Un día encontré un traje vaquero en un armario de ropa que
había pertenecido a mi abuelo. Un traje con flecos y lentejuelas de color negro
brillante y rayos carmesí, el típico modelo kitsch de esos vestidos que usaban los
cantantes de country y algunos
actores en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado y que podían
reconocerse a varias millas de distancia gracias a su colorido y vistosidad.
Pregunté entre mi familia y nadie supo decirme algo. Mi abuelo, que murió hace años, tuvo una vida típica de norteamericano, ya saben, de acá para allá, por
todo el país y en algún momento de su vida conoció a un sastre que tenía una
tienda en Los Ángeles, y mas concretamente en North Hollywood. Debió ser a
comienzos de los años cincuenta. A través de la etiqueta del traje, una vaquera
desnuda supe, en cuanto busqué un poco, que estaba hecho por
Nudie Cohn, el sastre de las estrellas de rock y música country o, si lo
prefieren, el hombre que tuvo la idea genial de entender que una forma de
publicitarse a uno mismo era a través de la vestimenta.
había pertenecido a mi abuelo. Un traje con flecos y lentejuelas de color negro
brillante y rayos carmesí, el típico modelo kitsch de esos vestidos que usaban los
cantantes de country y algunos
actores en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado y que podían
reconocerse a varias millas de distancia gracias a su colorido y vistosidad.
Pregunté entre mi familia y nadie supo decirme algo. Mi abuelo, que murió hace años, tuvo una vida típica de norteamericano, ya saben, de acá para allá, por
todo el país y en algún momento de su vida conoció a un sastre que tenía una
tienda en Los Ángeles, y mas concretamente en North Hollywood. Debió ser a
comienzos de los años cincuenta. A través de la etiqueta del traje, una vaquera
desnuda supe, en cuanto busqué un poco, que estaba hecho por
Nudie Cohn, el sastre de las estrellas de rock y música country o, si lo
prefieren, el hombre que tuvo la idea genial de entender que una forma de
publicitarse a uno mismo era a través de la vestimenta.
Si, porque el autor del traje de lamé de oro por el que Elvis
Presley pago 10.000 dólares de 1958 o el de Gram Parsons con marihuana,
pastillas, flores de opio y una cruz bordados a varios colores, era un judío
ucraniano nacido en 1902 en Kiev y que emigró a Estados Unidos a comienzos del
siglo pasado, huyendo del clima antijudío que imperaba en la Rusia zarista. Al
igual que miles de inmigrantes, cuando llegó a las aduanas de la isla de Ellis,
en Nueva York, el lugar entonces de entrada de los inmigrantes, los agentes de
inmigración, al decirles su nombre, Nuta Kotlyarenko, entendieron Nudie por
nombre y el apellido se lo recortaron a Cohn.
Presley pago 10.000 dólares de 1958 o el de Gram Parsons con marihuana,
pastillas, flores de opio y una cruz bordados a varios colores, era un judío
ucraniano nacido en 1902 en Kiev y que emigró a Estados Unidos a comienzos del
siglo pasado, huyendo del clima antijudío que imperaba en la Rusia zarista. Al
igual que miles de inmigrantes, cuando llegó a las aduanas de la isla de Ellis,
en Nueva York, el lugar entonces de entrada de los inmigrantes, los agentes de
inmigración, al decirles su nombre, Nuta Kotlyarenko, entendieron Nudie por
nombre y el apellido se lo recortaron a Cohn.
Después siguió la llegada a Nueva York, la vida en el Lower
East Side y el intento de sobrevivir con el empleo de su padre, un zapatero que
también valía para sastre, y que emprendió esta última profesión y en el que su
hijo le ayudaba. Pero la pasión de Nudie eran las películas del Oeste, las de
vaqueros que proyectaban en el cine cerca de su casa. Con la Gran Depresión, como tantos otros norteamericanos, Nudie Cohn
recorrió medio país en busca de trabajo, se metió en líos, estuvo preso por tráfico de drogas,
conoció a su mujer, tuvo a una hija y regresó a Nueva York para coser lencería
picante para las bailarinas de burlesque de Times Square.
