Cecil Beaton. Picasso en su taller de la rue de la Boétie, 1933
PICASSO
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OTROS TALLERES
Sin duda Picasso ha modificado la geografía del arte. Cualquier casa o espacio que Picasso habite, en el que invariablemente producirá un número considerable de obras, está marcado por un signo especial. Si el Bateau-Lavoir representa una parte importante de la leyenda que se forma en torno de su personalidad, el taller de la rue de la Boetie, como tantos otros que vendrán después por otras causas, consolida la imagen personal de Picasso. Rue de la Boetie es el taller de un artista consagrado, dispuesto a demostrar al mundo su capacidad creadora. Es el taller fragmentado, por seguir con la imagen de G. Brassai, en múltiples rincones para las múltiples actividades del pintor. También es el precedente inmediato del gigantismo y de las ramificaciones -del crecimiento, en suma- que el taller picassiano adoptará luego con La Californie, Vauvernagues o Mougins.
El taller de Picasso crece como crece su obra: arrolladoramente. Con el taller fragmentado Picasso inaugura la serie de los talleres dentro del taller, un dispositivo al que el artista es, como sabemos, muy dado en todos los órdenes, o desordenes, de su vida.
Con esta forma de taller, pareja indudablemente a una manera de producir, Picasso gusta poner todo –su condición de artista, la realidad misma de la obra- en un difícil equilibrio.
El grenier Barrault son unos locales en los que se representaban piezas teatrales. Había sido vivienda del actor Barrault. El grenier Barrault estaba situado en un viejo rincón de París, concretamente en la rue de Grands-Augustins. La casa era del siglo XVII y al parecer Balzac había situado en ella “La obra maestra desconocida”.
En 1937, Picasso, por iniciativa del actor, alquiló los dos últimos pisos, convirtiéndolos en taller.
Aquí pintaría Guernica.
El taller de Boislegoup, dedicado exclusivamente a realizar escultura; Le Tremblay, un granero comprado a Vollard y convertido en taller, en un pueblo a quince kilómetros de Versalles; la casa de Royan donde pintó “La pesca nocturna de Antibes”; las salas cedidas por el conservador del palacio-museo Grimaldi, que albergan un conjunto muy significativo de su obra; los talleres de cerámica de Vallauris, La Californie, en Cannes; el castillo de Vauvernages o la casa de Notre Dame-de-Vie, en la que Picasso sueña -paradójicamente- con un taller sin paredesson, da vértigo decirlo, algunos de los lugares, no todos, en donde Picasso ha realizado su obra.

23 rue de la Boétie