La obra de Tatiana Parcero explora el cuerpo y sus conexiones con la identidad y el mundo natural. Parcero yuxtapone la figura humana, que en casi toda la obra es la suya propia, e imágenes encontradas. La obra mira más allá del exterior visible, y las capas que expone Parcero son a la vez literales y simbólicas, bellas y cargadas. Ha integrado dibujos anatómicos, códices, mapas coloniales y astrológicos, construcciones químicas y dibujos de estilo naturalista con fotografías contemporáneas del cuerpo.

Encontramos que el uso que Parcero hace de la figura con estos diferentes elementos funciona para reforzar su tesis visual. Las exposiciones de Parcero han mostrado traspasos (Nuevo Mundo con mapas y códices coloniales, o Universus con paisajes visualmente rotos), pero lo que demuestra más importantemente es que somos nosotros los que trazamos líneas de división los que incurrimos en traspasos. En realidad, no hay fronteras, principios ni finales, sólo conexiones e inclusiones. En lugar de ser redundante, la obra de Parcero se vuelve meditativa, reflexiva, espiritual e incluso (Fin y Principio) estacionaria. Sus exploraciones visuales armonizan y la repetición de la propia figura de Parcero a través de diferentes series afirma la singularidad y pluralidad de la experiencia humana: uno de muchos; todos son uno. El cuerpo ha evolucionado como símbolo universal, unidad o contenedor conectado a todo y compuesto por todo. No estamos por encima de la naturaleza; somos de ella y de todas las cosas.

https://www.jdcfineart.com/artists/tatiana-parcero-photography

 

 

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