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Complejo residencial Chekislov:vista descendente de una escalera. Foto de Richard Pare, 1999 |
Hay libros que iluminan zonas de
sombra por lo que añaden un mayor valor a nuestra lectura. Y esto es lo que le
ocurre a “Limónov” lo último publicado en español por el escritor francés Emmanuel
Carrère. ¿De qué trata este libro? “Limónov” es la historia de Eduard Limónov (Eduard Veniamínovich
Savenko) nacido en 1943 en Dzerzhinsk, una ciudad rusa que se
encuentra a 400 kilómetros de Moscú y que tiene el honor de ser la segunda
ciudad más contaminada del mundo.
sombra por lo que añaden un mayor valor a nuestra lectura. Y esto es lo que le
ocurre a “Limónov” lo último publicado en español por el escritor francés Emmanuel
Carrère. ¿De qué trata este libro? “Limónov” es la historia de Eduard Limónov (Eduard Veniamínovich
Savenko) nacido en 1943 en Dzerzhinsk, una ciudad rusa que se
encuentra a 400 kilómetros de Moscú y que tiene el honor de ser la segunda
ciudad más contaminada del mundo.
Limónov es un escritor y
político ruso que parece un personaje sacado de una novela. Si hacemos un
resumen sucinto de sus andanzas, desde una juventud rebelde en Járkov (hoy
Ucrania) hasta su llegada a Moscú, para luego marchar a un exilio sin aparente vuelta
atrás -estamos en los años setenta- a Nueva York, donde nuestro héroe (si, así
le gustaría que le llamásemos igual que el titulo de un libro suyo, “El héroe
anónimo”), conoce primero el lado amable del capitalismo y luego el peor. Sin
trabajo, abandonado por su amada Elena, compañera de exilio, vive de la
asistencia social, mantiene relaciones homosexuales con negros y termina de
mayordomo de un millonario.
político ruso que parece un personaje sacado de una novela. Si hacemos un
resumen sucinto de sus andanzas, desde una juventud rebelde en Járkov (hoy
Ucrania) hasta su llegada a Moscú, para luego marchar a un exilio sin aparente vuelta
atrás -estamos en los años setenta- a Nueva York, donde nuestro héroe (si, así
le gustaría que le llamásemos igual que el titulo de un libro suyo, “El héroe
anónimo”), conoce primero el lado amable del capitalismo y luego el peor. Sin
trabajo, abandonado por su amada Elena, compañera de exilio, vive de la
asistencia social, mantiene relaciones homosexuales con negros y termina de
mayordomo de un millonario.
Según vamos conociendo a nuestro
héroe, ya no tan anónimo, observaremos algunas constantes. A simple vista, parece
que la radicalidad de su vida y planteamientos, le conducen a emparejarse con
mujeres borderline. Pero las mujeres
también pueden ser el descanso del guerrero y Limónov también es un soldado
“perdido” que participó en la guerra de los Balcanes, por supuesto al lado de
los “malos” serbios. Pero antes ha cambiado Nueva York por París, donde Jean
Jacques Pauvert, el editor que ha sido condenado diez veces por atentar contra
las buenas costumbres, publica su primera novela con el escandalosos título
de El poeta ruso prefiere a los negrazos.
héroe, ya no tan anónimo, observaremos algunas constantes. A simple vista, parece
que la radicalidad de su vida y planteamientos, le conducen a emparejarse con
mujeres borderline. Pero las mujeres
también pueden ser el descanso del guerrero y Limónov también es un soldado
“perdido” que participó en la guerra de los Balcanes, por supuesto al lado de
los “malos” serbios. Pero antes ha cambiado Nueva York por París, donde Jean
Jacques Pauvert, el editor que ha sido condenado diez veces por atentar contra
las buenas costumbres, publica su primera novela con el escandalosos título
de El poeta ruso prefiere a los negrazos.
