“Io la Roma la seguo sempre, nun me so sposato apposta!”, decía Bombolo https://cutt.ly/JhDRm0M: nombre artístico de Franco Lechner, un famoso actor cómico romano. “Siempre sigo a la Roma, ¡no me casé a propósito!”. “Roma (non si discute, si ama)”, era el título del disco que en 1975 el cantautor Antonello Venditti dedicó al equipo Giallorosso https://cutt.ly/JhDRT2o. “Roma (no se discute, se ama”. “La Roma è una fede e fedeli sono i suoi tifosi” es una de las consignas más populares en la Curva Sur. “La Roma es una fe y fieles son sus hinchas”. Fundada en 1927, la Associazione Sportiva Roma https://cutt.ly/OhDRPGw no es uno de los equipos de fútbol con más palmarés, ni siquiera en Italia.
Y en Italia hay al menos cuatro equipos que tienen más aficionados que la Roma. En cambio, los “romanisti” están convencidos de ser los hinchas más hinchas del mundo por el ardor y la forma de apoyar a su equipo que, a veces se dice, es la heredera directa del público que en la época de los césares se apretaba en las gradas del Coliseo y del Circo Máximo siguiendo las carreras de carros y las luchas de gladiadores. En definitiva, una hinchada que tiene más de 2000 años. Para explicar esta mística, se ha publicado el libro Tifosi romanisti per sempre. Il grande racconto della passione giallorossa https://cutt.ly/6hDT4XV. “Hinchas de la Roma para siempre. La gran historia de la pasión giallorossa”.
Veinticinco son las historias de este libro. El prefacio es de Ruggiero Rizzitelli que jugó en la Roma entre 1989 y 1994, marcó 55 goles en 211 partidos oficiales, ganó una Copa Italia y llegó a una final de la Copa de la UEFA. Nació en Puglia, empezó jugando con el Cesena, estuvo a punto de acabar con la Juventus, y tras la Roma jugaría con el Torino, Bayern y Piacenza, para acabar en el mismo Cesena en el que empezó. Pero dice que es un “romanista para siempre”, y de hecho ahora es columnista de Roma TV.
«Me he convertido en romanista, pero en cierto sentido es como si siempre lo hubiera sido», dice. Efecto del contagio de la gran pasión de dos jugadores que eran hinchas de la Roma aún jugando con él en el equipo juvenil del Cesena, que le pasaron el sueño de marcar gol cerca de la Curva Sud. “La Roma, en definitiva, había sido parte de mí desde hacía unos años cuando, con gran sorpresa, en el verano de 1988 descubrí que me iba a poner la camiseta de los Giallorossi”. Y al final de su aportación insiste: “Me pueden quitar todo, pero no que yo sea romanista para siempre”.
Entre los autores del libro hay periodistas y personas que realizan otros trabajos, jóvenes y mayores. Gente que vive en Roma y gente que vive fuera, hombres y mujeres. Todos, sin embargo, hinchas de la Roma. Y cada uno cuenta un partido que ganó la Roma. En su mayor parte, la historia está anclada en la memoria directa. Un partido vivido personalmente, que marcó tanto la vida como la pasión Giallorossa. En algunos casos, estamos hablando del primer partido que se vio en el estadio cuando era niño. “Marzo de 1977 es un período particularmente duro para nuestro país”, es el comienzo de la historia firmada por Federico Baranello: [Roma-Catanzaro 1-0 – 13/3/1977] El Bautismo.
«Aún estábamos en lo que luego se definirán como ‘Los años de plomo’. El 11 de marzo en Bolonia, el militante de Lotta Continua Francesco Lorusso fue asesinado por un disparo de la policía. Entre barricadas y continuos enfrentamientos, la ciudad permanece en estado de guerra durante días. Sigue un fin de semana de grandes protestas, disturbios y, nuevamente, hechos graves: dos armerías, en Roma y Bolonia, asaltadas y robads armas y pistolas … armas con las que algunos policías resultarán heridos. En Turín, cuatro terroristas disparan debajo de su casa al suboficial de la policía Giuseppe Ciotta. Esta imagen apocalíptica no puede ser percibida en su gravedad por un niño de nueve años que, en cambio, solo tiene un deseo en la cabeza: ver el partido de su equipo favorito por primera vez en su vida. El niño era yo, el equipo mi Roma. Mi padre, aunque no era un aficionado ‘muy caliente’, repetía de memoria la formación de 1942.” La que ganó el título de liga, que en Italia se conoce por “Scudetto”. “Me parece escuchar su voz articulada a la manera típica de los documentales del Istituto Luce”.