East Side y el intento de sobrevivir con el empleo de su padre, un zapatero que
también valía para sastre, y que emprendió esta última profesión y en el que su
hijo le ayudaba. Pero la pasión de Nudie eran las películas del Oeste, las de
vaqueros que proyectaban en el cine cerca de su casa. Con la Gran Depresión, como tantos otros norteamericanos, Nudie Cohn
recorrió medio país en busca de trabajo, se metió en líos, estuvo preso por tráfico de drogas,
conoció a su mujer, tuvo a una hija y regresó a Nueva York para coser lencería
picante para las bailarinas de burlesque de Times Square.
Gracias a ello, y con la ayuda de alguna bailarina que
publicitó sus productos se instaló en
Los Ángeles donde pusieron una tienda especializada en lencería para coristas y
starlettes en North Hollywood. La sastrería amplió catálogo y un día de finales
de los años cincuenta un músico le pidió un traje diferente y Nudie Cohn tuvo una
idea genial. ¿Por qué no convertir a ese cantante en un hombre anuncio de sí
mismo? Un traje luminoso y brillante como un cartel publicitario. Y eso fue lo
que hizo con un traje vaquero que incluía el que luego fue el clásico modelo,
con purpurina, lentejuelas, flecos y letras de azul pedrería con el nombre del
cantante: Lefty Frizzell.
publicitó sus productos se instaló en
Los Ángeles donde pusieron una tienda especializada en lencería para coristas y
starlettes en North Hollywood. La sastrería amplió catálogo y un día de finales
de los años cincuenta un músico le pidió un traje diferente y Nudie Cohn tuvo una
idea genial. ¿Por qué no convertir a ese cantante en un hombre anuncio de sí
mismo? Un traje luminoso y brillante como un cartel publicitario. Y eso fue lo
que hizo con un traje vaquero que incluía el que luego fue el clásico modelo,
con purpurina, lentejuelas, flecos y letras de azul pedrería con el nombre del
cantante: Lefty Frizzell.
A partir de ese momento todo fue sobre ruedas y la sastrería
creció, empleó a 16 personas, utilizó a conocidos diseñadores y se dedicó a elaborar
trajes de serie y otros hechos a medida de un estilo inconfundible que incluía
todo tipo de accesorios y que incluso en
los años sesenta se extendieron a los coches.
creció, empleó a 16 personas, utilizó a conocidos diseñadores y se dedicó a elaborar
trajes de serie y otros hechos a medida de un estilo inconfundible que incluía
todo tipo de accesorios y que incluso en
los años sesenta se extendieron a los coches.
La lista de cantantes que utilizaron sus trajes vaqueros es
impresionantes en una época donde a nadie le asustaba enseñar riqueza y poderío
hasta la ostentación más disparatada. Y la fantasía de Nudie Cohn se hizo
realidad a través de la vestimenta de infinidad
de artistas como lo atestiguan las mas de 5.000 fotos de Nudie Cohn con
clientes importantes, entre lo que estaba George Jones, Hank Williams, Gene
Autry, Johnny Cash, Flying Burritos Brothers, Elton John, Keith Richards…
impresionantes en una época donde a nadie le asustaba enseñar riqueza y poderío
hasta la ostentación más disparatada. Y la fantasía de Nudie Cohn se hizo
realidad a través de la vestimenta de infinidad
de artistas como lo atestiguan las mas de 5.000 fotos de Nudie Cohn con
clientes importantes, entre lo que estaba George Jones, Hank Williams, Gene
Autry, Johnny Cash, Flying Burritos Brothers, Elton John, Keith Richards…
Cuando murió en 1994, su imperio ya estaba de capa caída, y desapareció
del todo pero su obra queda repartida entre distintos museos y la familia. Sin
embargo, su estilo ha sobrevivido a su muerte a través de múltiples músicos desde Wilco a Ryan Adams haciendo de su
estética uno de los ejes de su forma de entender cierto tipo de música,
netamente americana, la música country y el rock.
del todo pero su obra queda repartida entre distintos museos y la familia. Sin
embargo, su estilo ha sobrevivido a su muerte a través de múltiples músicos desde Wilco a Ryan Adams haciendo de su
estética uno de los ejes de su forma de entender cierto tipo de música,
netamente americana, la música country y el rock.