El libro se vende bien y Limónov
se establece en París donde frecuenta el mundillo literario y no desdeña participar
en los proyectos más críticos contra el sistema, como el L´Idiot international del provocador Jean-Edern Hallier, una
publicación que no se calla la boca y dispara contra todo. Allí le sorprende la
desintegración de la Unión Soviética.
se establece en París donde frecuenta el mundillo literario y no desdeña participar
en los proyectos más críticos contra el sistema, como el L´Idiot international del provocador Jean-Edern Hallier, una
publicación que no se calla la boca y dispara contra todo. Allí le sorprende la
desintegración de la Unión Soviética.
Inesperadamente un nuevo escenario
se abre para él, el de su amado país, y al que dejó en los años setenta abotargado
entre la burocracia comunista y el vodka. Ahora Rusia experimenta un
electroshock de alto voltaje al pasar en meses del comunismo al capitalismo. Mientras
Moscú se asemeja a la Chicago de Al Capone, una minoría de espabilados se enriquece
a manos llenas y una inmensa mayoría se precipita hacia la pobreza.
se abre para él, el de su amado país, y al que dejó en los años setenta abotargado
entre la burocracia comunista y el vodka. Ahora Rusia experimenta un
electroshock de alto voltaje al pasar en meses del comunismo al capitalismo. Mientras
Moscú se asemeja a la Chicago de Al Capone, una minoría de espabilados se enriquece
a manos llenas y una inmensa mayoría se precipita hacia la pobreza.
El pasado comunista es añorado
por millones de rusos y el nacionalismo resurge con fuerza antes la desmembración
de ese mosaico que conformaba la antigua Unión Soviética. Nacionalismo y comunismo
son los extremos que se abrazan y dan lugar al nacimiento del Partido Nacional
Bolchevique que encabeza Limónov. Un partido neofascista en cuyo santoral hay
sitio también para Charles Manson, por aquello de cierto aire punk de la
formación. Pero el partido nunca representa una oposición seria, primero para
los reformistas y luego para Putin. Su caladero son los jóvenes desesperados de
toda laya y viene a ser lo mismo que la varicela o el sarampión, enfermedades
que suelen contraerse en la juventud. Luego las exigencias de la vida se
imponen a los sueños de gloria y grandeza.
por millones de rusos y el nacionalismo resurge con fuerza antes la desmembración
de ese mosaico que conformaba la antigua Unión Soviética. Nacionalismo y comunismo
son los extremos que se abrazan y dan lugar al nacimiento del Partido Nacional
Bolchevique que encabeza Limónov. Un partido neofascista en cuyo santoral hay
sitio también para Charles Manson, por aquello de cierto aire punk de la
formación. Pero el partido nunca representa una oposición seria, primero para
los reformistas y luego para Putin. Su caladero son los jóvenes desesperados de
toda laya y viene a ser lo mismo que la varicela o el sarampión, enfermedades
que suelen contraerse en la juventud. Luego las exigencias de la vida se
imponen a los sueños de gloria y grandeza.
Sin embargo, estamos en un país
donde, por tradición o costumbre, ser opositor es poseer un billete seguro para
la cárcel. Así, algunas acciones de estos jóvenes son reprimidas con duras penas
de cárcel y el Estado no dudará en montar una falsa acusación de terrorismo
contra Limónov, condena de la que cumplirá cuatro años en dos penales y que le
servirá, según sus palabras, para templar el duro metal del que está hecha su
alma.
donde, por tradición o costumbre, ser opositor es poseer un billete seguro para
la cárcel. Así, algunas acciones de estos jóvenes son reprimidas con duras penas
de cárcel y el Estado no dudará en montar una falsa acusación de terrorismo
contra Limónov, condena de la que cumplirá cuatro años en dos penales y que le
servirá, según sus palabras, para templar el duro metal del que está hecha su
alma.
Mas allá de la vida y características
de este hombre egocéntrico, espartano y carismático, a veces indignante y nunca
mediocre, que ha subido y bajado a menudo en el tobogán de la vida, lo que nos
aporta este libro es una radiografía de los últimos años de Rusia, una nación europea
que siempre ha sido un laboratorio político y social de la más absoluta
radicalidad. Por eso su interés para nuestros ojos de voyeurs occidentales que tanto nos gusta mirar sin arriesgar.
de este hombre egocéntrico, espartano y carismático, a veces indignante y nunca
mediocre, que ha subido y bajado a menudo en el tobogán de la vida, lo que nos
aporta este libro es una radiografía de los últimos años de Rusia, una nación europea
que siempre ha sido un laboratorio político y social de la más absoluta
radicalidad. Por eso su interés para nuestros ojos de voyeurs occidentales que tanto nos gusta mirar sin arriesgar.