La historia de una primera vez es también la de Paolo Perlisi en [Roma-Mantova 3-1 – 28/11/1971] Un día lluvioso nunca olvidado. Es un paso de la fe de una generación a otra, que en otras historias se presenta en cambio desde el punto de vista de los padres. Padres, como Pasquale Barbale de [Juventus-Roma 1-2 – 23/1/2010] La primera vez de Nicolò. “Sí, el sábado 23 está ‘el partido’, y para un aficionado de la Roma que vive en Turín, como yo, ‘el partido es uno y solo uno: Juve-Roma! Este año tendrá un sabor especial porque traeré a Nicolò, mi hijo de siete años que, con la ayuda fundamental de mi hermano, logré arrebatar del abrazo mortal de la aficción blanco negra de su madre pero, sobre todo, de mi suegra, y hacer que se enamore de los colores más bonitos del mundo, el amarillo y rojo”. Hincha y pequeño drama familiar al mismo tiempo…
Pero también hay madres, como Martina Borzì de [Roma-Parma 2-1 – 26/5/2019] Siempre y para siempre. “La canción se desvanece para dar paso a una frase que no entiendo del todo de momento: ‘Daniele De Rossi jugará su último partido con esta camiseta el 26 de mayo en el estadio Olimpico ante el Parma’. No, espera. Ciertamente lo entendí mal. Pero todo es verdad. Yo, que como muchos otros todavía estoy recogiendo las emotivas piezas de la despedida de Totti, no puedo hacerlo. Al contrario: no puedo hacerlo. Y un pensamiento pasa por mi mente: ‘Y ahora, ¿quién se lo dice a Francesco?’ También será una ducha fría para ti, incluso si no lo entiendes completamente. Solo tienes cuatro, eres mi bebé. Pero ya sabes lo mucho que le importa a la pasión de la edad”.
Pero en [Roma-Bolonia 2-0 – 1/10/2000] Hechizo en la curva sur Ippolita Stinchelli, por su parte, cuenta su historia de aficionada a la que un padre que también era romanista le había prohibido ir al estadio, porque estaba convencido de que le traería mala suerte. Y Eleonora D’Alessandri en [Udinese-Roma 0-1 – 16/1/2015] Romanistas fuorisede (= fuera del sitio, lejos de la ciudad) cuenta “la sensación de los que, como yo, son romanos y romanistas pero ya no residen en Roma y van al estadio a ver un partido, un romanista fuera del sitio. Desde que vivo en Udine, el partido, de ida o de vuelta, de mi amada AS Roma en el estadio de Friuli, es uno de los eventos más importantes del año”. Y también nos cuenta que en Udine, en el extremo este de Italia, también llegan autobuses de aficionados romanistas de Polonia y Hungría. Vestidos de anarillo y rojo y desencadenados en la hinchada, pero sin saber una palabra de italiano.
Otras veces la historia se demora en lo que fue un partido importante en la historia de Roma. [Roma 1-0 Chievo – 30 de octubre de 2013] Fi-a-to, algo come “A-i-re”, de Andrea Cardoni, recuerda por ejemplo un récord de 10 victorias consecutivas. [Lazio-Roma 0-1 – 23/3/1975] Pierino go ‘!, de Alessandro Conforti, un clasico ganado y un pase en tercer lugar con el otro equipo de Roma, que el año anterior había humillado a los Giallorossi ganando su primer campeonato. [Roma-Juventus 3-0 – 16/3/1986] El estadio más sexy, de Riccardo De Luca, recuerda una remontada histórica con la Juventus. [Roma-Barcelona 3-0 –10/4/2018] Vida de romanistas, de Marco Aurelio Stefanini, otra remontada histórica con el Barcelona. [Roma-Turín 5-2 – 19/6/1993] Ese “más”, de Filippo Thiery, una remontada que falló por un pelo. [Roma-Inter 2-1 – 27/3/2010] Una historia familiar, de Gabriele Fasan, una remontada más. La Roma es un equipo de grandes remontadas que muchas veces, sin embargo, una vez conseguidas, se detienen ahí, sin darle al equipo la satisfacción del resultado final. Los propios hinchas romanistas bromean con esta fama, e insisten en que por eso “la Roma no se discute, se ama”. “Esa fue la semana más loca de mi vida y la Roma hizo una contribución significativa”, recuerda Marco Aurelio Stefanini de la remontada con el Barcelona. “Cambios de humor, te dices. La vida como romanista, más sencillamente”.
