Leí la novela Nuestra amiga común, una historia singular y un excelente retrato de generación. De cierta degeneración. Tras su lectura, por distintas razones, sentimientos y emociones, me fui al cajón de los escritos perdidos, y encontré el siguiente testimonio de aquellos tiempos walking on the wild side. Participo al lector un poema de aquellos días, un momento lírico y dramático, y recomiendo a quien quiera dar un paseo entre el amor y la muerte, la lectura de esta novela, Nuestra amiga común

Mi amiga y yo deseamos morir.
Al abrir la puerta, nada, la cama y una ventana.
Manchas en la almohada. Raso sobre la butaca y zapatos caídos.
El vestido es negro como tus ojos tras los que caes sobre la cama.
Estás triste, estás perfecta.
Pierdes tu rostro en el espejo descolgado.
En la mesilla mis labios buscan en el oporto una razón, aquella en la que quiero desaparecer.
Sopor, calor. Giras tu rostro.
Nada nos importa, tan siquiera el incierto placer soñado, tras algunos lánguidos besos pretendidos en tu abierta desnudez pálida y escarlata.
La tristeza y el placer no son amigos comunes. Tanta desolación. Tanta.
Siguen las horas yaciendo, continúan calladas y cansinas como nuestras miradas perdidas, seducidos por la ausencia, por nuestras muchas ausencias, por un amor relativo que sólo nuestras manos une, pues ambos estamos desesperadamente lejos.
Son lentos los latidos, los latidos sin sentido… sin sentidos.
Al fin, y sin temor ebrios, se extienden nuestros brazos enlazados con la misma cinta de terciopelo, ruborizados por el blanco fulgor.
Más sopor, más extravío, y la quimera de otra aventura inútil.
Inmóviles, desaparecemos. El caballo, loco como el viento, galopa fijado en nuestra sangre. Estamos más lejos aún. Casi desaparecidos.
El silencio es ámbar, luego, gris.
Mi amiga y yo deseamos morir.
(1980)

Enrique López Viejo es autor de «Tres rusos muy rusos» y «Pierre Drieu la Rochelle. El aciago seductor». Próximante la editorial Melusina publicará su nuevo libro «La vida crápula de Maurice Sachs»

 

Nuestra amiga común
Luis Barga
Amargord
Madrid, 2010
201 páginas. 15 euros