Bern Stern fotografió a Marilyn Monroe seis meses antes de su muerte y fue uno de los grandes renovadores de la imagen publicitaria. Se puede decir que fue un personaje de Mad men, la serie sobre el mundo publicitario neoyorquino de los años sesenta. Él cambió el modo en cómo se percibían las imágenes publicitarias.  Bert Stern (1929-2013) inmortalizó a Marilyn Monroe, pocas semanas antes de su muerte.

Empezó a trabajar en un banco de Wall Street con 18 años, pero lo dejó para trabajar como ayudante de arte del director Herschel Bramson en la revista Look, donde se hizo amigo de un joven fotógrafo de la plantilla: Stanley Kubrick. Años después realizaría la icónica fotografía de Sue Lyon caracterizada como Lolita.

El despegue de su carrera y la edad de oro de la publicidad ocurrieron al mismo tiempo. En 1955, una agencia de publicidad de Madison Avenue le encomendó un trabajo para Smirnoff Vodka, su primer encargo importante. La imagen que realizó muestra un primer plano de un vaso de martini en el desierto egipcio con una resplandeciente pirámide al fondo, un planteamiento de una sencillez tan novedosa como sorprendente. Stern, con su campaña Driest of The Dry para Smirnoff, contribuyó a vender más vodka de lo que Smirnoff jamás se pudo imaginar, convirtiendo a EEUU en el primer consumidor mundial de esta bebida y a Stern en un famosísimo fotógrafo. A los 25 años era ya el fotógrafo más deseado de Madison Avenue, de Hollywood y del mundo de la moda a escala mundial.

Antes de este trabajo de Stern, en los anuncios de las revistas las imágenes se usaban sobre todo para ilustrar los textos. Stern inauguró una nueva era en la publicidad, en la que las imágenes fotográficas comenzaron a lanzar mensajes mucho más sutiles y seductores para losconsumidores. Stern estuvo en el origen de la evolución creativa del mundo de la publicidad y, junto a Irvin Penn y Richard Avedon, fue uno de los primeros fotógrafos en convertirse en estrella.

Además de por sus imágenes publicitarias, Stern también fue conocido por sus retratos de famosos. Fotografió a Audrey Hepburn, Twiggy, Sophia Loren y Brigitte Bardot, y Twentieth Century Fox lo invitó a viajar a Roma para fotografiar a Elizabeth Taylor en el plató de Cleopatra. Siendo ya colaborador regular de Vogue, donde disfrutó de relativa libertad, Stern diseñó la sesión fotográfica sobre la que cimentaría su fama. The Last Sitting, una colección de 2.571 fotografías tomadas a Marilyn Monroe en 1962 en el hotel Bel-Air de Los Ángeles. Este reportaje lo realizó seis meses antes de la muerte de la estrella y parte del mismo se publicó en Vogue. La primera edición del libro The Last Sitting se hizo en 1982 y en él el mismo Stern cuenta el encuentro con detalle.

Él también pasó por algunas crisis en su vida. Tuvo alguna relación tormentosa, luego conoció a Allegra Kent, una famosa bailarina de ballet con la que se casó y tuvo tres hijos. La separación le condujo a diversos trastornos y se vino a vivir a España donde estuvo hasta 1976. Tras su regreso a Nueva York se dedicó a realizar fotografía publicitaria y colaboraciones en revistas.

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