[Roma-Chelsea 3-0 – 31/10/2017] Brexit, Roma, Sara, de Mario Unali, es la historía una gran victoria europea sobre un equipo londinense visto desde la televisión de un pub londinense. [Roma-Turín 0-0 (3-2 después del c.d.r.) – 17/5/1980] Los verdaderos penales de Michelotti, de Cesare Antetomaso, recuerda la victoria en Copa Italia que inició el gran ciclo de la Roma en los años 80. [Pistoiese-Roma 0-4 – 25/1/1981] La espinilla de Borgo, de Luca Fallica, cuenta un partido simbólico de la gran temporada de 1980-81, cuando la Roma estaba a un paso de ganar su segundo campeonato después de 39 años. De hecho, lo ganaría en 1982-83. [Roma-Broendby 2-1 – 24/4/1991] Y Hamlet, mudo, de Massimo Palombelli, es sobre una victoria en la semifinal de la Copa de la UEFA. En [Roma-Génova 3-2 – 28/5/2017] Totti y Roma Valerio Sammarco recuerda la despedida del fútbol de Francesco Totti, el jugador mas querido de la Roma de todos los tiempos.
Pero a veces el narrador vuelve al pasado y se vuelve histórico. Tommaso Gregorio Cavallaro, periodista profesional con una tesis sobre la victoria de Italia en el Mundial de 1934, en [Lazio-Roma 0-1 – 12/8/1929] Desde ese día no ha habido revancha, habla del primer clasico entre los dos equipos. ‘La taquilla estaba agotada. Quince mil espectadores ocuparon sus asientos en las gradas de la estructura del estadio Parioli, la mayoría de ellos de fe romanista, a pesar de que la Lazio era el equipo anfitrión. Tal era la preponderancia del tifo invitado que el ‘Littoriale’ (el actual diario deportivo ‘Corriere dello Sport’) en el comentario posterior al partido escribió: ‘Sabíamos que en Roma la mayoría del público volvía su simpatía hacia los Giallorossi, pero creíamos que incluso los Azzurri (el color de la camiseta de la Lazio) tenían una gran simpatía. Tuvimos que cambiar de opinión: las nueve décimas partes de la inmensa audiencia que llenaba el estadio de Rondinella ondeaban banderas de los Giallorossi, ¡animando a los favoritos! Se puede decir objetivamente que la Lazio jugó … en campo contrario’”. En [Lazio-Roma 0-4 – 13/11/1960] La Roma que nos gusta una gran victoria en un clasico hace 60 años lo cuenta Massimo Germani: periodista, autor de libros sobre la Roma y coleccionista de recuerdos del equipo. En [Lazio-Roma 0-1 – 18/03/1990] El clasico del Flaminio y el amigo vuelto a abrazar Paolo Laurenza, autor de muchas de las entradas de Wikipedia sobre la Roma, habla de otro clásico de la temporada en la que, como el Estadio Olímpico tuvo que ser renovado para el Mundial, la Roma volvió a jugar en el antiguo Estadio Flaminio (donde juega la Lazio).
No solo clásicos. En [Roma-Birmingham City 2-0 – 10/11/1961] Ottobrata Romanista (ottobrata = término que indica los tradicionales picnic de octubre en Roma) Fabrizio Grassetti, abogado del Tribunal Supremo y presidente de la Unión de Partidarios Romanistas, evoca la victoria en la Copa de Ferias de 1961. En [Roma-Fiorentina 1-0 – 15/3/1942] el bote salvavidas de Miguel Angel Pantó Massimo Izzi, autor de varios libros sobre la historia de Roma, imagina la Buenos Aires de 1945 en la que Miguel Angel Pantó, el protagonista argentino del campeonato ganado por la Roma en 1942, se encuentra con Enrico Guaita, otro argentino de la Roma que, de origen italiano, había jugado en la selección italiana que había ganado el Mundial de 1934. [Roma-Parma 3-1 – 17/6/2001] Amor desde la distancia, de Giancarlo Migliola, habla del tercer campeonato ganado. En [Roma-Bayern Munich 4-3 – 15/6/1933] Las cosas que nos unen Valeria Meta, una licenciada en Filosofía que escribe sobre deporte en un periódico alemán, cuenta la historia de un derbi ideal entre dos grandes presidentes judíos que habrían tenido problemas con el nazismo y el fascismo.
Pero el verdadero hincha de la Roma, de hecho, se ve más en la mala que en la buena suerte. El editor del libro es el periodista y escritor Luca Pelosi en [Roma-Fanfulla 2-1 – 9/9/1951] Un don misterioso incluso recurre a una trama de ciencia ficción, al imaginar los hinchas romanistas traídos atrás en el tiempo para apoyar al equipo en el primer partido de la única temporada de su historia que tuvo que jugar en la Serie B, la segunda división italiana.
Una forma de decir: esto también es lo que pueden hacer los hinchas de la Roma. Por otro lado, es otro de sus lemas que la Roma, dicho en dialecto, es “maggica”.