Resulta curioso comprobar como veía el futuro de la poesía Patti Smith en 1972. Observando los caminos emprendidos por los recitales poéticos, algunos de mucho éxito, creo que acertó en lo que dijo a Legs McNeill para un libro sobre el mundo musical de Nueva York en los años setenta. El rock y la poesía no es lo mismo, pero el artista y el escenario siempre guardan bastante parecido aunque sean muy distintos o uno cante y el otro tenga que recitar.
«Lo que me dio esperanzas sobre el futuro de la poesía fue el el concierto de los Rolling Stones en el Madison Square Garden», afirmó refiriéndose al que dio este grupo en Nueva York el 23, 24 y 25 de julio de 1972. Estos conciertos formaban parte de la gira americana de la banda que fue muy publicitada y dio lugar a numerosos incidentes, dos películas y grandes coberturas, entre ellas de Robert Greenfield que luego publicó un reportaje Viajando con los Rolling Stones https://bit.ly/2lS2jKa
Esto fue lo que dijo Patti Smith:
«Jagger estaba muy cansado y hecho polvo. Era martes, había dado ya dos conciertos, y estaba al borde del colapso, pero la clase de colapso que trasciende y se convierte en magia. Jagger estaba tan cansado que necesitaba la energía del público.
Aquel martes por la noche no era un cantante de rock & roll. Estaba mas cerca que nunca de ser un poeta, porque al estar tan cansado, casi no podía cantar. Me encanta la música de los Rolling Stones, pero lo más impactante no era la música, sino la interpretación desnuda de Jagger, su ritmo, su movimiento, su manera de hablar. Decía: «Hace calor/calor, calor, calor/ Nueva York, Nueva York, Nueva York/ banda,bang, bang».
No era lo que decía, sino su presencia, su poder para tener el público bajo control. Había electricidad. Si los Rolling Stones se hubieran marchado y hubieran dejado solo a Mick Jagger, podría haber sido tan genial como cualquier otro poeta. Simplemente recitando algunas de sus mejores letras, hubiera hipnotizado al público. Aquello me emocionó tanto que casi no podía permanecer dentro de mi piel, y me dio fe para continuar.
En la interpretación, la presencia física es más importante que lo que digas. La calidad también cuenta, claro, pero si eres inteligente, si tu amor por el público es evidente y tienes buena presencia física, puedes arreglártelas con cualquier cosa.
Empecé a tener éxito con aquellos poemas largos, casi de rock & roll. Pero me di cuenta de que, aunque interpretados estaban muy bien, escritos no eran tan buenos. No digo que no me gustaran, pero hay un tipo de poesía concebida para ser interpretada. Los indios americanos no escribían una poesía consciente. Componían cánticos en un lenguaje ritual, y el lenguaje ritual es un lenguaje del momento.

Patti Smith en 1972. Foto de Judy Linn
Pero vistos en un trozo de papel, no eran inspiradores. Si eres un gran intérprete, puedes hacer lo que te de la gana, puedes repetir una palabra una y otra vez, pero solo si eres un intérprete fantástico. Billy Graham es un gran intérprete, aunque lo que diga sea una mierda. Adolf Hitler era un intérprete fantástico. Lo suyo era magia negra. Y yo aprendí de eso. Puedes llevar a la gente a sentir una conciencia de masas.
Escribo para tener a alguien. Todo lo que escribo tiene un motivo que lo impulsa. Escribo igual que actúo. Sólo se actúa porque quieres que la gente se enamore de ti. Quieres que reaccionen ante ti.
La otra cuestión es que, a través de la actuación, alcanzo estados en los que mi cerebro se siete tan abierto, tan lleno de luz, que me siento enorme, como el Empire State Building; y si consigo comunicarme con el público, con un grupo de gente, cuando mi cerebro está tan agrande y receptivo, imaginad la energía, la inteligencia y las cosas que puedo robar de ellos.