983, edición de Massimo Carloni y Horia Corneliu Cicortaş,  Adelphi (pp. 299, 22,00 euros) concluye con dos escritos: en el primero, Cioran habla de Eliade, en el segundo, por el contrario, Eliade trata de Cioran. Siguen dos ensayos de los editores que permiten al lector contextualizar históricamente el contenido del epistolario.

La correspondencia consta de ciento cuarenta y seis cartas, noventa y seis de Cioran y cincuenta de Eliade, encontradas en archivos y bibliotecas estadounidenses, francesas y rumanas. Ambos se conocieron en Bucarest en los años treinta, Cioran tenía 21 años y Eliade 25.  Cioran leía los artículos que Eliade publicaba en la prensa sobre civilizaciones y culturas lejanas. Ambos también tuvieron simpatías con el fascismo local y europeo, y al que veían como una reacción frente a la decadencia de la civilización europea.

Luego se fueron alejando y también contribuyó a ello asuntos personales, ya que Eliade sedujo y abandonó a una amiga de Cioran que le criticó su conducta. También en los años ochenta, durante unas vacaciones en el sur de Francia, se produjeron nuevas desavenencias entre ambos.

Pese a estas diferencias, acentuadas por sus distintas visiones del mundo que en Eliade se manifestaba por su sed de conocimiento y cierta superficialidad, y en Cioran su visión trágica de la vida, les unió alejarse de la historia y los acontecimientos humanos, inestables y cambiantes y encontrarse a la deriva. «Los dos somos ex creyentes, espíritus religiosos sin religión», dijo Cioran a modo de conclusión.

 

 

https://amzn.to/3MZF9Kl