De las tres festividades que celebran el recuerdo de los difuntos, Halloween, el Día de los Muertos mexicanos y el Día de todos los Santos católicos,  es el primero el que se celebra más. Desde los Estados Unidos se ha extendido por todo el mundo y cada año, hay más personas que se suman al evento que como el resto de celebraciones discurren los primeros días de noviembre. En nuestro ámbito geográfico, Latinoamérica y Europa, posiblemente su carácter carnavalero es la razón de su éxito, aunque también cabe la lógica influencia cultural norteamericana.

En cualquier caso, el fotógrafo neoyorquino Seymour Licht acaba de publicar un libro con las fotos realizadas durante veinte años en el metro neoyorquino a gente que iba a alguna fiesta o asistía al desfile que se celebra en el Greenwich Village con motivo de Halloween. Así vemos a personas solitarias, que parecen surgir debajo de la tierra, esperando la llegada del próximo tren, o viajando en él. Durante una noche al año, el metro parece un set cinematográfico o incluso podemos imaginarnos historias macabras.  

En el libro, Licht recuerda que el metro de Nueva York no se encuentra a 180 metros debajo del suelo en su punto más profundo. “Puede evocar una sensación de oscuridad, aislamiento y claustrofobia. Los túneles laberínticos y las turbias catacumbas invitan a compararlo con el inframundo de las mitologías antiguas».

La paciencia y la firme intención de Licht se reflejan tanto en su meticulosa composición como en el género tradicional de fotografía callejera que evocan las imágenes. Este enfoque constituye un comentario sobre el proceso artístico y sobre la importancia de dejar que un proyecto evolucione con el tiempo. En un año determinado, Licht sólo puede dar por buenos entre 2 y 4 retratos.

Sobre su compromiso con este proyecto, Licht escribe: «Halloween Underground es mi homenaje a este exuberante superviviente de una fiesta, y a todos los creativos y animosos neoyorquinos que, una noche al año, se aventuran entre la suciedad y la disfunción del metro más grande del mundo. Cuando nos disfrazamos para Halloween, transformamos brevemente este ordinario sistema de transporte colectivo en un mundo de fantasía «.

 Seymour Licht nació en Alemania. Su obra abarca el retrato ambiental, la fotografía surrealista y las narraciones con carga psicológica. Pasó sus años de formación en Berlín y se trasladó a Nueva York en 1989.

 

 

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