Hubo una California paradisiaca allá en los años sesenta, o al menos eso nos cuentan ciertas películas. Y visto como ha corrido el mundo desde entonces nos lo creemos. El fotógrafo californiano Peter Gowland fue el retratista de una California mítica gracias a su cámara, la luz del sol y su creatividad. Vistas ahora, esas imágenes algo descaradas pero con la inocencia de la picardía de aquel tiempo resultan algo vintage. Pero lo que resulta evidente es que Peter Gowland (1916-2010) fue un gran fotógrafo que supo sacar el mejor partido a su imaginación para hacer soñar a muchos habitantes de este planeta con un escenario irreal.
Tal vez por eso sus imágenes fueron publicadas por infinidad de revistas desde ‘Playboy’ a ‘Modern Photography’. Pero, mas que las cientos de portadas, estamos seguros que sus fotos adornaron las habitaciones de millones de hombres que soñaban con estas modelos, que entonces las llamaban pin-ups.
Gowland fue también un fotógrafo que fabricó una cámara monorraíl liviana, otra arquitectónica, una cámara aérea, y varias más, entre las que destaca su cámara Gowlandflex de doble lente para imágenes de alta calidad y empleada por la fotógrafa Annie Leibovitz, el FBI y la Marina.
También retrató a actrices de fama como Ann-Margret, Jayne Mansfield, Joan Collins o Raquel Welch sin olvidar a sus contrafiguras masculinas como Rock Hudson y Robert Wagner. Autor de 26 libros empezando por el archiconocido ‘Cómo fotografiar a las mujeres’ (1953) abogaba por la naturalidad y sencillez. «Trato de fotografiar un desnudo como si la chica fuese vestida», resumió su trabajo.