A mediados del siglo XVIII, entre las señoras que frecuentaban los salones ilustrados, estaba muy de moda regalarse prismas transparentes. En un momento caracterizado por la Newton-manía, hablar sobre la luz y los colores daba a las tertulias un estatus nuevo, tal como hasta entonces era ya distinguido hablar de política y literatura o plantear cuestiones filosóficas. Así que las damas acudían con sus prismas de cristal, interceptaban un haz de luz y reflejaban la secuencia multicolor semejante al arcoíris mientras charlaban.
Hoy hablar sobre el color en reuniones con amigos no es tan popular, pero sabemos esta y tantas otras curiosidades gracias a Cromorama (Taurus, 2019), de Riccardo Falcinelli (Roma, 1973), un bellísimo volumen que convierte su objetivo en una tarea ambiciosísima: explicar Cómo el color transforma nuestra visión del mundo. Y es el propio color el que modifica también la experiencia de la lectura, porque Cromorama se percibe pensado y diseñado en todos los detalles, en una puesta en práctica de las cuestiones analizadas en él mismo. Un libro atractivo, con una inmejorable disposición de los contenidos y las referencias, cargado de ilustraciones originalmente insertadas en sus páginas. No en vano, Falcinelli es –además de profesor de Psicología de la Percepción en la Facultad de Diseño de ISIA de Roma– uno de los diseñadores más apreciados del panorama gráfico italiano, y ha contribuido a la innovación del diseño de libros y colecciones de varias editoriales.
Las diversas facetas del autor comparecen en esta publicación que no solamente busca el quid de los colores y nuestra percepción de ellos, sino que lo hace sobre el telón de fondo del desarrollo de la sociedad industrial y de teorías clásicas y contemporáneas del diseño y su uso publicitario, dando una visión mucho más abarcadora.
¿Qué es, entonces, el color? En su libro Los colores de nuestros recuerdos (Periférica, 2017), Michel Pastoureau (París, 1947) concluye que en primera instancia los colores son conceptos y categorías; a continuación, son palabras; y solo en última instancia son materias, luces, percepciones y sensaciones. Falcinelli, en cambio, tiene una perspectiva más holística y concreta: «Si queremos comprender qué es actualmente el color, debemos preguntarnos no solo cómo funciona, sino también cuáles son las ideas que la humanidad se ha formado de él. (…) Debemos escuchar la voz de filósofos y tintoreros, biólogos y artistas, escritores y empresarios, físicos y astrólogos, y también vendedores, pasteleros y otros». Y es así, en efecto, como lo hace, con una combinación entre el rigor de la historia del color, del diseño y de la técnica, pero también analizando numerosos casos prácticos, con un tono que no por riguroso pierde la cercanía con el lector, al que intenta hacer partícipe activo de sus conocimientos. De esta manera, Cromorama se convierte en un libro con varias dimensiones: es un manual de estudio pero también un anecdotario; un libro de consulta, de aprendizaje, al mismo tiempo que una lectura estimulante para el tiempo de ocio.

Riccardo Falcinelli
Una de las conclusiones en las que acompañamos al autor es que nuestra mirada, nuestro modo de entender el color han cambiado después de un largo recorrido de siglos. «Decir de los frescos de una villa pompeyana que son rojo número 1805 es una aproximación que nos hace sentir un poco culpables, porque no refleja la riqueza real de esa experiencia; por el contrario, decir que una pieza de Lego es rojo número 032 resume en tres palabras gran parte de su esencia», comenta refiriéndose a la numeración del código Pantone. Una de las razones fundamentales de este cambio es el desarrollo de la sociedad industrial, tan ligada a la publicidad y la producción en serie. En ella –y ya muy alejados de un tiempo en el que la elección de un color, tanto para una obra pictórica como para la ropa, suponía toda una búsqueda y una riqueza económica– comprendemos, por ejemplo, que «el rojo Coca-Cola se ha convertido en el auténtico rojo porque es el más fácil de imprimir y, por tanto, de difundir».
El estudio de la percepción es, por supuesto, otro de los puntos fundamentales de Cromorama: «Ver un color no es un mero registro de datos físicos. Ver es también una construcción». Falcinelli nos familiariza con una importante variedad de teorías del color, destacando la vigencia de cada una de ellas, pero también cómo es la percepción la que determina nuestra experiencia del color. Un caso de la manera en la que el cerebro construye los colores por su relación de luminosidad: en una habitación a oscuras, proyectamos en la pared un círculo amarillo utilizando una bombilla de 100 vatios; tras apagarla, encendemos otro proyector que también imprime en la pared un círculo amarillo, esta vez gracias a una bombilla de 200 vatios. El experimento termina cuando encendemos ambas bombillas a la vez, porque en ese momento aparecerán dos discos en la pared, uno amarillo y otro… marrón: «Esto significa que el menos luminoso es interpretado por el cerebro como un color diferente, más oscuro, aunque los dos tengan la misma longitud de onda».
Falcinelli descifra el presente desde esta vasta cultura del color y explica la llegada a Instagram de uno de los casos especiales de contraste de complementarios ¿Cómo? A través de un efecto muy de moda durante el Renacimiento, el cangiantismo manierista, que consiste en pintar las sombras con un color frío y las luces con uno cálido, o viceversa. Esta técnica fue muy utilizada por Miguel Ángel y algunos de sus imitadores, tiempo más tarde, lo redujeron a mero recurso estilístico. La variante contemporánea la podemos ver en las fotos con efecto de proceso cruzado (cross processing) y hoy uno de los filtros más célebres de Instagram. Como el autor resume: «Es el cagiantismo manieristaen la época del smartphone».
Son muchas más las cosas que aprendemos en Cromorama: cómo el contraste entre los colores complementarios –en todos sus tipos– puede narrar historias, que el color de los productos escenifica su identidad para contar algo o hacer que se recuerde su marca, mientras que el de los alimentos satisface las expectativas psicológicas de los consumidores, qué significa el color azul de los vestidos en la literatura y el cine, hasta qué punto es pertinente hablar de colores primarios o de la armonía entre ellos, cómo el descubrimiento de la cromolitografía determinó el packagingvictoriano… En definitiva, sí, cómo el color transforma nuestra visión del mundo. Y ahora que lo sabemos, podemos comentarlo prisma en mano para desmontar la luz en sus colores.