Pero no es solo un libro sobre la
historia reciente rusa, sino también, es una biografía sobre el autor de este libro, Emmanuel Carrère, hijo
de la sovietóloga francesa Hélène Carrère d’Encausse, que fue la primera en
profetizar (a medias) la caída del imperio ruso mediante la fragmentación y diversidad
étnica del mismo. Lejano descendiente de rusos blancos, Emmanuel Carrère, arquetipo
del escritor parisino, tiene una edad similar (nació en París en 1957) a Limónov
y se ha cruzado con él a lo largo
del tiempo en París y Moscú.
historia reciente rusa, sino también, es una biografía sobre el autor de este libro, Emmanuel Carrère, hijo
de la sovietóloga francesa Hélène Carrère d’Encausse, que fue la primera en
profetizar (a medias) la caída del imperio ruso mediante la fragmentación y diversidad
étnica del mismo. Lejano descendiente de rusos blancos, Emmanuel Carrère, arquetipo
del escritor parisino, tiene una edad similar (nació en París en 1957) a Limónov
y se ha cruzado con él a lo largo
del tiempo en París y Moscú.
Entonces cerramos el libro
satisfechos de este viaje alrededor de un personaje conmovedor pese a todo y donde
hemos aprendido algo y leído con la misma emoción que una buena novela. Reflexionamos
sobre ello un momento antes de abandonar el volumen en la estantería y nos
damos cuenta que Carrère y Limónov son la cara y cruz de dos monedas llamadas
euro y rublo. Si en el caso de Limónov la cara de la moneda es Putin, con el que
Limónov guarda ciertos paralelismos vitales sólo que en perdedor, en el de
Carrère la cruz no puede ser Hollande, sino el conformismo letárgico en el que
nos movemos.
satisfechos de este viaje alrededor de un personaje conmovedor pese a todo y donde
hemos aprendido algo y leído con la misma emoción que una buena novela. Reflexionamos
sobre ello un momento antes de abandonar el volumen en la estantería y nos
damos cuenta que Carrère y Limónov son la cara y cruz de dos monedas llamadas
euro y rublo. Si en el caso de Limónov la cara de la moneda es Putin, con el que
Limónov guarda ciertos paralelismos vitales sólo que en perdedor, en el de
Carrère la cruz no puede ser Hollande, sino el conformismo letárgico en el que
nos movemos.
Para el que quiera saber más sobre Limónov (tiene una página en español):
En español hay estos dos libros publicados de Limónov
Gracias Luis , intentaré de anadir mas paginas en espanol en mi site sobre Edouard Limonov.
Tambien hay varias paginas en inglés, y por supuesto lo principal es en francés.
Un cordial saludo, Dominique.
Perdona Luis,
en el primer comentario, te he dejado solo la direccion de una pagina en espanol de mi site sobre Edouard Limonov.
Aqui va la direccion principal del site
http://www.tout-sur-limonov.fr/
Me gustaria saber lo que piensas del verdadero Limonov ( mucho mas interesante, pienso, que lo que cuenta Carrère en su novela)
Amitiès,
Dominique
Gracias Dominique por tu interés e información. Añadiré el link de tu página sobre Limónov en nuestra entrada aparte de la portada del libro de Limónov en español para que nuestros lectores puedan ampliar sus conocimientos sobre él, ya que creo que es un buen e interesante escritor. Un cordial saludo, Luis
Hola Luis,
muy intersante lo que dices sobre Limonov, pero el verdadero Edouard Limonov es bastante diferente de lo que cuenta Emmanuel Carrère.
He hecho un blog con mucha informacion inedita, y videos difficiles de encontrar en Internet .
Es en francès , pero tambien hay varias paginas en ingles y en espanol
http://www.tout-sur-limonov.fr/222318806
( perdona las faltas pero soy francés )