Somos muchos los lectores que estamos ávidos de leer buenos libros en los que las artistas tengan el lugar que merecen. Cuanto más atrás nos vamos en el tiempo más borradas están sus huellas. Tantas veces las hemos conocido en relación a ellos, como sus acompañantes «privilegiadas», que nos hemos creído que sus obras vueltas hacia la pared no eran sino malas copias sin importancia y que así debían permanecer, como castigadas, acumulando toneladas de indiferencia. Consideradas a menudo víctimas o deudoras de artistas masculinos, cuando las hemos encontrado (que a menudo ni eso) estaban en un conveniente segundo plano. Ahora que sabemos que no es en los museos donde debemos buscar su rastro, los escritores y estudiosos, benditos sean, se sumergen en los amarillentos papeles y les sacuden el polvo a las viejas fotografías, para con suerte dar con obras de mujeres artistas que alguien impidió que se destruyeran, que poseen méritos propios y que deberían estar en un primerísimo primer plano.

La escritora Ara de Haro Amparo Serrano de Haro, doctora en Historia del arte, nos lleva en su libro LA PINTORA PELIRROJA VUELVE A PARÍS junto a una artista a la que ya se le borran los contornos, de la que ya tira ese señor tan antipático llamado olvido. Ella es Remedios Varo (1908-1963), pintora surrealista española. Una artista de fértil imaginación y pincelada segura, que nos muestra en sus cuadros un universo fascinante; un enigma que asomaba a sus ojos y que no se guardaba, lo depositaba en sus cuadros en oníricas formas, en ensoñaciones que narran. Desde la ficción, pero siguiendo el hilo biográfico real acompañaremos a Remedios Varo, que huyendo de una doliente España en guerra llega a París en 1937. Allí confluyen un gran número de artistas de diversos lugares geográficos, que siguen a dos figuras claves, casi como si de dos dioses se tratase, tiránicos a veces: al fundador del surrealismo André Breton y a Picasso. Remedios Varo observará al grupo desde cierta distancia, queriendo siempre aprender, pero salvaguardando su propia identidad creativa. Y teniendo siempre presente que ella y las demás mujeres no serán consideradas iguales por los hombres, ni siquiera entre aquellos supuestamente más avanzados: «… a ella solo se la toleraba por proximidad, pero no era aceptada como miembro de pleno derecho».

Con extraordinaria facilidad el nombre de muchas artistas se pierde en la niebla de los tiempos. Son tan necesarios los libros como el que hoy os traigo que siento mucha impotencia de que mi pluma no sea más poderosa y persuasiva. Además de lo necesario que pueda ser, e incluso más importante seguramente, es que esta novela se lee con hambre. Remedios Varo desde la pluma de la autora, seduce y fascina. Una mujer libre, apasionada en el amor y de gran nobleza y elegancia. Estaremos con ella en un París mítico: el arte, la literatura, la moda, sus gentes, sus cafeterías… El amor… El milagro de la sopa de piedra; la premonición de Brauner en uno de sus cuadros…  Cómo no, allí encontraremos también a su amiga Leonora Carrington y otras mujeres artistas. ¡Y gatos! tan importantes en su obra y en su vida.

Un libro que se lee con enorme interés. De estructura circular, como señala la autora, influencia de ‘El faro’, de Virginia Woolf, y que representa también un guiño a la obra de Remedios Varo. Obra que al terminar de leer sientes deseos de conocer más, que observas buscando secretos que se desvelen.

 

Ara de Haro

 

Ara de Haro responde a nuestras preguntas: 

¿Por qué elegiste a Remedios Varo como protagonista de tu novela?

No elijo tanto como que me eligen ellas a mí: hay artistas que se quedan en tu mente y que te parece que no han sido adecuadamente valoradas.

Desde un punto de vista artístico, ¿cuál es el valor pictórico de Remedios Varo?

El tema  de sus cuadros es profundo y novedoso también su factura o modo de pintar  incorpora mucha riqueza colorista y textural.

¿Qué destacarías de Remedios Varo en lo personal?

Su silencio o discreción que tanto ha hecho para dejarla al margen de la Historia y la inmensa generosidad que tuvo con toda la gente que conoció.

¿Fue discriminada por ser mujer?

Es evidente (pero entonces era siempre así y todavía…)

En tu anterior novela la protagonista era otra pintora, ¿a qué se debe tu predilección por mujeres artistas? 

He publicado otras novelas con otros temas, pero escribir sobre pintoras me permite usar también mis conocimientos y curiosidad de historiadora del arte.

Ahora que tenemos una exposición de obras de Leonora Carrington en Madrid, ¿qué nos puedes decir en relación a Remedios Varo en lo pictórico y lo biográfico?

Creo que no se ha reconocido todavía la inmensa deuda que Leonora tiene con Remedios Varo…

 

 

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