Dentro de la nueva colección de Alianza Literaturas, donde ya se han publicado Bondrée. Lafrontera del bosque,de Andrés A. Michaud y Hermano, de David Charlandy, se acaba de publicar recientemente La saga/fuga de JB, la celebrada novela de Gonzalo Torrente Ballester, con un esclarecedor prólogo de Andrés Barba que, amén de contextualizar la novela, introduce una serie de influencias y elementos sobre la misma que a muchos lectores le parecerán insospechados pero que en cualquier caso ayudan al enriquecimiento de la comprensión de una de las grandes novelas españolas del siglo XX y que no era fácil de encontrar en librerías.
De la importancia de esta obra era muy consciente el propio autor. Traté a Gonzalo Torrente Ballester en muchas ocasiones. Tuve ese privilegio. Desde luego por algunas entrevistas que le hice y también por las jornadas que llevamos a cabo en casa de su hija, Marisa, en un reportaje de RTVE sobre su figura y obra y, sobre todo, cuando dirigí durante algunos años el Premio Torrente Ballester de Narrativa que se sigue otorgando en La Coruña y al que graciosamente asistía don Gonzalo con su segunda mujer, Fernanda, y siempre acompañado por alguno de los hijos de ambos.
Digo consciente, y mucho porque en una de esas entrevistas le pregunté sobre la importancia que La saga fuga de JB suponía en la literatura española y me dijo que su novela estaba entre las doce mejores obras de toda la historia de la novela de nuestro país. Se dio cuenta de inmediato de la cara de sorpresa, mezcla de escepticismo y cierto grado de perplejidad proclive al cachondeo, porque sin darme tiempo siquiera a reponerme me sugirió que hiciéramos al alimón un repaso de nuestras novelas desde, pongamos, El Lazarillo…
De acuerdo. El Lazarillo.-Tenemos, entonces, si le parece- creo recordar que me dijo- ElBuscón, de Quevedo en la misma línea… y, claro, El Quijote, y si quiere, El Guzmán de Alfarache, y luego, nos metemos ya de lleno en el XIX, ¿no?

Gonzalo Torrente Ballester
Poco tenía que decir la verdad porque en gran parte le asistía la razón. Así que citó a su paisana doña Emilia Pardo Bazán, a Benito Pérez Galdós, a Clarín y, ahora sí, con aire malicioso, me susurró con triunfo: – Y ahora nos vamos ya al XX.
Y ahí me colocó, con razón, a Baroja, a su paisano Valle Inclán, a su paisano Camilo José Cela y a Miguel Delibes y mientras me demostraba que, sí, en efecto, La saga fuga…se encontraba entre las doce mejores obras de la historia de la novela española, pensaba yo en que a pesar de la enorme calidad de esta novela, lo cierto es que se nos había dado mal el género porque desde luego la afirmación era impensable en ámbitos cercanos como Inglaterra o Francia. Se notaba que Gonzalo Torrente Ballester había pensado con aquilatamiento en la cosa durante tiempo y le había satisfecho. No era para menos.
La saga fuga de JBse publicó en 1972 en Destino, editorial que ya había publicado dos interesantes narraciones de Torrente, Don Juan, novela que don Gonzalo siempre consideró su narración preferida, al modo de un hijo débil al que proyecta todo su cariño, yOff Side, una extraña novela por la que sentí debilidad desde que la leí y que reivindico siempre que tengo ocasión, como sucede ahora. La obra, al contrario que otras muchas de su autor, comenzando por Los gozos y lassombras,de poca lectura hasta que apareció su versión en serie de Televisión, tuvo una acogida favorable y se le concedió el Premio de la Crítica, cuando este premio significaba aún algo, y el Premio Ciudad de Barcelona. Conviene recordar la fecha porque tiene su importancia. San Camilo1936, de Cela, aparece en 1969 y Oficio de Tinieblas 5,en 1973, un año después de La saga fuga deJB. Tengo para mí que estas obras son las más representativas de la renovación de la novela española desde la guerra civil hasta que se publica La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, novela mucho más convencional que las anteriores citadas de Torrente y Cela pero que suponía la entrada de una nueva generación de escritores a través de la revisión y reivindicación de un pasado histórico revolucionario que había sido silenciado durante décadas.

Álvaro Cunqueiro
Andrés Barba, en el prólogo, trata de influencias y semejanzas en La saga fuga…y de forma sutil e inteligente subraya elementos curiosos como la influencia que la obra de Laurence Sterne tuvo sobre don Gonzalo, o Ulises, de Joyce, o, y esto es especulación certera de Barba, la narrativa norteamericana que Torrente descubrió en su paso por Albany, y en concreto se refiere a MobyDick, de Melville, pero, sobre todo, la de Quevedo y Gracián, lo que es cierto, aunque echo de menos en toda esta lista de nombres alguien que Torrente conocía bien y que creo es fundamental a la hora de que nos pongamos a hablar de realismo fantástico y el modo de ser del alma gallega y todas esas cosas. Me refiero a la obra de ese inmenso escritor que fue Álvaro Cunqueiro y que, creo, La saga fuga… le es deudora en más de un aspecto. Dejésmolo aquí. Sólo apuntado.
Convendría, de paso, recordar que estas obras, las citadas de Cela y La saga fuga…están escritas en tiempo favorable, el que abrió las puertas al idioma español la saludable irrupción del boom latianomericano y que enseñó a mi generación a leer el español moderno, el que leíamos en Joyce, en Faulkner, en Döblin, en Robert Musil, en Proust… en otras voces,en definitiva, en otros ámbitos.
El boom sirvió de acicate para la aparición de estas novelas y aunque don Gonzalo fuera escritor de cuidado estilo, de novelas nada convencionales y poseedor de raras lecturas para su tiempo y hombre cultísimo, creo que sin el ejemplo del boom, su aliciente e influencia, La saga fuga... no hubiese tenido lugar. Lo apunto y lo dejo ya.
Lean de nuevo la obra si no lo han hecho en años. Por ella no pasa el tiempo. Señal esplendorosa.
Gonzalo Torrente Ballester. La saga fuga de JB. Alianza Editorial. Madrid. 2019. 734 pp